Always on my mind

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"Querido Lucien:

Lastimosamente hemos vivido en un jardín muerto todos estos años, tratando de darle vida con algo que creímos que funcionaría; han sido años maravillosamente amargos, al menos para mí, así que mientras tú me esperas en el parque yo te escribí unas palabras.

Olvídame fuerte, justo como te amé. Tú y yo jamás seremos harina del mismo costal y aunque le he pedido a mis ojos que vuelvan a mirarte con ese antiguo deseo lo único que han podido hacer es echarse a llorar.

He evadido el destino por ti, pero eso ha llegado a su fin, replegaré las ojeras porque no pienso seguir remando en contra de mi familia. Tienes derecho a maldecirme si así lo deseas y si es lo que le da paz a tu ser, no me molestaré.

Lo que tienes con Lucy es maravilloso y yo sería incapaz de arruinarlo, así que te pido que no te acerques, no importa lo sola que me encuentre. Yo sé que el recuerdo de todo lo que tuvimos arde en tu interior, como lo arde dentro mío, pero te pido que lo dejes ir por el bien de ambos.

Por favor que no te sorprenda si te soy indiferente, será lo mejor que pueda hacer, así que aunque vivamos bajo el mismo techo te suplico que no me beses nunca más, pues no soy tuya y jamás volveré a serlo.

-T.Q."

Lucien podía lidiar con muchas cosas, con burlas acerca de su trabajo, con Lucy a su lado, con Robbie vigilando cada uno de sus pasos, pero jamás con el rechazo de Taylor. Aquella niña malcriada se había atrevido a dejarlo plantado como un estúpido en el parque; tuvo que regresar a la casa a buscarla a su habitación, si ella no iba a él, entonces él iría por ella. Pero no encontró ningún rastro de Taylor, sólo una carta sobre su cama con su nombre. Se sentó ahí mismo para leerla y la conservó con él como el recuerdo de que algún día le haría pagar la humillación a la que lo había orillado.

Pero Taylor no se encontraba en ese momento en la casa, no, toda la familia había ido a una cita con la reina para Simon, lo sabía porque Lucy le habló sobre cómo tuvo que alistar el mejor vestido que Taylor tenía y que además le había regalado un par de vestidos que ella ya no utilizaba, así que Lucien tendría que esperar y él sabía esperar.

Taylor y toda su familia junto a Lady Bridgerton y Daphne para pedir la licencia especial para su boda. Taylor no quería estar ahí, era un asunto que su padre tenía que resolver, no ella, pero él había insistido en que los acompañara.

Estaban todos parados frente a la reina, Daphne y Simon delante de todos, la reina los miraba desde el trono y ninguno estaba seguro de cómo comenzar.

—He escuchado el rumor de que su petición para la licencia especial para su matrimonio fue negada. — comenzó la reina. — No estoy segura qué piensan que yo puedo hacer al respecto.

Todos miraron esperando a que ella siguiera hablando, puesto que nadie se atrevía a hablar.

—Bueno, defiendan su caso. — se dirigió a Simon y Daphne.

Daphne fue la primera en hablar, su audacia para responder ante estas situaciones siempre habían impresionado a Taylor.

—Su Majestad, le aseguro que nada indecoroso ha sucedido. — dijo rápidamente. — Es sólo que nos amamos demasiado.

La reina suspiró decepcionada con la respuesta de Daphne y no es que su respuesta estuviera mal, simplemente Taylor creía que necesitaban una razón mucho más fuerte para que les concedieran la licencia, el decir que se amaban no era suficiente, sus padres también se amaban cuando se comprometieron y por ese amor esperaron meses para casarse, así que Taylor esperaba que alguno de los dos encontrara una mejor excusa.

Enchanted | Benedict Bridgerton |Où les histoires vivent. Découvrez maintenant