Capitulo 21

3.1K 329 68
                                    

Omnisciente.

-Esta es la parte que nunca me ha gustado vivir contigo.- anunció Lauren parada en el umbral de la puerta de su habitación principal, donde Camila terminaba de guardar la ropa en los bolsos.

Matteo estaba en la primera planta mirando el televisor mientras tomaba su leche, junto con Alex, aún así ambas estaban atentas ante cualquier situación que le pudiera suceder al Niño.

-Lo se pero no me puedo quedar aquí para siempre Lauren, tengo que ir a trabajar mañana.- le recuerda la morena.

-Deberías pedir una licencia y quedarte más tiempo conmigo.- se acercó a ella, abrazándola por la espalda, dejando un beso en su cuello.

-No puedo, sabes lo responsable que soy además dijimos que las cosas deben ser paulatinas.-

-No me gusta cuando te vas, nunca me ha gustado incluso ahora cuando ha pasado tanto tiempo entre nosotras.- comentó. -Pero lo entiendo.-

-Tampoco me gusta irme.- Camila se giró mirándola. -Nos veremos luego.- prometio.

-Eso espero, tampoco es como que tenga un horario tan flexible.- Apoyo su cabeza en su hombro, sintiendo las caricias de la morena en su cabello. -Intentaré ir luego, pero no sé cuándo pueda hacerlo realmente.- confesó.

-No tienes porque apresurarte, ayer hablamos de hacer las cosas con calmas y se que nos vamos a extrañar, pero también se que nuestras vidas son muchos más atareadas ahora, por lo mismo... debemos ir paso a paso.-

-Pasó a paso.-

Lauren levantó su mirada, sintiendo las manos de Camila en sus mejillas esta vez mirándose directamente a los ojos. La morena fue quien la besó largamente, demostrándole a la chica de mente ansiosa y impulsiva que todo iba a estar bien, uniéndose en varios besos largos, sabiendo que luego no iban a poder hacerlo, pero al mismo tiempo esperando el deseo de volver a verse lo más pronto posible.

-No entiendo como pude separarme de ti.- murmuró Lauren.

-Lo mismo me pregunto.- Camila río levemente. -Solo deja de culparte por aquello, ya sucedió Lauren y ahora vive el presente.- le pide.

-Me cuesta, al ver todo lo que perdí y lamento por repetirlo tantas veces pero sabes cómo soy.-

-Se como eres, te conozco, por lo mismo te lo pido... ademas las cosas sucedieron por ambas, no solo por ti, así que deja de martirizarte por lo mismo una y otra vez.- le pide.

-Lo intentaré.-

Camila asintió, dejando un último beso en su labios, antes de bajar con los bolsos.

Unos minutos más tarde salieron de la casa, yendo a un restaurante nuevamente esta vez más infantil para que el niño se entretuviera unos momentos, sabiendo que el viaje devuelta a casa sería agotador para el menor y también para Camila. Por esa razón, solo se fueron al aeropuerto, sabiendo que extrañaría a Camila más que nunca esos días y también al Niño, porque a pesar de que llevaba poco tiempo a su lado, y las cosas no eran tan simples, su presencia era algo que empezaba a acostumbrarse, más si era parte de la mujer que siempre amo.

Sabía que ese eslabón en su progreso como relación iba a ser el más largo, por solo el hecho de que Matteo había estado acostumbrado a estar solo con Camila durante toda su vida, por ende, que llegara otra persona a la vida de él era sacudir completamente su mundo y eso era algo que no deseaba, invadir su vida y hacerlo sentir incómodo. Ademas que ella jamás pensó que algo así le iba a suceder, menos con la morena, por ende también debía aceptar el cambio radical.

No solo era construir una nueva relación con Camila, sino hacerlo también con Matteo y que él la viera como alguien en quien confiar, creer y también querer, sabía que todo podía ser mucho más enredado para el niño, lo iba a cuidar e iba a ir a su ritmo. Era lo mejor para los tres y más cuando quería tanto hacer las cosas bien con Camila.

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora