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Patee la puerta con fuerza haciendo que todas las miradas de los presentes se dirigieran hacia la puerta. 

― ¡No te atrevas a firmar ese contrato y dirigirte a la quiebra, Nishimura! ―ordené de manera firme manteniendo un semblante frío. 

― ¿Ahora que mierda quieres? ―preguntó el contrario mirándome. 

― Detener a un maldito estafador. ―contesté su pregunta dibujando una sonrisa sarcástica para cambiar nuevamente a un semblante serio.

Mostró un gesto de miedo en sus ojos y sus palabras se comenzaron a entrecortar, mientras el joven lo miraba de manera detenida seriamente, esperando alguna respuesta de su parte, pero se mantuvo en silencio, dándome la razón. 

― Al parecer no pudiste bloquear del todo la información, Booster ―alcé ambas cejas de manera lógica acercándome suavemente a su silla, tomándola fuerte de forma que se hiciera para atrás y me alejará cayendo al suelo. 

Los murmullos se hicieron presentes, haciendo que alteraran al joven Nishimura pidiendo que se detuvieran de una vez. Repentinamente me acerque a él y le cedi la carpeta con toda la información, las cuales comenzó a leer con detenimiento. 

― Eres una mierda Booster ―pronunció con rabia lanzando la carpeta al suelo― este contrato queda anulado. ―agarro la hoja y la comenzó a romper haciendo que los pedazos cayeran al suelo.

El mencionado se paro rápidamente del suelo con intenciones de salir corriendo, pero lo tome del cuello de su traje trayéndolo hacia mi, lo voltee de manera brusca tomándolo de los hombros y lo miré. 

― Sabes que de está nadie se salva. ―le advertí de manera repugnante para darle una patada en el estomago y un cabezazo que lo dirigió a la pared para terminar de golpearse, cayendo al suelo.  

Me di la media vuelta sin antes acomodar mi cabello y quitarme los lentes. 

― Fue un gran trabajo para mi de haberlo sacado de está pesadilla, señorito. ―mencioné con un tono burlesco haciendo una pequeña reverencia.

Salí de ahí, escuchando un leve pare del chico, simplemente los ignoré y baje de manera rápidamente hacia la entrada para salir de una vez por toda del sitió, antes de lograr salir del lugar fui tomada por la muñeca de manera sutil, pero con fuerza para darme la vuelta. 

― Ahora que mier- ―fue interrumpida por la voz ronca del chico. 

― Por favor dime tu nombre, solo pido eso. ―fue lo único que logró pronunciar con su voz agitada intentado retomar el aire. 

― Es algo lo cual no puedo darte. ―contesté por fin mirándolo a los ojos.

Me tomó de la cintura apegándome a él, mientras la otra mano la sostenía y la mantenía arriba, haciendo que nuestros rostros quedaran separados por algunos centímetros. Ambos podíamos sentir nuestras respiraciones, por alguna razón baje mi mirada a sus labios, él hizo lo mismo, esa poca separación quería ser cortada por ambos. 

― Por favor... ―suplicó esta vez suavemente haciendo que mis nervios se encendiera, su voz era tan suave y hermosa, que hacía que quisiera hacer todo lo que jamás pude haber hecho. 

Me acerque más a él solamente dejando nuestras bocas a un centímetro de distancia y por fin pude murmura mi nombre, algo que jamás me había atrevido a hacer. 

― Amely, soy Amely ―contesté por fin― Solo no le digas a nadie que lo sabes ni mucho menos que estuve aquí, por favor. ―le pedí amablemente. 

Estaba dispuesta a separar de él, hasta que sentí sus labios contra los míos, mis ojos se abrieron como platos, pero al sentir el movimiento envolvente que prevenían de sus labios no pude evitar corresponder. 

Deslicé mis brazos por su cuello sintiéndome atrevida, mientras él poso sus manos en mi cintura intensificando más el beso. Sus labios eran totalmente suaves, la carnosidad que tenían en su poder era increíble, se iba a convertir en una nueva adicción. 

Ambos nos separamos por falta de aire mirándonos los dos a los ojos tratando de recuperar el aire. 

― No crees que besar a alguien que conoces es muy apresurado? ―le cuestioné soltando una risa. 

― Dejamos de ser desconocidos al saber el nombre de cada uno, y al parecer ya sabías mi nombre, solamente me faltaba el tuyo para saber que eras el amor de mi vida. ―contestó directamente acercando una de sus manos a mi mejilla acariciándola suavemente. 

― Y de aquí a que me vuelvas a ver, es algo difícil. ―reí dulcemente. 

― Puedes darme tu número? Si no es mucha molestia. ―pidió tímidamente. 

Saque un papelito de mi bolsillo trasero que tenía mi número y se lo entregué. 

― Sabia que serías tu a quien tenía que salvar y lo admito que llamaste mi atención desde que ti, pero tienes mucha competencia. ―confesé y el chico abrió sus ojos sorprendido para volver a una mirada sensata. 

― Con tenerte, no me importaría compartir o si? ―me volvió a besar esta vez de manera tierna, así que sin dudarlo correspondí dejándome envolver nuevamente por esos labios con sabor a fresa.

Esos labios que próximamente se volverían mi adicción. 

 ❝ Y me enredarían de manera inesperada❞

Endless Choice | Enhypen.Kde žijí příběhy. Začni objevovat