Capítulo 5

1.5K 129 9
                                    


—Eso es un tatuaje?

ㅤ⠀ㅤ—Sí, es una golondrina. Me lo hice después de viajar por Europa.

ㅤ⠀ㅤObservó cómo una mano bronceada se subía la manga para dejar al descubierto el pequeño pájaro tatuado en la muñeca con tinta añil. Levantando la vista, Lena contempló la brillante sonrisa y sintió que el corazón le dolía un poco.

ㅤ⠀ㅤ—¿Te ha dolido?

ㅤ⠀ㅤUna burla hizo que sus labios se curvaran en una sonrisa mientras se sentaban en la hierba primaveral, Lena sentada con las rodillas recogidas hasta el pecho, mientras Sam estaba tumbada, sombreándose los ojos con una mano mientras observaba a su hija jugar en la orilla del lago.

ㅤ⠀ㅤ—Por supuesto que no. Voy a hacerme otro cuando haga el próximo viaje. Los marineros solían tener dos. Decían que daba suerte.



—Buenos días, marinero —la mujer rubia la saludó con una brillante sonrisa, mientras el ceño de Lena se arrugaba ligeramente al acercarse a la caja al día siguiente.

ㅤ⠀ㅤ—Hola.

ㅤ⠀ㅤSu voz era cansada. Había sido una noche larga, llena de recuerdos dolorosos y un dolor en el pecho que hacía que su respiración se estremeciera cada vez que se acordaba de Sam. Había demasiados recuerdos en ese río, frente a esa casa de campo. Más de los que Lena había soñado ver. El nombre, las golondrinas en las copas, incluso la razón por la que estaba allí en primer lugar. Le hizo echarla más de menos. Le dieron ganas de llorar por su desamor, pero Lena no había llorado en años. No iba a empezar ahora.

ㅤ⠀ㅤ—¿Larga noche? —comentó la mujer mientras levantaba la vista de los bollos recién horneados que estaba colocando artísticamente en un soporte para pasteles.

ㅤ⠀ㅤCuando Lena centró su atención en la rubia, la puerta del fondo de la casa se abrió con una ráfaga de aire frío y alguien entró. La mujer levantó la vista y sus labios se curvaron en una sonrisa mientras sus ojos azules se iluminaban con familiaridad.

ㅤ⠀ㅤ—Maldita sea, ¿has visto el barco que hay enfrente? ¿Qué idiota ciego estaba navegando en él? —dijo una mujer de pelo oscuro y acento norteño atemperado por haber vivido en el sur, mientras pasaba por detrás de la mujer rubia, atándose un delantal negro a la cintura.

ㅤ⠀ㅤIntentando convertir una risa ahogada en una tos, la mujer rubia apretó los labios y lanzó una mirada de disculpa a Lena, antes de volverse hacia la recién llegada. Estaba claro que era una empleada. Una empleada muy guapa, se dio cuenta Lena mientras intentaba no erizarse ante el comentario de la mujer. La rubia le dirigió una mirada mordaz a la otra mujer.

ㅤ⠀ㅤ—Imra —dijo en voz baja, el nombre conteniendo una advertencia que no pasó desapercibida para la mujer en cuestión mientras terminaba de anudar su delantal y miraba con ojos azulados confundidos.

ㅤ⠀ㅤ—¿Qué?

ㅤ⠀ㅤ—Estoy con una clienta.

ㅤ⠀ㅤLena emitió un pequeño sonido de diversión en el fondo de su garganta mientras miraba a Imra. Sus labios se movieron ligeramente, y no se podía llamar una sonrisa, pero había un cierto aire de placer que suavizó brevemente la expresión inexpresiva de Lena.

ㅤ⠀ㅤ—El idiota ciego, por así decirlo.

ㅤ⠀ㅤLas mejillas de Imra enrojecieron y su boca se abrió al tropezar con su disculpa, aunque no pudo evitar reírse al mismo tiempo, mientras la rubia cerraba los ojos y exhalaba suavemente. Cuando la incomodidad del momento se volvió demasiado incómoda, Imra se disculpó de nuevo y se escabulló rápidamente junto a Kara y hacia las mesas abarrotadas, su voz amistosa se dirigió de nuevo hacia el dúo que estaba a ambos lados del mostrador mientras limpiaba las mesas y hablaba con los lugareños.

Casi soy yo de nuevo (Ella casi es tú) - [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora