Capitulo 13

2.7K 338 122
                                    

Omnisciente.

Camila observó cómo el rostro de la mujer a su lado se relajaba completamente, junto con los ojos cerrados, se había dormido, cuando ambas se habían quedado completamente en silencio, dejando que solo su mente pensara en todo lo que había sucedido entre ellas esa noche.

No podía dejar de pensar en cómo había estado tantos años lejos de la mujer, sin sentirse, sin tocarse pero sobre todo era inevitable no pensar en cómo a pesar del tiempo Lauren era la única persona que podía hacerla sentir de esa manera. Como con un solo beso provocaba que su cuerpo fuera débil, y como aún la mujer sabía cuales eran sus puntos sensibles, los lugares donde la llevaba al Máximo placer, y también logrando que perdiera el mayor control.

Y Lauren estaba como una mujer de treinta años soltera, con una vida sexual activa, con un cuerpo que se veía que la mujer seguía obsesionada por mantenerse dentro del peso ideal, además que con la comida era súper estricta menos con la Coca Cola sin azúcar. Pero volviendo a lo hermosa que era, Lauren era una mujer mucho más madura ahora y no hablaba de su interior, sino de su exterior, lo había notado, y le fascinaba.

Aunque había pasado años intentando superar a su ex, se reía de sí misma viendo cómo todas sus barreras fueron rotas por aquella mujer que ahora dormía a su lado. Sonrió levemente, acariciando su mejilla unos segundos, antes de girarse dándole la espalda a la mujer, pero como en los viejos tiempos la mujer se giró al sentirla lejos abrazándola por la espalda, acercándola más a ella.

Cerró sus ojos, perdiéndose en sus pensamiento y la emoción del momento, sintiendo el sueño golpear su cuerpo con fuerza, relajándose entre los brazos de aquella mujer, sintiéndose tan tranquila como hace años no lo hacía, y eso le fascinaba, porque a pesar de todo habían cosas que no cambiaban.

Su burbuja de sueño, se rompió con la alarma resonando en el celular de la abogada, tal como la otra vez a las seis y media de la mañana. Lauren estiró su mano adormilada sin soltar el amarre con la morena para deslizar el dedo por la pantalla apagando el maldito sonido.

Camila se removió entre sus manos, quejándose un poco, sintiendo su cuerpo doler, claramente había perdido la costumbre de una noche como la anterior.

-Va a sonar otra en cinco minutos.- anunció Lauren susurrando.

-¿A que hora llegas a trabajar?.- cuestionó Camila pasando las manos por sus ojos, viendo cómo el sol aún no aparecía.

-Siete y media, normalmente entró a las ocho, pero acá prefiero llegar antes para comenzar a trabajar apenas lleguen los funcionarios.- comentó.

-Con lo que te gusta despertar temprano.- ironizó.

Lauren río levemente mirándola.

-Aún no me acostumbro, pero debo confesarte que despertar contigo hace que sea mucho más fácil.- la miro, para intentar besarla.

Camila negó.

-No nos hemos lavado los dientes aún.-

-No me importa, nos lavamos después de tirar, ahora bésame.- le pidió.

Camila se rio negando con la cabeza, para sentir como Lauren la besaba suavemente, siendo inevitable corresponderle a ese beso. Sintiendo como se profundizaba al instante entre ellas, y viendo cómo el cuerpo de la otra mujer se subía cada vez más sobre el suyo quedando entre sus piernas.

-Lauren...- Camila murmuró.

-¿Estás muy agotada?.-

-No, estoy muy caliente y me da rabia que sea tan rápido.-

El pasar del tiempo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora