H a x e l © [Versión censurada de 361 Grados Completa]

24. C O N T A G I O.

"Ahora solo duerme Haxel, que mañana será otro día"

Le susurro al oído las buenas noches luego de que cerremos la nevera y nos vayamos para su cama.

Había estado dormido todo este tiempo, solo que estaba en medio de su trastorno de sonámbulo y andaba caminando por toda la casa.

Como si en realidad estuviese despierto.

"¿Tu a donde iras, Mara?", escucho que me pregunta, y me agarra de la mano, aun dormido.

"Iré a mi casa, Haxel, solo sigue durmiendo"

"Ultimadamente estas helada, Mara. ¿Por qué?"

"Por que así me has dejado tu"

"Tienes razón, pero todavía estas a tiempo de evitarlo, aun no es tarde".

Me suelta muy despacio la mano. Y yo se la vuelvo a tomar.

"No Haxel, ya es demasiado tarde."

"¿Por qué?"

"Por que ya no me puedo detener"

"¿Es lo que sientes?"

"Es lo que siento y quiero sentir", respondo. Después lo dejo.

Vas a terminar como yo, por que eres la decimo tercera de…

"¡No!"

Pataleo al despertarme, mi pecho palpita fuerte, la cara me suda, siento una presión agobiante en mi estómago y en mi garganta.

Esta no es la primera ni tampoco será la última pesadilla que tengo con esa muñeca.

"¿Con que has estado teniendo pesadillas?"

Ni enterada estaba de que mi tío biológico estaba sentado a los pies de mi cama. Se nota preocupado. Me ha estado observando mientras dormía.

"Con la muñeca", le confieso, vacilando puesto que nunca les conté a ellos sobre ella, no quería saber como iban a reaccionar.

"¿Cuál muñeca?", salta y se pone de pie, anonadado.

"La que vi en la tele", miento.

Mi subconciencia me dice que no debería decirle ni a ellos ni a nadie lo que está ocurriendo. Quiero tocar fondo yo sola, aunque eso pueda costarme la vida.

Mi tío se vuelve a sentar y retoma su postura relajada, la de siempre.

"Me habías asustado. Imaginé lo peor."

"Pues no deberías"

"¿Mara?"

Me llama por mi nombre y entre símbolos de interrogación. Algo pasa.

"¿Sí?"

"Siento que cada vez estas más extraña."

No es algo nuevo, pero me interesa saber que cambios ha notado en mí, tal vez haya uno que ni yo misma vea.

"¿A que te refieres con extraña?"

"En tu habitación siento un ambiente frio y misterioso."

"¿Nada más?"

"Bueno, una parte de tu comida la dejas en el plato."

"El plato solo es un instrumento, lo lleno del plato no representa lo lleno que debe estar mi estómago "

"¿Pero si es esa la porción que te sirves, es esa la porción que quieres comer?"

"Error, ¿Quién dice que no puedo servirme cantidad de más, no todo tiene que ser a la talla?"

"¿Por qué?"

"Por que a veces solo necesitamos salirnos de lo habitual para sentirnos bien."

Su cara expresa confusión y desconcierto a la misma vez, pero no espero que lo entienda.

"Dejando a un lado la comida, ¿Ya no socializas con nadie en clases, cierto?"

"No lo necesito hacer."

"¿Por qué si antes eras la chica con la que todos se llevaban bien en la academia de literatura, y solías hablarles a casi todos?"

"Me di cuenta que nadie es dispensable en esta vida, nadie más que uno mismo.", le afirmo, "además, así como no pierdo tampoco gano nada relacionándome con un montón de personas que solo hablan de cosas sin relevancia."

Percibo a mi tío estresado, sé que quiere darse por vencido, por que siente que ha perdido la batalla, esa en la que quiere entender por que en mí ya nada es como antes.

"¿Y que hay de tu nuevo estilo de andar? Solo vistes de ropa formal ahora."

"Cuando las personas nos ven damos dos impresiones: la subjetiva y la objetiva; yo quiero dar una buena impresión objetiva para que les interesa la impresión más importante que es la subjetiva."

Se queda mas desconcertado de lo que estaba.

"Te desconozco", dice, y siento una pizca de decepción en sus palabras.

"Yo también me desconozco, pero ya me empiezo a acostumbrar."

"Creo que nunca sabré que sucedió contigo."

Yo sí sé que ha sucedido conmigo:

Haxel me ha contagiado de la enfermedad que sea que él tenga.