『Día 22』

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Una vez más, salir a la calle junto al pequeño, pero no menos bello ramo de rosas, llamando la atención de todos, fotos y una que otra entrevista Civil. Lo tenía agotado, demasiado, más ahora después de otro triunfó derrotando un grupo de villanos ¿de dónde salen tantos?

Al llegar al refugio, justo en el jardín donde se le informó que Katsuki junto a los bebés. Se sentó a su lado una vez los saludo, plantó un beso sobre su sien antes de bostezar y suspirar apoyándose sobre el hombro del cenizo.


—Katsuki... Omega... — susurro, llenando sus pulmones de su dulce aroma —mh, necesitaba esto para recobrar energías.

Era inusual verlo tan cansado, siendo que Izuku era un héroe tan enérgico... Recibió las flores y se contentó por eso, pero sus instintos estaban muy concentrados en el cansancio del alfa. ¿Qué podría hacer para ayudarlo, mh?

Los bebés no estaban necesitando atención en ese momento, así que...

Puso el ramo a un lado, y se palmeó el regazo para llamar su atención. —Acuéstate. —Señaló sus muslos.

Izuku gruño bajito, rodeando su cuerpo en un abrazo apegándolo más aún a su cuerpo besando su mejilla con un beso tronado.

—No dejas de ser tan perfecto— en un momento "normal" Le daría mucha vergüenza aceptar, pero su cansancio se lo permitía. Con la vergüenza que aún cargaba poco a poco se recostaba en sus piernas hasta finalmente acomodar su cabeza en ellas.

Era algo tan... Maravilloso.

Katsuki relajó el ceño, el rostro, el alma. Y suspiró profundo, llenándose los pulmones del rico aroma de su alfa.

Vaya que le gustaba muchísimo...

Con algo de vergüenza, sin saber si le gustaba, Katsuki se atrevió a llevar sus dedos cariñosamente a través del cabello de Izuku. Dejaba suaves y lentos masajes sobre su cabeza, esperando que eso pudiese ayudarle a sentirse mejor.

Su otra mano, acarició su pecho, a modo de un abrazo flojo y a lo lejos. ¿Era bueno? ¿Se sentía bien?

Cerró los ojos, relajado, dejándose llevar por cada caricia propiciada por el Omega, y su rico aroma que lo acompañaba.

Se sentía en un spa relajándose con inciensos y masajes a su espalda, solo que esto era mucho mejor. Muchísimo mejor. Era el aroma y caricias de su amado, no podía pedir nada mejor que eso.

—Buen Omega... Perfecto— susurró, por parte de él y su agotado Alfa enamorado.

Su cuerpo reaccionaba mucho a sus halagos. Sentía el cosquilleo recorrer su espalda, sus costados, incluso sus brazos. A veces se le erizaba la piel, y se le subían los colores al rostro.

Era... tan fácil sentirse complacido, cuando su alfa le recordaba a todo momento que era perfecto para él.

Ronroneó, satisfecho, y continuó acariciando su cabello.

—Puedes quedarte y tomar una siesta... —comentó—. Estaré aquí para ti, ¿bien? No tienes nada que temer.

Quizás era divertido viniendo de un omega diciéndole eso a un héroe, pero... realmente quería sentirse capaz de poder cuidar a su alfa.

Al escuchar sus palabras inmediatamente atrapó la mano del contrario por la muñeca tirando poco de esta hacia sus labios dejando un beso bien merecido en el dorso de esta y nudillos, volviendo a abrir los ojos poco a poco encontrándose con los ojos color granate.

Sonrió.

—Estaré en buen cuidado— susurro, dejando un nuevo beso —pero no quiero dormir, quiero estar todo el tiempo consciente contigo.

El cenizo solo negó volviendo a acaríar su cabello y su mano aún acogida en la callosa mano del contrario.

—Debes dormir, se te ve muy cansado.

—Estoy bien. — bostezo — Mejor cuéntame de tu día.

Decidió darse por vencido y seguir sus caricias, dejar salir un poco sus feromonas para relajarlo y posiblemente hacer que finalmente se duerma.

—Todo bien, los mocosos están siendo cuidados y vigilados por los cuidadores y omegas mientras ellos juegan.

—Más tiempo para nosotros, eh. — Dio un besito más en el dorso de su mano.

El calor subió a las mejillas palidaz del cenizo sonrojándolas en el proceso. Un tiempo a solas... No esta para nada mal, pero no puede ni se atreve a hacer algo más que acariciar su cabello y dejarlo recostarse en sus piernas.

No importa. Solo estar en su compañía le bastaba.

—¿Y tu, Izuku? ¿Qué hiciste antes de llegar al refugio?

Suspiró. Hah, recordar su jornada diaria lo agotaba más.

—Derrotar villanos es mi trabajo, pero ¿Por qué salen tantos? No puede estar el mundo tan contaminado, no es muy seguro para nuestros cachorros — dijo "inconsciente" sacando una sonrisa de los labios del cenizo.

Sí, sus cachorros.

—Y también los aficionados preguntando a quien estoy cortejando — volvió a suspirar —Aún no es momento de decirlo, habrá algún boca suelta que lo diga a los medios y eso podría ser peligroso para ti y los bebés.

—¿Peligroso?

Mierda no quería preocuparlo... —Los medios de comunicación podrían venir e interrumpir la paz del refugio.

El cenizo solo asintió sin dejar de ver los ojos esmeralda del pecoso.

Izuku solo le sonrió para tranquilizarlo, no había nada de que preocuparse él siempre estaría para ellos. Para cuidarlos.



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Dos capítulos en un día, me sorprendo de mi misma. Jajajaja. 

¡Espero les haya gustado! No olviden en votar, compartir y comentar

¡Nos leemos en el próximo capitulo!

30 days to fall in love (DekuBaku) [Omegaverse]Onde histórias criam vida. Descubra agora