Enchanted | Benedict Bridgerton |

Lavander's blue

Taylor jamás había visto la iglesia tan vacía, ella no era experta en bodas, pero con tan poco tiempo para los preparativos no podía esperar a muchos invitados en la iglesia, aunque estaba segura que la casa de los Bridgerton estaría llena de gente a la hora de la celebración.

Se acercó junto con Lily a Simon que se encontraba frente al altar intentando darle la espalda a todo el mundo, completamente aterrado por los próximos eventos. Taylor tomó su mano derecha y Lily la izquierda, a penas una semana atrás ambos se habían sincerado respecto a sus sentimientos y aunque estaba segura que Lily no recordaba nada, pues era su primera vez bebiendo en tales cantidades, ella y Simon ya habían terminado con varias botellas en el pasado y recordaba todo a la perfección.

—Todo va a salir bien. — dijo Taylor.

—Nosotras estamos contigo. — continuó Lily.

Simon las miró por unos segundos, él estaría perdido sin ellas, si sus hermanas le decían que todo estaría bien y que estarían con él entonces Simon no tenía nada que temer, ellas nunca mentían y siempre estaban con él, sobretodo Taylor, ella había estado con él en las buenas, en las malas y en las peores. Taylor había estado dispuesta a traicionar sus principios con tal de salvarle la vida y si a pesar de eso ella seguía a su lado apoyándolo entonces nada podía salir mal.

—Gracias por siempre estar conmigo, son las mejores hermanas del mundo.

Ambas le sonrieron mientras se daban un abrazo grupal.

—No nos agradezcas como si te fueras a morir. — dijo Lily riendo. — Seguiremos viéndonos aunque te cases.

Simon les sonrió y Lily le dio un último abrazo antes de volver a su lugar detrás de su abuela.

Taylor lo tomó con ambas manos y se puso frente a él, le dedicó la sonrisa más sentida que tenía y le dio un pequeño apretón.

—Todo va a salir bien y te prometo que vas a ser muy feliz.

—Pero no puedo darle...

—Simon. — lo interrumpió. — Eso no importa, no necesitan hijos para ser felices. Te lo prometo.

Simon le sonrió, soltó sus manos y la abrazó, Taylor correspondió al instante.

—Eres la mejor hermana que pude pedir ¿Sabías eso?

—Y tú el mejor hermano.

Aquel abrazo había sido lo que ambos necesitaban en ese momento, Simon por lo que acababa de vivir y Taylor por todo lo que ahora tenía que enfrentar y no era sólo Lucien, ahora que había reconocido lo que Benedict le provocaba tenía que lidiar con eso también. Pero ahora se concentraría en su primo, en su boda y su felicidad, era su día y no lo arruinaría pensando en sus problemas.

Se separaron del abrazo y Simon la tomó de las manos nuevamente para mirarla a los ojos.

—Prométeme una cosa.

—Dime.

—Prométeme que vas a buscar tu felicidad de ahora en adelante. — Taylor lo miró confundida y él siguió hablando. — Al carajo Lucien, él no merece ni que lo pienses. No sé si lo que sientes por Benedict sea lo suficientemente fuerte para que te cases con él, pero no te quedes de brazos cruzados, has algo al respecto.

Taylor asintió sin decir nada, no sabía que podía decir, negar sus sentimientos ya había quedado en el pasado, pero no estaba segura de la respuesta que tranquilizara a su primo, así que asintió y caminó hasta llegar al lado de Lily.

Se sentó en la segunda fila del lado del novio, tomó la mano de su hermana y segundos después llegó la familia de Daphne que se sentó del otro lado de la iglesia. Cruzaron miradas con los integrantes de la familia y se saludaron agitando sus manos. Taylor buscó con la mirada a Benedict, lo encontró dos bancas atrás al lado de Eloise, cuando cruzaron miradas ambos se sonrieron y después Taylor se giró hacia el frente una vez más.