➶𝒫ℴ𝓇 𝒞ℴ𝓂𝓅𝓇ℴ𝓂𝒾𝓈ℴ➷

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Tal y como si lo hubiese predicho, pasó un año y tres meses en el que Minho se esforzó seriamente en reconquistar al amor de su vida,y no obstante, Jisung estuvo bastante duro en el proceso,ya que por más que aceptase los detalles de Minho (que obvio lo enamoraban cada vez más), aceptó casarse con el después de todo ese tiempo.

Es por eso que ahora se encontraba emotivo, viéndose fijamente al espejo cuerpo completo mientras contemplaban su traje blanco, sus verdes ojos maquillados,sus labios rosaditos y su cabello elegantemente peinado.

¿Y Minho? Bueno, esperándolo en el altar,sudando frío y moviendo sus manos,los nervios se debían a qué, quizá, Jisung se arrepintiese en el último momento.

Pero no hubiera dejado pasar tanto arreglo para nada,¿Verdad?

- Llegó la hora, bebé. Esta vez espero que hayas escogido bien - Dijo la madre de Han, acariciando la mejilla de su hijo con amor.

- Realmente lo hice,y creo que no podría arrepentirme nunca de ello mamá,de verdad amo a Minho,y él ha demostrado amarme igual,¿Viste lo nervioso que se puso cuando me pidió matrimonio frente a todos?

- Lo noté, realmente ha cambiado.

- Sí.

- Pero mi cielo,si vuelve a cometer una imprudencia...esta vez no habrá marcha atrás.

- Eso no pasará,estoy muy seguro ahora.

- Está bien,vamos.

La señora le sonrió a su hijo y bajaron a la limusina que yacía esperándolos...

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- ¿Por qué no llega?¿Y si no viene? Soy un completo fracaso, debí poner más ---

- Tranquilo,si va a llegar,solo se le hizo tarde - Exclamó JeongIn,su padrino de honor - No saques conclusiones,Minho, él te ama,se aparecerá pronto,¿Tú crees que es fácil lucir perfecto el día de la boda?

- Él ya es perfecto.

- Pero quiere verse más,solo por tí.Asi que no te angusties.

Y de pronto la marcha nupcial comenzó a sonar en la iglesia,indicando la llegada de su futuro ( ahora sí) esposo.

JeongIn tomó su asiento y Minho sonrió nervioso.Jisung se veía completamente hermosos con ese traje y su andar, sosteniendo el brazo de su padre con firmeza,casi como si estuviera nervioso pero aún así estaba sonriendo.

Feliz,estaba muy feliz.

Cuando se le fue entregado se miraron fijamente,el pelidorado añoraba en ese momento adelantar el proceso y besarlo,para después tener su primera noche de bodas cómo debió ser desde un principio.

Pero se aguantó,y solo se limitó a murmurar un "estás bellísimo" que solo el ojiverde pudo escuchar...

Los minutos pasaron,y trás decir aquellos votos matrimoniales el padre les concedió el deseo más añorado de cualquier pareja.Besarse.

- Ven aquí,mi príncipe - Minho casi lo tironeó del brazo,para luego abrazar su cintura y besarlo como si no hubiera un mañana,ante los aplausos de todas las personas que estaban tan felices como ellos mismos.

Si se lo preguntan,Minho nunca se había sentido tan feliz de casarse dos veces con la misma persona...

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El salón de fiesta estaba repleto,pues los padres de Jisung y Minho se extralimitaron con las invitaciones,llamando a todo aquel conocido y por conocer,hasta los tíos de Minho estaba allí y,ah, sí,la fastidiosa de su prima también.

Jisung estaba nervioso,¿Saben por qué? Primero porque no sabía cómo actuar ante tanta gente,no solo conocida si no también familia de Minho, temía ser torpe y no agradarles. Y lo otro era que ...No sabía porqué,pero tenues recuerdos de su matrimonio anterior con el pelidorado lo hacían sentir vagamente triste,y no es que quisiera estarlo...

Minho se dió cuenta,y no dudó en dejar de atender a sus invitados para ir con su esposo.

- Hey,¿Qué pasa,mi amor?¿Y esa carita? - Tomó su mentón delicadamente y lo observó.

- Es que...La última vez que me acerqué no...No...Digo, sé que ya pasó y que has cambiado,hemos cambiado,pero me es inevitable no...

- ... Sentirte cohibido,lo sé amor,te entiendo.

-...

- Tenemos que vencer ese miedo,juntos, aún hay secuelas pero las podemos superar.

Jisung asintió.

- Ven conmigo,no te dejaré solo,¿Sí? - Lo tomó de la mano y lo llevó a atender, junto con él,a cada invitado de su fiesta.

No es culpa de Jisung,son cosas que intervenían en su mente sin querer.

Pero amaba a Minho y de eso no cabía ni la menor duda, así que aquellos recuerdos perturbadores no iban a interrumpir su felicidad...