『Día 3』

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Él día estaba especialmente nublado y frío, tenía la suerte que su traje de héroe era térmico así que no había tanto problema con ello, solo con el gélido aire que respiraba.

Izuku iba de camino al refugio con el ramo de Rosas en mano, bien, no era grande y frondoso como el del día anterior (porque él termino con casi todo el stock de flores al pedir las 500 Rosas del bouquet. Oops) al cruzar las puertas del refugio sintió el calorcito y el mar de aromas por todo el lugar, frunció la nariz al ser demasiado empalagoso cosa que lo hacia sentir subir el azúcar en la sangre, él buscaba 3 aromas en especial. Una Beta encargada del refugio le dio la bienvenida indicandole el paradero del ojirubí y con un agradecimiento entró al lugar a buscarlo.

No tardó mucho en divisarlo, con sus dos cachorros como siempre, los tres estaban sentados en el pasto del jardín, tomando un poco de sol parecía estar distraído en una actividad con Yoshio así que con paso lento y silencioso se acercó a él plantando el ramo de Rosas a la altura de su cara.

-Hola de nuevo.- susurró con un tono cantarín.

Katsuki estaba tratando de enseñarle a Yoshio a leer, actividad que le parecía complicada, porque primeramente no era docente, y segundo porque el menor no quería estudiar sino jugar y Kaori tampoco facilitaba las cosas, por lo que estaba un poco estresado. Mientras le insistía a Yoshio que leyera un pequeño texto de una revista vieja para niños que encontró entre las cosas del refugio en su intento de educar a su pequeño ya que no podía ir a la escuela.

Por el estrés, le costó entender un poco más lo que estaba pasando. Pero en cuestión de segundos, el gritito de Yoshio diciendo "¡Deku!" hizo a Katsuki sonreír. Se volteó, encontrándose con ese apuesto alfa justo a sus espaldas. ¡Había venido otra vez!... No esperaba ser sorprendido con tan hermosas flores.

-Deku-dijo, en un hilo de voz para sí mismo y de inmediato tomó las flores para verlas de cerca. Sus mejillas se sonrojaron, casi tanto como el color de las rosas-. Heh. ¿Qué tal, héroe?- abrazando las flores, comenzó a ronronear. Eran su tesoro. La muestra del interés del alfa que ya tenía tres días seguidos visitándolo en el refugio.

Una vez el cenizo tomó el bouquet se sentó a su lado tomó gentilmente las mejillas del contrario atrayendolo poco a él y robarle un beso en sus mejillas y cabello. Su corazón salto de gusto al escucharlo ronronear de gusto. -Estoy bien ahora que estoy con ustedes- dijo con una calida sonrisa adornando su rostro -¿Qué hacen?- pregunto al notar la revista y la amargura en su aroma.

El omega interior del de mirada granate se removió feliz por lo placentero de ser destinatario de los besos de Deku. Y lo que decía..., vaya, ese alfa era el sueño de cualquier omega. No por la fama, el dinero, o porque fuese héroe. Era por su personalidad tan increíble y dedicada que Katsuki había caído redondito de amor por él.

-Mami me enseña a leer -dijo Yoshio, repentinamente interesado en la revisa (¡pero hace poco no quería ni mirarla!), la cual tomó y levantó para enseñársela a Deku-. Aquí dice "árbol", ¡ya sé leer!

Katsuki viró los ojos -Es un genio de la lectura -murmuró, en tonito de broma, mientras le guiñaba un ojo a Deku. Él le había dicho que ahí decía árbol, pero bueno.

-¡Así es! -exclamó Yoshio, con una inmensa sonrisa.

Deku sonrió al recordar el aroma amargo que sintió provenir del Omega que le hizo saber que antes de su llegada le hizo pasar uno que otro coraje -Eres un muchachito muy listo- elogio acercando nuevamente su mano a su cabello revolviendolo juguetón -¿Y podrías leerme la palabra que sigue? Me gusta mucho escucharte leer.- Lo incentivo, estaba seguro que inconscientemente fue aprendiendo, pero no tenia mucha motivación para ponerlo en practica.

30 days to fall in love (DekuBaku) [Omegaverse]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora