Capitulo 5

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Omnisciente.

-¿Me extrañaste?.- Lauren tomaba asiento al frente de ella, seguía vistiendo igual que cuando se fue.

-Un minuto más y me iba Jauregui.- le señaló, a lo que Lauren solo río negando.

-¿Ya pediste o...?.-

-Ya pedí, de hecho ahí viene el joven.- le comentó.

¿Que se hablaba con tu ex luego de ocho años?

Era lo que Lauren se había preguntado durante todo el trayecto a su habitación y de vuelta al restaurante, la verdad quería saber todo sobre la morena y lo que había sucedido durante estos años pero al mismo tiempo tenía miedo de enterarse de cosas que quizás le dolieran, como él hecho de que Camila tuviera una familia a esta altura de la vida. Aunque eso era lo más cuerdo, a pesar de conocerla tan bien, entendía que la mujer era hermosa, perfecta en simples palabras pudiendo conquistar y llamar la atención de más de alguna persona, si era así lo iba a respetar.

Pero al mismo tiempo deseaba enterarse de cómo siguió viviendo allí, las razones por las cuales llegó a ser directora del hospital, además del hecho de haberle mentido durante los correos que mandó una vez cada año durante estos ochos años. Supuestamente ella estaba en algún otro lugar menos en aquellos donde podía encontrarla, pero le había mentido, más cuando el último correo fue demasiado corto como los últimos cuatro, en realidad sabía que año tras año se iban separando y cortando el hilo que alguna vez las unió.

-Capuccino para usted.- el joven le dejaba el café a la morena delante de ella, junto con su tiramisu. -Y un descafeinado, sin azúcar para usted con un sándwich vegetariano.- señaló poniendo esta vez la taza delante de Lauren.

Lauren frunció el ceño, mirando a Camila de momento que solo sonreía levemente.

-¿Quieres algo más Lauren?.- cuestionó Camila.

-Mi Coca Cola sin azúcar.- señaló haciendo una mueca.

Camila río levemente negando con la cabeza.

-Te la traen después, pero toma algo caliente con lo friolenta que eres y en este pueblo el frío que hace mínimo que tomes algo que te abrigue.- le comentó.

El joven se había ido.

-Puedo abrigarme de otra forma.- dice de manera vulgar.

Camila la miro mal.

-Última advertencia, una más y me voy Lauren.- le señala.

Lauren rodeó los ojos, echando endulzante a su café.

-Sabes que es broma, además antes te encantaba que fuera vulgar.- le recuerda.

-Tu lo has señalado, antes... han pasado ocho años Lauren y la confianza no es la misma, las cosas han cambiado.-

-Buen punto.- bebió un sorbo. -No todo ha cambiado, sigues siendo una adicta al café que ama el tiramisu.- le señala.

-Son placeres culpables.-

-Yo era tu placer culpable, y se que me advertiste pero la dejaste ahí.- se excusa.

Camila negó con la cabeza.

-No te dire nada.- murmuro.

-Igual hay cosas que debes decirme, como el hecho de ¿Por que me dijiste que te fuiste cuando no lo hiciste?.- 

Camila bebió un sorbo de su café, observando de reojo la mirada curiosa de Lauren y como juntaba sus manos delante de su rostro, algunas leves arrugas habían en su frente, muy leves, como las facciones mucho más maduras que antes se hacían presente. Era impresionante como había cambiado en ocho años, y esa cara de bebé que alguna vez vio, ahora era completamente madura, como irradiaba autoridad, seguridad pero al mismo tiempo manteniendo esa leve esencia.

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora