Capitulo 17

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Omnisciente.

Lauren llegaba a su casa, dejando la maleta en la entrada, sintiendo su espalda doler por todo el cansancio acumulado, agradecía internamente que le hubieran dado libre al día siguiente sin tener que ir a su trabajo, porque realmente no tenía energías para aquello. Entre el cansancio físico pero también el mental estaban haciendo estragos con su cuerpo.

Habían sido semanas intensas, donde todo sucedió tan rápido, sin poder llevarla a su control y manejarlas, y no estaba hablando del trabajo en esos momentos, porque eso si lo podía controlar. Sino a su reencuentro con Camila, desde que la volvió a ver se sometió en una montaña rusa de emociones, donde al principio la distancia era notable, conociendo lo desconocido entre ellas y caminando por un campo minado porque no querían que alguna bomba explotara para ellas.

Pero las bombas explotaron, y eso le provocaba que miles de emociones salieran a flotes, no se arrepentía de haberse acostado con la morena, sabía que Camila tampoco porque fue un momento único entre ellas, un reencuentro que había consagrado las emociones reprimidas por tantos años entre ellas. Lo tenía claro, sabía que iba a ser mucho más difícil para ella poder sacar a la morena de su mente, más con todo lo que había descubierto.

Le había dolido tener que dejar el pueblo, dejar a Camila una vez más, sentir que habían miles de cosas entre ellas, y sentir que quizás no había una vuelta atrás a lo que en un momento pensó que si podía haberlo.

Desde que supo lo de Matteo y la forma que había interpretado las palabras de Camila, más la última conversación que tenían, comprendía que las decisiones en sus vidas habían sido tomadas. Tampoco era como si puedo era ir y llegar a meterse en su vida, decirle a Camila que lo intentara y crear un vínculo con el niño, no cuando entendía que la morena había planeado todo para ellos dos.

Sobre todo porque no podía llegar e irrumpir de un momento a otro, no cuando no sabían si realmente las cosas iban a funcionar entre ellas. Si estaban con el impulso de volver a verse, de recordar el pasado, pero luego de todo aquello, ¿Que podía suceder entre ellas? ¿Como podrían estar juntas cuando habían miles de cosas entre medio?.

Todo era complicado ahora, más cuando no eran solo ellas dos, y si tal vez se estaba proyectando mucho más allá de lo que debía, pero su mente no podía detenerse en todo lo que había sucedido esas semanas junto a Camila.

C: ¿Llegaste bien?.

Soltó un suspiro al leer el mensaje de la morena, escribiendo un frío "Si". No sabía que más decirle, ni tampoco crear más lazos entre ellas.

Una parte de ella quería hacer como si nada pasó y continuar con el conteo de ochos años sin verse, pero otra y con sus impulsos deseaba poder hacer las cosas diferentes, pero no era una decisión que solo ella podía tomar, sino cuando también estaba Camila, y Matteo entre ellas.

Se sentía en medio de un lío, entre lo que creía correcto, el respeto o sus intenciones, lo que decía su corazón. Pero la realidad es que ahora estaba a kilómetros de distancia de la morena y lo más probable es que no se vieran por un largo tiempo, quizás hasta ochos años más.

La mañana siguiente, despertó más tarde de lo habitual, haciendo ejercicio en el gimnasio cerca de su casa, para luego emprender rumbo a su ciudad natal yendo a ver a sus padres, en especial yendo a buscar a su perrita. Quería distraer su mente lo más posible en esos momentos, sabiendo que su vida solo debía seguir.

-¿Como estás cariño?.- su mamá le pregunto luego de haber comido, jugado con su perra, y ahora comía helado sin azúcar sentada frente a ella.

-Cansada aún, te prometo que si no hubiera sido por Alex no hubiera venido hoy.-

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora