Quien diría que un "capricho" me hizo llegar tan lejos... literalmente.
Gracias a mi capricho ahora cuido a un grupo de pandilleros.
Gracias a un señor que no entendió mi sarcasmo ahora estoy del otro lado del mundo cuidando a un grupo de niños jug...
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──¿Por qué trajeron a esta mujer a mi casa?── Okey, uno sabe cuando no es binvenido.
──Es nuestra amiga y pensamos que te podría agradar.──Si, lo Haitani temían por su vida. Izana se miraba irritado.──Preséntate, no seas grosera.
──Hola soy Harper, hecha en México. Para servirle.── nocierto, no soy sirvienta de nadie. A mi me sirven.──Muy bonitos tu ojos oye, y el color de tu cabello me fascina.
──también tienes buen estilo.── eso fue muy seco, no se si lo dijo por compromiso o si fue sincero.
──Bueno... mhm, ¡Ran! Sirve la comida.── él abrió los ojos indignadisimo.── ve rápido, no hagas esperar a tu líder.
──Pero yo... ahg.──no quería ser mamona, pero el que no trabaja no come y el fue el único que no me ayudo a nada... también Izana pero a él se lo voy a perdonar por que recién lo conozco. Al final no dijo nada y empezó a servir.──Todo yo, todo yo.
──Cocinas bien Harper.── de ahí se pusieron a platicar cosas que yo honestamente no entendía, así que me limite a comer.
[...]
Estoy pensando en algo, no que tan malo sea.
Osea si me aviento unas pláticas motivadoras y todo pero, ¿como le hago para iniciarla con Izana?. Ya me di cuenta de que su estabilidad mental es como Mikey... corta.
──Bueno...──Ahora que estábamos en la sala, comiendo mamuncias. El ambiente se puso tenso luego de unas miradas sospechosas que se dieron los Haitani y Kakucho. Ahora Ran se levanta. Por si no lo sabían Ran es el tipo más arguendero que conozco.──Nosotros tenemos que ir a un mandado a la tienda.
──Si...Kakucho acompáñanos, porfavor y gracias.──Ambos Haitanis ya iban en la puerta y Kakucho los alcanzó no sin antes desearme suerte. Ya se por donde va esto. Pinches batos collones.¹
La puerta se cerró y estoy casi segura de que le pusieron llave. Ya me las voy a cobrar, van a ver. Ya van dos que me truquean.
¿Debería mencionar a los hermanos Sano? ¿Le explico que los lazos consanguineos no lo son todo? ¿Como le digo?
Una tos totalmente fingida me saco de ese lugar todo bizarro y random que es es mi mente. ──Entonces...¿De dónde conoces a los Haitani?
──Oh pues, me había perdido y sin darme cuenta pase de estar en Shibuya a estar en Roponggi y pues... atropelle a Ran.── lo normal, irónicamente me esta pasando seguido, así que en efecto es algo ksual.
──Oh bueno... ¿Que tal la familia?──
──Verás... ya me preguntaste, ahora te jodes y escuchas mi historia.──
[...]
──¿Me estás diciendo que tienes novio por un estúpido juego que perdieron?── si, mi mamá también me regañó por eso. Por lo menos ya empatizamos── Que historia de amor tan pobre... ¿Quien es el afortunado?
