Capítulo 5 · Charla

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Jade

Acepté esa locura tras ver lo insistente que eran los paparazzis. No pensé que esas cosas se siguieran haciendo, pero sí. Me sentí bastante abrumada, pero supe que eso no pararía fácilmente. Aún así, creo que era una situación que podría manejar sin tener que fingir una relación con un futbolista con fama de mujeriego, pero lo hice por él.

La misma noche del partido, indagué un poco más en la vida de Sterling. No había nada demasiado relevante, pero una cosa tiró más de mí para darle el sí. Su ex, unos meses atrás, había dicho públicamente que lucharía para obtener la custodia entera de la niña. Querían quitarle la hija a Sterling, básicamente, y sabía que su lavado de imagen venía también por ella, por Jane.

Él no me lo contó, yo tampoco se lo comenté, pero algo dentro de mí me decía que estaría bien ayudarlo. Si además me servía para quitarme de encima a la gente que venía en busca de información, más que mejor.

Antes de hacer público nada, decidí decirles a mis amigos y familia que no se escandalizaran si veían algo por ahí, porque había empezado a salir con Sterling Abbey. A mi familia se lo dije en el grupo que teníamos mamá, mis hermanos y yo. A mis amigos se lo dije por videollamada, pues dos de ellos estaban de viaje a Polonia; trabajaban juntos en la misma empresa y, al estar en el mismo equipo de trabajo, viajaban siempre a los mismos lugares. El otro, Gohan, tuve que dejarle un mensaje privado, pues en esos momentos estaba trabajando en el laboratorio y no cogía el móvil hasta el final de su jornada de trabajo. George y Jaden alucinaron, aunque se alegraron por mí. Yo me sentía infinitamente mal por no decirles que era fingido, pero no podía decirles la verdad; desgraciadamente, tenía unos amigos demasiado cotillas y sus novias ya ni os cuento.

De tío Carl se encargaría Sterling, que tenía entrenamiento y lo vería.

De ocho a doce estuve trabajando con Tommy, y después de almorzar hasta las cuatro estuve en plató, emitiendo en directo para nuestro canal, junto algunos compañeros, el repaso de los nuevos fichajes de la temporada y algunas cosillas más.

Al acabar, fui a mi máquina de café favorita con mi móvil en mano. Allí estaba Katherine, Kat para mí. Llevaba trabajando seis años en RHN y nos habíamos hecho buenas amigas. Era como una mentora para mí.

―Hola, guapa ―me saludó con un beso en la mejilla―. Qué bien se te dan las cámaras. Mira que te lo dije. No tendrías que haber tardado tanto en aceptar ese contrato. La cámara te adora.

―Ay, gracias ―murmuré con una sonrisa, dándole un corto abrazo.

Justo en ese momento, mi móvil vibró. Miré la pantalla dispuesta a dejarlo correr, pero el nombre de mi "novio" me impidió hacerlo. Miré a Kat para que me diera un minuto.

―Hola, novio ―susurré divertida. Escuché su risa.

―Hola, novia. Estoy entrenando en el Regional Arena, ¿podrías venir? Si no trabajas, claro. He hablado con Carl y quiere vernos a los dos, aunque no se lo ha tomado mal.

―Sí, está bien. Hace dos minutos que he acabado de trabajar, así que cojo el coche y en veinte estoy allí.

―Perfecto. Di tu nombre en el parking y te dejarán entrar, ahora les daremos la orden.

―Vale, perfecto. Pues nos vemos ahora.

Colgué la llamada, me guardé el móvil y fui de nuevo con Kat.

―Tienes que contarme el porqué tenemos reporteros de la prensa rosa en la puerta de las oficinas ―me dijo Kat con una sonrisa divertida.

―Porque me vieron con Sterling Abbey en la puerta de un restaurante y como el pobre está en el punto de mira, se piensan que me estoy acostando con él.

Fuera de juego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora