Casi soy yo de nuevo (Ella casi es tú) - [Supercorp]

Capítulo 7

Sam,

ㅤ⠀ㅤTe echo de menos. Creo que nunca he echado tanto de menos a nadie. Ni a Lex, ni a mi padre, pero te extraño a ti. ¿Es eso malo? Siento que lo es, ¿qué clase de persona no extraña a su hermano o padre muerto? Ni siquiera he llorado desde que murió mi padre, pero ahora tengo ganas de llorar. No lo voy a hacer, obviamente, pero si pudiera lograrlo, creo que lloraría y no podría contenerme. Supongo que eso es lo que pasa cuando se embotella todo durante una década.

ㅤ⠀ㅤTengo que ser sincera, no lo estoy haciendo muy bien. Pensé que esto sería bueno para mí. Un cambio de ritmo, un cambio de escenario. Me permitiría despejar mi cabeza un poco y ordenar algunas cosas. Pero la verdad es que no siento que nada haya cambiado, aunque así sea. Es como si estuviera atascada. No hay forma de avanzar sin superar lo herida que estoy, pero tampoco hay vuelta atrás porque ya me dejaste y ahora no queda nada en Metrópolis para mí. Creo que hace tiempo que no lo hay.

ㅤ⠀ㅤ¿Sabes que el otro día me reí por primera vez desde que te fuiste? Al principio ni siquiera sabía que me estaba riendo, simplemente se me escapó. Y me sentí bien. Me reí de nuevo, y luego me di cuenta de lo que estaba haciendo. Y entonces no me sentí tan bien. No sé por qué, pero se sintió como una traición. La cafetería en la que estoy atascada la lleva una mujer, que se ríe mucho, que hace mermelada y tiene gallinas, y es un lugar tan bonito y le envidio el hecho de que su vida sea tan simplemente perfecta. Hace pan y tiene colmenas y es feliz. Se puede ver que sale de ella en oleadas. Y es la persona que me hace reír, porque su ligereza es casi contagiosa. Sé que es estúpido sentirse mal por reír, pero lo hice. Lo hice porque la última persona que me hizo reír fuiste tú, y ahora siento que algo ha cambiado. Como si una parte de ti se hubiera ido de mí, reemplazada por esta extraña que apenas conozco.

ㅤ⠀ㅤEs la primera de muchos, ahora me doy cuenta, y no quiero. No quiero que otra sea la última persona a la que bese o que otra sea la última persona en la que piense antes de dormir. Quiero que seas tú; siempre quiero que seas tú. Sólo que no quieres que sea yo, y eso es algo que tengo que aceptar antes de irme a París.

ㅤ⠀ㅤSólo quería decirte feliz cumpleaños. Espero que estés teniendo un buen día, y me gustaría estar contigo para celebrarlo. Te daré tu regalo en París. Es ese viejo reloj de pulsera Cartier que nunca pude arreglar. Siempre fue para ti.

ㅤ⠀ㅤTuya,

ㅤ⠀ㅤLena

Una semana había pasado rápidamente, y Lena no había estado en el café desde aquella mañana en que Kara le había preparado huevos revueltos en la cocina. No es que la evitara a propósito ni a ella ni al lugar, sino que Lena se sentía inquieta al estar atrapada en un solo lugar y había comenzado a dar largos paseos. A veces seguía la sinuosa ribera del río, caminando a la sombra de los árboles mientras disfrutaba de los racimos de flores silvestres y plantas que brotaban del rico suelo, y otras veces se dirigía a los campos, saltando vallas y sorteando rebaños de vacas. Había un caballo al que le había cogido especial cariño, y se detenía a darle una rápida palmadita en el hocico durante sus desplazamientos.

ㅤ⠀ㅤCaminaba sin más motivo que el hecho de que el aire era fresco y la vegetación, tranquilizadora. No ayudaba mucho a sus pensamientos, aunque tenía mucho tiempo para pensar, pero le recordaba a Escocia y la tranquilidad de caminar. Menos la infección en el pecho.

ㅤ⠀ㅤPero un martes por la mañana, después de despertarse con el consabido dolor en el pecho y con un estado de ánimo aún más sombrío que de costumbre, Lena garabateó su frustración y su tristeza en una carta, se puso la ropa desarreglada de ayer y se dirigió a la cafetería justo a tiempo para que abriera. El agotamiento pesaba sobre sus hombros y sus ojos estaban llenos de sombras oscuras. Había un aire de derrota en ella cuando empujó la puerta pintada de negro.