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Taila

Estoy parada en la cafetería de mi universidad sujetando una charola de comida. No dejo de preguntarme cómo fue que llegué aquí.

Hago contacto visual con la mesa en la que están mis amigas, si es que todavía puedo llamarlas así, y al percatarme de que también me vieron suspiro resignada para seguidamente caminar hacia ellas.

Con todo lo que me ha pasado no he podido evitar reconsiderar si realmente estoy cómoda con esta amistad. No es como que considere que son malas personas, simplemente se siente como si todo fuera falso, como si no pudiera ser yo misma estando con ellas, pero fue lo mejor que pude encontrar al entrar a la universidad para evitar quedar sola y aislada del grupo.

En realidad, no necesitaba mucho, solo algunas personas con las que pudiera hacer trabajos en equipo y perder el tiempo libre en la escuela. En cuanto a mi vida privada, ya tenía a mi mejor amiga de la infancia, Mai, y a mi novio, Arthit. Aunque, claro, no contaba con que esto pudiera cambiar de la forma en la que lo hizo.

— Vaya, ya van tres días seguidos que vienes a comer con nosotras.

Como era de esperarse, la primera en hablar fue Lawan, le gusta ser el centro de atención más de lo que quiere admitirlo, con su cabello rubio que obviamente fue teñido, pero sigamos fingiendo que le creemos cuando dice que es natural, aunque ni siquiera haya hecho un esfuerzo porque el color de sus cejas combine.

— Es verdad, habíamos pensado que ya no te veríamos por aquí —agregó Malee.

Ella es prácticamente la sombra de Lawan, no duda en imitar y apoyarla en casi todo. Aunque siendo así me sorprende que no se haya teñido el cabello e incluso conserve su color castaño natural.

Déjenme en paz, yo tampoco quiero estar aquí. Si por mi fuera estaría en otra parte, pero me lo prohibieron.

Bueno, la verdad es que no me obligaron a nada, yo solita me lo busqué, pero solo es un mal necesario para tratar de salir del problema en el que me metí.

Traté de no darle mucha importancia a sus comentarios y simplemente me senté, deseando en mi interior que se apresuren en cambiar de tema a uno que no tenga que ver conmigo.

— ¿Acaso ya te cansaste de perder el tiempo con Type?

Y ahí va, justo lo que quería evitar. Esperaba ese golpe Lawan o Malee, pero no de ti, Nin.

Puedo decir que, de las tres, ellas es la que más me agrada, a veces hasta parece desentonar ya que luce más madura, aunque puede ser que lo que le da ese aspecto es el color oscuro de su cabello junto a sus gafas.

Si lo pienso bien, todo esto es en gran parte culpa de ellas. Hace un par de meses mi vida era bastante tranquila y predecible, hasta que cierta persona empezó a aparecer en ella.

Al principio lo único que sabía de él era que es el chico que les gustaba a mis amigas, aunque ninguna tuvo el valor para hablarle, solo se mantuvieron viéndolo a la distancia.

Probablemente la más obsesionada con él era Lawan, incluso organizó todo para que fuéramos a ver el partido en donde participó el equipo de fútbol donde juega.

Esa fue la primera vez que lo vi.

No tenía pensado asistir al festival de la universidad ya que yo no iba a participar en ningún evento, pero mi novio canceló a última hora nuestra cita, ya era la tercera vez que lo hacía, así que necesitaba algo con lo que distraerme para lograr desvanecer mi fuerte necesidad de estrangularlo.

Cuando me encontré con ellas en las canchas de la escuela me sentí agradecida al comprobar que no llevaban ninguna pancarta ni nada que llamara tanto la atención, con lo mucho que hablaban de ese hombre lo creía probable.

Destinado a amarteOnde histórias criam vida. Descubra agora