Capitulo 6

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Omnisciente

Lauren dejaba la tarjeta de la habitación sobre la mesa a un lado de la puerta quitándose el blazer, observando de reojo a la morena que miraba todo de manera algo túmida el lugar, hace años que no la veía de esa forma, bajo perfil, sin ganas de decir algo más que nada solo intento pasar inadvertida en esa habitación.

Ahora después de casi trece años cuando hablaron por primera vez notaba cierta timidez en la mujer, quizás era por las miamos recuerdos que pasaban por su mente. Las cientos de veces que habían visto el atardecer una al lado de la otra, o simplemente el estar a solas en la misma habitación, sabiendo que las caricias eran innatas cuando nadie las observaba, donde los abrazos y besos eran imanes de sus entes.

Y cada segundo que pasaba más se daba cuenta todo lo que extrañaba a la morena, su presencia, aunque los años hubieran pasado para ambas era imposible no sentir ese deseo de devolver el tiempo atrás y volver a esos momento donde todo lo que les importaba era estar mirándose por horas, donde en los brazos de la otra sentía paz, tranquilidad, pasión y deseo al mismo tiempo.

Pero a pesar de todo eso, entendía que las decisiones habían sido tomadas, y cuando de Camila se trataba si algo se decidía no había posibilidad de volver a atrás.

"Sabes que si esto se termina no hay vuelta atrás Lauren, y sabes que aunque pase el tiempo no volveré contigo"

"Lo tengo claro, se que es así pero es lo mejor"

"Es una decisión entonces, sabes que no hay retroceso"

-¿Tenía que ser la suite presidencial?.- Camila rompió sus recuerdos en esos momentos con una leve sonrisa.

-Lo mínimo para alguien como yo.- dijo egocéntrica.

-No esperaba menos de todas formas...- Camila se acercó al ventanal observando la costanera y como el cielo se llenaba de colores rojos, lilas, junto con algunas nubes.

La vista era hermosa, más cuando el mar se veía fan calmado, y el sol reflejándose en el agua era la imagen perfecta para aquella tarde, sin duda Lauren tenía razón al decirle que la vista desde su habitación era mucho mejor que verla desde el restaurante.

-¿Te gusto?.- murmuró acercándose a ella parándose detrás de ella.

-Es hermosa, pero ves que no tenía miedo, y de verdad es una postal perfecta.- le comentó.

-Lo es, aunque tu mirándola lo hace aún más.- susurró cerca de su oído.

Camila sintió su cuerpo tensarse al instante ante la voz de Lauren, aquella voz que siempre fue débil, más cuando su respiración se sentía tan cerca.

-Es un buen halago, gracias por eso.- dijo de manera formal.

-Camila, sabes que no debes fingir algo conmigo.- su mano subió a su cabello deslizándolo hacia un lado, para acercar su boca detrás de su oreja.

Camila apretó sus manos, sabiendo que era tarde, que Mat la estaba esperando, pero también sabiendo que ella no podía permitir que Lauren pasara los límites, no cuando ella los había trazado hace ochos años atrás.

Aunque una parte de ella gritaba que le siguiera el juego, porque era esa mujer que tanta locura le provocó, sabía que no era lo correcto, sobre todo cuando el tiempo había pasado notablemente entre ellas.

Sintió el suave tacto de los labios de Lauren en esa zona, sabiendo que su piel iba a reaccionar, sabiendo que todo en ella iba a tambalear, pero habían otras cosas mucho más importantes que tener algo pasajero con su ex.

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora