CAPÍTULO FINAL

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Al otro día llego idéntica a como dice Brenda, un «zombi» y todo por el mismo motivo...

— Camila, hablemos seriamente, me estás preocupando —. Odiaba que Brenda me conociera tan bien.

— No hay de que hablar, simplemente tengo mucho trabajo, entre mi cargo como presidenta, las lecciones con Edward y las tareas normales, me estoy estresando —. Había cierta verdad en eso, pero no del todo.

— Uy amiga, en serio deberías tomarte un descanso, o más bien despejar esa mente —. Ahí vamos de nuevo, cuando Brenda empieza así, se viene algo malo.

— ¿Quisieras venir a una fiesta esta noche? —. Me mira con picardía.

— Brenda —. Le miro indignada.

— ¿Qué? Deberías cambiar de aire mujer, nunca vas a ninguna fiesta, ¡no sales! —. Ruedo los ojos, me cansaba más de lo que estaba.

Era cierto, pero no era porque fuera muy aburrida o estudiosa, es que nunca fui fanática de las fiestas.

— Bueno, me lo voy a pensar —. Error mío.

— ¡Guau, genial! No pensé que lo dirías pero me alegra —. Dió un salto de alegría y me rodeo con un brazo.

Dios mío, ayúdame, dame fuerzas para sobrevivir a este día...

En el trascurso día no me encontré con Edward, aunque ciertamente lo estuve evitando un poco. Es que no sabía cómo mirarle a la cara después de haberle dejado así ayer...y se que no estuvo muy bien de mi parte echarme atrás en un último momento pero...

Me llevé una mano a la cara frustrada. Mi vida estaba más revuelta últimamente que nunca, y todo gracias a Edward. Ese chico había cambiando mis días desde que empezamos a quedar, y yo me he sentido diferente a como antes...

Ciertamente Edward me estaba cambiando, ¿o llevando por un mal rumbo?

La cabeza me quería explotar, no me pude concentrar en las clases ni en nada, mi mente estaba con el mismo tema.

(...)

Había caído la tarde, Brenda me había enviando un mensaje con el horario y la dirección de la "fiesta", no era muy lejos de mi casa. Ella no quedó en recogerme porque iría con un chico, y me dijo en mi misma cara que si iba con ellos arruinaría sus momentos y ambiente.

Suspiré, pero luego me reí, Brenda era así, totalmente sincera. Ojalá yo pudiera ser en estos momentos así tan segura de mi misma y sincera como ella...

La Camila de antes hubiese sido así, pero ahora soy un total desastre. ¿Qué me estaba pasando?

El ruido de una notificación interrumpió mis pensamientos. Cuando ví la pantalla mi corazón dió un salto en mi pecho, era un mensaje de Edward:

"Se que irás a la fiesta, necesito verte, tenemos que hablar. Y por favor no huyas esta vez"

¿Cómo sabe que voy a la fiesta? ¿Acaso me estuvo espiando o qué?

Las últimas palabras del mensaje me hicieron poner roja. Estaba avergonzada por mi actitud tan ridícula.

Inhalé, en algún momento debía afrontar el problema, como la Camila de antes, nadie iba a resolver aquello por mi.

Decidida me paré frente a mi closet en busca de algún vestuario correspondiente a la ocasión. No me gustaban las cosas muy extravagantes, tampoco provocativas, prefería ir neutral a donde quiera que fuese.

Me decidí por un vestido azul oscuro, una chaqueta negra por el frío de la noche y unas sencillas sandalias.

Después de despedir a mis padres, quienes estaban algo sorprendidos por mi repentina salida, me fui siguiendo la dirección dejada por Brenda.

Lecciones privadas (Lecciones I) [+18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora