Capitulo 14

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Omnisciente.

Lauren se había ido del hospital con la intriga dando vuelta por su mente, si bien, confiaba demasiado en la palabra de Camila, le creía cuando decía que no sabía nada, pero había una situación la cual le daba vueltas y vueltas por la mente, los tiempos.

Entendía que en dos meses era muy poco para que el director subrogante hubiera aceptado la licitación, haber acordado con la municipalidad y también viendo el avance y supervisión constante de la obra, era incoherente que solo en dos meses se llevara todo acabo, y eso le hacía dudar en cierto punto que la morena no haya estado al tanto, o simplemente hubo una leve negligencia de su parte pero tampoco era posible desde el momento en que ella era quien solicitó la remodelación y aumento de presupuesto.

Rasco su nuca, conduciendo devuelta al hotel luego de haber terminado su jornada en la oficina y que la gran mayoría de sus trabajadores se hayan devuelto a pasar el fin de semana a sus hogares. Sin embargo, ella iba a avanzar en toda esa situación porque habían muchos puntos sin resolver y solo deseaba que Camila realmente no haya tenido ninguna participación o conocimiento, por ende iba a tener que empezar a tomar los informes, fue por esa razón la cual Charles le había mandado todos los documentos de cada persona que podía estar involucrada, además de que Camila había cumplido la palabra de mandarle la información que tenía en su correo.

Estaba agotada, realmente lo único que hubiera querido hacer esa noche era haber estado con la morena, porque en cierto punto una cosa era la directora Cabello y en otro era Camila, la mujer que no salía de sus pensamientos en todo tipo de ámbito, hubiera deseado haber ido a comer con Camila.

O mejor dicho comerse otra vez, también entendía que no eran adolescente, y que Camila tenía razón al decirle que debían hablar de lo sucedido entre ellas, habían cruzado un límite, uno que provocaba que las cosas se alteran. Ella estaba alterada y llena de impulsos como siempre supuso que pasaría si se volvía a enredar con la morena, pero al mismo tiempo era consciente de que habían pasado un montón de cosas durante estos años y sobre todo, que a pesar de haber tenido un encuentro más íntimo entre ellas, no significaba que todo lo demás había cambiado.

Las cosas no se arreglaban con solo una noche, y menos sabía las intenciones que tenía Camila. Porque por ella lo intentaría una y mil veces, pero no podía olvidar que para su ex cuando se terminaba una relación en especial la de ellas era para siempre sin vuelta atrás, en ese sentido sabía que probablemente el hablar entre ellas podía terminar otra vez con todo o hacer como si nada sucedió, en el mejor de los casos intentar abrirse a la otra.

Extrañaba a Camila, y no había sido tan feliz desde cuando estaba con ella, de algún modo volver a verla había juntado algunas de esas piezas rotas que la vida le había dejado en el momento en que todo entre ellas se terminó. Sabía que su mundo se había completado nuevamente porque un amor tan fuerte y real era casi imposible olvidar, menos cuando se trataba de ellas.

-Acabo de llegar al hotel mamá.- anunció Lauren a través de la videollamada con la mujer.

-¿Mucho trabajo?.-

-Demasiado, no sé en que estaba cuando se me ocurrió estudiar Derecho.- bromeó, su mamá río.

-Tu solita te metiste en todo eso, nadie te mando.-

-Tu pudiste salvarme de aquello.- exagero moviendo sus manos, terminando de ponerse el pantalón de buzo. -¿Como está mi bebe?.-

-Me tiene vuelta loca, anda corriendo y saltando por todos lados, y tú papá... le dio de los sobres.-

-¡Pero mamá te dije que no!.- exclamo soltando un suspiro. -Es mi tercera perrita y la tercera que la hace adicta a esa cosa.-

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora