Capitulo 7

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Omnisciente.

Dos días más tarde por fin tenía día libre, era fin de semana y necesitaba el descanso más que nunca, entre todo lo que estaba sucediendo y más el recuerdo constante de Camila en su mente, habían sido días agobiantes, complicados, intensos e inclusos creía que en cualquier momento terminaría gritándole a alguien en su empleo.

Se contuvo, no era el tipo de persona prepotente, pero ver como las cosas no estaban funcionando por personas que realmente no tienen vocación, vergüenza y enterarse más de algún delito de carácter administrativo pero también persiguiendo las vías penales. Sabía que su función, su cargo al igual que el de Gerry iban a ser más que cuestionado por la opinión pública, por los mismos funcionarios, partidos políticos, entre otras personas que incluso eran capaces de jugar de las formas más sucias para salir ilesos.

Toda la situación era agobiante, pero ir a la casa de sus padres era un alivio, al menos el hecho de distraerse, ver a sus sobrinos, su hermano, sus padres, era algo que a hacía salir de la órbita de su trabajo, sobre todo cuando habían pasado algunos días sin verlos, en especial a sus sobrinos.

-Tengo más hambre que ganas de vivir.- anunció tomando asiento en la mesa.

-¿Ese milagro que tengas ganas de comer?.- la molesto su hermano.

Su único hermano, Chris.

-El mismo milagro que a ti se te quiten las ganas de comer.-

Chris la miro mal pero luego río negando.

-Era sin molestarse.-

-Lo sigue siendo.- anunció Lauren mirando cómo su mamá llenaba la mesa de comida.

Y su cuñada nunca le ayudó mucho, siendo ella quien siempre terminaba en la cocina siendo una sirvienta para su madre, al menos ese día había llegado más tarde librándose de sus funciones.

-¿Como estuvo tu viaje cuñis?.- cuestionó la esposa de Chris.

-Intenso.- dijo con una sonrisa.

Tiffany era una de las personas con las que más confianza tenian, fue la primera de su núcleo familiar enterarse que le gustaban las mujeres, incluso de encubrir su relación por un momento con su primera novia, para luego ser su confidente y acompañante en las penas de amor. Habia visto de cerca su evolución en la relación con Camila, pero al mismo tiempo fue un gran soporte para lograr salir del closet, confiar que no todo estaba tan mal y por otro lado acompañarla en el momento que es historia con la morena terminó.

Además de su hermano que con los años se había vuelto un ente en su vida el cual podía confiar, y escuchar algunos consejos.

De todas formas, agradecía la presencia de ellos, más cuando necesitaba hablar con alguien de lo que habia sucedió con Camila y su reencuentro.

-¿Muy mal estaban las cosas?.-

-Demasiado, de hecho debo volver a viajar un par de veces más y creo que casi tiempo no tengo.- confesó bebiendo un poco de coca cola sin azúcar.

-O sea como país andamos de maravilla.- dijo con ironía.

-Exactamente... siento que me pondrán la soga al cuello un par de veces.- Comentó viendo a su mamá tomar asiento en la gran mesa finalmente.

Su papá terminaba de jugar con uno de los niños para reunirse poniendo un partido de fútbol en el televisor que estaba en el patio.

-No me agrada mucho la idea que viajes tanto.- confesó su mamá. -Entiendo que debas hacerlo, pero igual casi no te vemos.-

-No puedo renunciar a esas situaciones, además es ir y volver.- le quito importancia. -Si quiero mantenerme en el cargo debe ser así, ¿o no papá?.-

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora