『Día 8』

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200 Rosas o bueno, fue lo que la dependienta le dijo apenas entró a la floristería sorprendiéndolo con un enorme ramo de brillantes Rosas Rojas. Se demoró un poco dentro del local platicando con la Omega el como le fue el día anterior felicitándolo por todos los avances que llevaba con su cortejo. Él todavía no cantaba victoria, faltaban más días para saberse aceptado por el Omega y por ello se esforzaría, no se iba a dar por vencido.

Llegando al refugio como siempre fue bien recibido y guiado hasta la Sala donde Katsuki se encontraba llegando y saludando como siempre lo hacía con el ramo de Rosas delante de él.

Katsuki recibió a Deku ese día vestido (y maquillado, ¡con brillo labial!) con ropa que no era el uniforme del refugio. Le quedaba un poco holgada, pero se le veía realmente bien. La ropa era cortesía de un beta trabajador del refugio, quien tenía un aroma nada perceptible. Yoshio estaba cuidando a la bebé en su habitación del refugio, y prometió correr hacia ellos si sucedía algo.

Ese día Katsuki estaba enteramente para Deku quien ahora él había pasado a ser el sorprendido al verlo, tan precioso, aún si la ropa le quedaba holgada se veía hermoso... ¿Eso era maquillaje?

Sus piernas estaban temblando, sus manos sudando, toda la sangre había corrido hasta su cara pintando sus mejillas y orejas de color rojo. Quería mandar todo al demonio, acercarse a él y besarlo como si su vida dependiera de eso, pero... No... Podría tirar a la basura todo lo que había logrado del cortejo...

...Trago saliva y con paso lento se fue acercando al Omega...

-Katsuki-san- hablo con voz baja y con una vibrante sonrisa -luces tan... hermoso...

El nombrado esbozó una sonrisa de labios cerrados, bajando la mirada hacia las rosas, tan rojas como sus mejillas ahora que había recibido la aprobación de su alfa. No solo sus palabras lo conformaban, también su aroma demostraba que le gustaba -¿En serio? -canturreó-. Hoy quise salirme de la rutina. Ya sabes. Probar con otro aire. -Guiñó.

Como el cómico lobo de las caricaturas americanas su Alfa aulló de gusto. Debía calmarse si no quería tirar todo por la borda. -Te ves delicioso.. ¡Digo! ¡Maravilloso! Ugh...- Oculto su cara con el ramo de rosas inhalando y exhalando calmando los latidos de su corazón.

Katsuki quedó paralizado por ese comentario, pero no en el mal sentido. Es que de pronto sentirse atractivo (¡deseado!) por el alfa que le gusta hizo que su omega interior se derritiera de gusto.

-Gracias... -le dijo, sonriente, en voz bajita porque todavía estaba impactado-. Ayer me sorprendiste. Ahora estamos a mano.

-V-Vaya que lo conseguiste- de pronto su valentía abandono su cuerpo ¡Eso era demasiado-! Quiere besarlo, abrazarlo, jamás soltarlo. Bajo el ramo de Rosas dejando ver nuevamente su sonrojada expresión. -De verdad l-lo hiciste. Si ya eras hermoso ahora lo eres más, Katsuki, haces que me enamoré más de ti.

『Día 8』
↳[Parte 2/???]

Su omega estaba feliz, muy feliz. Le encantaba sentirse atractivo para él, como si pudiese de alguna manera llenar el espacio de un omega virgen para su alfa.

Sabía que dentro de los niveles de respeto, estaba en los más bajos. Debía esforzarse para poder complacer al alfa que había decidido cortejarlo a pesar de eso -Me gusta escuchar eso -canturreó, acercándose otro poquito a él. Su aroma le encantaba tanto...

Sin demora ni aviso Izuku tomo la cintura del contrario con su brazo libre apegandolo más a su cuerpo inclinándose a ocultar su rostro entre el cuello y hombro. Inhalo fuerte, su dulce y rico aroma apengandose más a su cuello rozando la piel de este con la punta de su nariz.

-Me provoca devorarte- murmuro en un gruñido, más su Alfa que él mismo. Estaba encantado por ese Omega pálido entre sus brazos.

El cenizo pudo haber gemido. Su omega no esperaba para nada la ráfaga de adrenalina que recorrió su cuerpo de pies a cabeza. En menos de un instante, Izuku había conseguido que sus piernas temblaran, y que su rostro ardiera en el fuego más intenso.

Apenas pudo, puso sus brazos en torno a su cuello. Inclinó la cabeza, dejándole olfatear, besar, lo que quisiera. Era su omega entregándose entero -Alfa... -susurró. Qué ganas de ser mimado por él por horas y horas...

Katsuki no había sido el único, su Alfa se estremeció, sus piernas temblaron, se aferró con firmeza a su cuerpo.

Dejando su cuello así de expuesto... Lo estaba haciendo salivar. Lentamente fue acercando sus labios a la suave piel expuesta de su cuello, gruño. -Omega... - lo llamó. Siendo sus labios los que rozaban con su piel.

Apretó los labios, deseando tanto, tanto, tanto tener los dientes de su alfa marcándolo de una vez por todas... Pero no dijo nada, solo se dejó llevar por él.

Comenzó a ronronear, permitiéndole hacer con él tanto como quisiera. Su cuerpo estaba calentito de los nervios y el placer, y definitivamente no se molestaría si lo besaba más y más, hasta saciarse.

Abrió grande la boca, mostrando sus colmillos listo para marcarlo, para hacerlo su Omega una vez por todas. Su Alfa interno lo exigía a gruñidos impulsandolo a enterrar sus fauces en la virgen piel nivea del cenizo.

Unos centimetros menos de cercanía, sus colmillos rozaron la piel del contrario causándole un cosquilleo gracioso y gratificante al ojicarmín. Un beso suave fue lo que dejo en la zona expuesta antes de apartarse un par de pasos hacía atrás. Estuvo a nada de mandarlo todo a la mierda por sus arrebatos salvajes.

Lo morderia, eso era obvio, pero lo haría en su debido momento no ahora.

-Discúlpame, Katsuki- el peliverde fue el primero en hablar una vez salio de toda esa conmoción, recuperando la conciencia racional. -No fue mi intención incomodarte.

Idiota, hizo todo menos incomodarlo o molestarlo.

Su mirada granate enfoco inmediatamente los ojos esmeralda del Alfa -Esta bien- dijo, acariciando su nuca. No, no esta bien, lo dejo con su lado Omega gruñendo de frustración -¿Tienes hambre? Me permitieron el uso de la cocina y te prepare algo de Katsudon.

Su comida favorita si no se equivocaba ¿cierto?

La sonrisa brillante volvió a hacer acto de presencia torciendo los finos labios de pecoso ¡Que bien, Katsudon preparado por Katsuki! Unicamente asintió, tenía hombre, por supuesto que sí. Lo que provoco en el rubio una orgullosa sonrisa tomando de la mano del contrario para encaminarlo directo al comedor común del refugio, servirle de comer; vaya, tener un nuevo familiar día al lado del Alfa de sus sueños.

 Lo que provoco en el rubio una orgullosa sonrisa tomando de la mano del contrario para encaminarlo directo al comedor común  del refugio, servirle de comer; vaya, tener un nuevo familiar día al lado del Alfa de sus sueños

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No tengo excusas para no subir este capítulo, solo no había mucho entusiasmo 🥺

Pido perdón.

Nos leemos en el próximo capítulo ♡

30 days to fall in love (DekuBaku) [Omegaverse]Where stories live. Discover now