LOBO (YiZhan)

Capítulo 5

El alfa estaba inquieto.

Sus pensamientos y deseos eran...

¡Ilegales y prohibidos!

Nada tenía lógica en este momento, Wang Yibo se sentía débil y a la vez, una fuerza sobrenatural parecía querer aflorar desde su interior.

¡Ese omega rebelde, desobediente y reacio a seguir órdenes, tenía la culpa!

Cuando Xiao Zhan parecía haberse quedado dormido, de su cuerpo comenzó a desprenderse un dulce y exquisito aroma; ¡Eran sus feromonas!

Wang Yibo frunció el ceño e intentó despertarlo, pero le fue imposible cuando mayor cantidad de feromonas omega fueron liberadas ¿¡Por qué no había tomado sus malditas pastillas inhibidoras!?

El espacio dónde ambos se encontraban encerrados parecía tornarse más y más reducido con la esencia del omega adueñándose poco a poco del aire restante.

El oficial Wang se alejó lo más posible del cadete, mientras reprimía el impulso latente, retorcido y alarmante que quería adueñarse de él...

Aunque su intento se sentía patético e ilógico al estar ambos encerrados en la diminuta oficina de Hu Yi Tian y con la única puerta de escape bloqueada por un sofisticado sistema, el alfa debía admitir que Xiao Zhan tenía razón al nombrar la habitación cómo una trampa mortal si sólo Hu Yi Tian podía desactivarla, pero no lo afirmaría en voz alta, aunque él en carne propia también la sentía como tal.

Si el problema con las feromonas del omega adueñándose del reducido espacio no parecía ser suficiente, las garras del alfa -que hasta el momento él quería hacer pasar cómo imaginarias-, amenazaban con salir nuevamente.

Dioses.

El alfa trató de mantener la calma pero le fue imposible con el lento correr del tiempo y con su cuerpo sufriendo una extraña e imposible metamorfosis, sus recuerdos y dudas que arrastraba desde sus orígenes conscientes, no ayudaban en absoluto...

-Dice el mito, que al nacer Lobizón, brilló en los cielos la conformación de estrellas conocidas como "Las Siete Cabrillas" en señal de que la maldición que afligía a Taú y Keraná había cesado. Según la Mitología Guaraní, este monstruo y sus seis hermanos aún deambulan sobre la tierra -Haikuan leía parte de un viejo artículo a sus hermanitos menores.

-¡Nosotros somos seis! -Darren exclamó entusiasmado, mientras contaba con los pequeños dedos de sus manos a cada uno de sus hermanos.

-Shhh. Déjalo continuar -Hao Xuan le arrojó un almohadón a Darren.

-Se trata de una criatura mitad hombre y mitad bestia -Haikuan continuó, ignorando la pequeña lucha de almohadas-, cuya figura guarda similitudes con la leyenda europea del hombre lobo. Es un mito muy popular en Sudamérica, en donde existe la creencia de que el séptimo hijo varón, al llegar a la adolescencia, se transforma en lobisón.

-¡Entonces... Yibo-Didi es el lobizón! -Jackson exclamó con sorpresa. Haikuan negó la afirmación de Jackson y trató de concluir la lectura para liberarse finalmente de la creciente curiosidad de sus hermanos:

-Se dice que los días martes y viernes, al comenzar las sombras de la noche a adueñarse de pueblos y comarcas, Lobizón pierde su forma humana para transformarse en un perro de horrible aspecto, quizás un lobo de dientes afilados y un tanto diabólico -Haikuan susurró creando una atmósfera de suspenso-. A la media noche, con ojos relampagueantes, sale en busca de seres humanos para convertirlos en otros lobizones, lo que logra asustándolos y pasando por debajo de las piernas de los hombres que sorprenden en su maléfico paseo nocturno. A veces las jaurías de perros lo persiguen y ladran sin acercarse. Un olor nauseabundo le acompaña, su aspecto hiela la sangre en las venas y enloquece a los hombres que se dejan sorprender.