Quien diría que un "capricho" me hizo llegar tan lejos... literalmente.
Gracias a mi capricho ahora cuido a un grupo de pandilleros.
Gracias a un señor que no entendió mi sarcasmo ahora estoy del otro lado del mundo cuidando a un grupo de niños jug...
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──Harper, ¿donde estas?── uno ya no puede contestar una llamada y escuchar un hola buenas noches. Que falto de modales.── Te dije que necesitaba tu presencia en la reunión de hoy.
──Si, ya se── justo me tenia que llamar cuando me estoy comiendo unos cheetos.── Pero yo nunca dije que iba a ir.
──Pero- ¡Harper! ──
──Sh sh sh... no me grites.──por los gruñidos que se escuchaban del otro lado de la línea supuse que se estaba desesperando, logre mi cometido.
Por qué si los perdoné, pero para que confíe en ellos van a empezar de cero.
Seguí en lo mío, relajarme en camita mientras me como unos cheetos aprovechando que hoy es mi día de descanso con la dieta y ver un maratón de lo que la gente cuenta con un gatito durmiendo en mis piernas.
Eso para mi era una vida llena de lujos, por que los cheetos de aquí no pican y mi mami me mando una bolsa de las grandes.
Ahora estábamos en un momento se suspenso, un momento crítico en el capítulo de lo que la gente cuenta, tod estaba silencioso y el tipo estaba en la casa de una anciana y yo ya sabía por dónde iba todo.
──¡Haprer!── el grito de Mikey y el de la tele me espantaron. Pero ahí ando, viendo madres de terror en la noche.
──Pinchi morro pendejo, ¡no hagas eso!── también el gato había brindado y ahora tengo la marca de sus tres garitas en mi mejilla. Espero que no quede marca o mi mami pensara que volví con los códigos de barra.──¿Que quieres? Además de estar chingando la madre.
──Harpy por favor, ven con nosotros.── se puso de rodillas frente a mi y con la manga de su chaqueta limpio la sangre que comenzaba a bajar por mi mejilla.──perdóname ¿si? Mi malditos impulsos me cegaron y no pensé en las consecuencias.
──Es que yo ya te perdoné, pero no es fácil volver a confiar en quienes me dieron la espalda.──
──Por favor.── me abrazó por el cuello.──prometo ser un buen amigo, voy a pensar en mis actos y no te voy a abandonar... Harpy eres de lo mejor que eh conocido.
──Vamos, levántate.── a penas lo deje en el sofá me levante para ir a mi cuarto.── voy a cambiarme.
──Angry te puede curar.── dijo a mis espaldas.
Estoy bien pendeja.
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