Capítulo 9

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Levantó la vista al oír el golpe de los nudillos en la vieja puerta de madera, del laberinto de engranajes y pivotes conectados dentro del enmarañado reloj. Vio cómo su hermano asomaba la cabeza al interior.

ㅤ⠀ㅤ—Lena, ¿tienes un momento?

ㅤ⠀ㅤ—Claro.

ㅤ⠀ㅤEmpujando la lupa en su soporte ajustable a un lado, Lena se enderezó en el taburete de cuero afelpado y dejó los alicates y las pinzas cuando Lex entró, con las mangas de la camisa arremangadas hasta los codos. Había estado trabajando. El olor a trementina, barniz y virutas de madera se apoderó de él cuando se acercó a su escritorio, dedicándole una pequeña sonrisa.

ㅤ⠀ㅤ—¿Es eso un Schneider? —soltó.

ㅤ⠀ㅤAl dedicarle una brillante sonrisa de diversión, Lena arqueó una ceja. El reloj que tenía delante era un reloj de cuco, pequeñas tejas individuales sujetas a una réplica de un chalet de madera de nogal. Estaba pintado a mano y el exterior era todo de madera, desde los diminutos niños, la noria que giraba con la hora y el pájaro que salía de las puertas de madera tallada. Había pasado cinco horas repintando todas las piezas y barnizándolas de nuevo, y ahora intentaba que el mecanismo interno volviera a estar sincronizado, para que cuando tirara de las pesadas pesas que colgaban de las cadenas bajo el reloj, éste se diera cuerda y diera la hora correctamente.

ㅤ⠀ㅤ—Ya sé que no has venido a ver mi reloj —se rio Lena—. ¿Qué es?

ㅤ⠀ㅤSu hermano rodeó el banco de trabajo en el que estaba sentada y se apoyó en el borde del mismo, sobresaliendo por encima de ella mientras ésta permanecía sentada en el alto taburete. Al levantar la vista hacia él, frunció ligeramente el ceño al ver la expresión solemne de su rostro.

ㅤ⠀ㅤ—¿Qué?

ㅤ⠀ㅤ—Necesito que hagas algo por mí.

ㅤ⠀ㅤSuspirando, puso los ojos en blanco.

ㅤ⠀ㅤ—Estoy demasiado ocupada para ayudarte con tu reencuadre. Y sabes que odio el olor a turba.

ㅤ⠀ㅤ—No es eso.

ㅤ⠀ㅤSu voz era tranquila, inusualmente suave y carente de su habitual ingenio. La seriedad cogió a Lena por sorpresa, y enarcó las cejas mientras se giraba en su taburete, apoyándose en la encimera con el codo mientras miraba su rostro demacrado.

ㅤ⠀ㅤ—Necesito que me prometas algo.

ㅤ⠀ㅤLa cautela brilló en sus ojos verdes mientras asentía.

ㅤ⠀ㅤ—De acuerdo.

ㅤ⠀ㅤ—Necesito que cuides del bebé cuando nazca. Y a Sam. Sólo... asegúrate de que estén bien.

ㅤ⠀ㅤ—¿Vas a alguna parte? —resopló ella.

ㅤ⠀ㅤ—Me estoy muriendo.

ㅤ⠀ㅤLa sangre se drenó de su cara antes de que la risa hubiera desaparecido de los suaves pliegues en la esquina de sus ojos o de su boca, y su estómago se revolvió. Miró la cara de su hermano con ojos asustados, con el corazón martilleándole en el pecho, y luego frunció el ceño.

ㅤ⠀ㅤ—No digas esas cosas —espetó, dándose la vuelta en el taburete para coger los alicates con una mano temblorosa.

ㅤ⠀ㅤLex le puso una gran mano en el hombro, dándole un suave apretón.

ㅤ⠀ㅤ—Es cáncer. Está progresando rápidamente. Lo más probable es que me vaya antes de que llegue el bebé. He reservado dinero para ellos, pero... van a ser familia. Tienes mucho amor para dar; creo que van a necesitar algo de eso.

Casi soy yo de nuevo (Ella casi es tú) - [Supercorp]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora