Capítulo 27 · Ray

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Tal y como he dicho por Instagram, HOY HAY DOS CAPITULITOS DE "Fuera de juego"<3
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Sterling

Todos los jugadores pasamos al campo y nos colocaron en la misma posición que usualmente para escuchar los himnos. Pero esa vez no era para escucharlos, sino para el homenaje a Ray Lennox. Ambos equipos colocados en línea y, en el centro, los que fueron los entrenadores de Ray y mi chica. Delante de ellos y al frente, el presidente del Dortmund hablaba y se enrollaba como una persiana.

Por fin dio paso a los entrenadores para hablar, pero, sinceramente, a mí solo me interesaba lo que Jade tenía que decir. Muchos de los que estábamos allí habíamos jugado junto a Ray, seis años en mi caso, y todos sabíamos que las únicas personas que lo conocían era su familia. Ni entrenadores, ni amigos. La familia. Y la única allí era Jade.

―Dijimos que os traíamos una pequeña sorpresa hoy y es que siempre hemos querido conocer a Ray como algo más que un jugador, que una leyenda, y nadie lo ha sabido salvo su familia. Así que hoy nos honra con su presencia una de sus sobrinas y la protagonista de esta conocida foto.

En las pantallas del estadio pasó la foto de Ray con Jade en brazos, levantando entre los dos (más Ray que Jade, en realidad) la copa de la Premier. Era una foto que, literalmente, era historia. Era la primera foto que salía cuando se buscaba a Ray en internet, la foto que recordaba la gente de esa victoria.

―Un aplauso, por favor, para Jade Lennox.

El estadio estalló en aplausos y pude ver cómo Dominick, que era el que más cerca estaba de ella, le dio un apretón en el brazo, dándole ánimos y ella se lo agradeció con una sonrisa antes de caminar hacia el presidente del club, que le tendía el micrófono.

―Bueno, hola. Es muy raro para mí estar hablando del que fue prácticamente mi padre durante dieciocho años delante del estadio en el que jugó tanto tiempo y en el que fue tan feliz. Y, sobre todo, delante de una afición que, tras seis años, lo sigue queriendo como si siguiera en vida. ―Una oleada de aplausos y vítores nos envolvió a todos―. Es gracioso, porque Ray se disfrazaba para poder salir conmigo y mis hermanos por la calle para hacer vida normal, porque quería preservar su vida privada. ¿Por qué digo que es gracioso? Creo que la afición del City ya lo habrá supuesto, pero aparezco cada día en la televisión como reportera de la RHN y creo que nadie había unido hilos. ―Rio.

―Jade nos ha traído una foto ―intervino el presidente y escuché la risa de Jade desde mi sitio.

En las pantallas pasaron una foto que en su día se hizo muy viral. Era un partido del Dortmund contra el United y en la grada se vio a dos personas que llamaron la atención de todo el mundo. Un hombre pelirrojo llevaba la cara pintada de amarillo y vestía un traje negro de neopreno, y a su lado una niña exactamente igual que él, pero en miniatura, obviamente. El estadio estalló en risas.

―Bueno, amigo, esos éramos Ray y yo. ―Carcajeó―. Ese día jugaba el Dortmund contra el United, un partido de Champions, y yo quería ir sí o sí a ver el partido, pero mi madre no me dejaba. Ray insistía como un niño pequeño, igual que yo, y ella dijo que solo iríamos si nos vestíamos con un neopreno. Pensó que no lo haríamos. Ilusa. Dos horas después esta foto rodaba por todo el mundo.

»Lo que quiero deciros con esto es que Ray parecía un tío serio y exigente en el campo, y lo era. Pero lo sacabas de allí y era como un niño, era muy especial. Se mezclaba entre la gente sin que nadie se diese cuenta, salía de madrugada a comer palitos de zanahoria al balcón porque decía que la forma le recordaba a las patatas fritas (aquí el señor Rodríguez no lo dejaba comer patatas fritas y lo tenía agonizando el día entero) ―bromeó mirando al ex entrenador del City―, hablaba del Dortmund y del City como si fueran personas a las que quería con todo su corazón, nunca tuvo una mala palabra para la afición de sus dos equipos y, ahora que estamos en confianza y que no me oye nadie, en su penúltima temporada, fingió tener molestias musculares para no jugar contra el Dortmund en el partido de Champions. Ala, ya lo he dicho, castígame a ver si te atreves.

Fuera de juego ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora