┃Capitulo 24┃

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Escuchaba como a lo lejos el aturdido sonido de un pitido, arrugo la cara con desagrado para después abrir los ojos, sentía los párpados pesados y su cuerpo adolorido, inmediatamente el recuerdo de haber sido secuestrado llegó a su cabeza habiendo que se levantará de forma brusca.

Cuando lo hizo su cuerpo dolió como los mil demonios, cuando se miro atentamente tenía vendas por todo el cuerpo y aunque solo traía una camisa gigantesca, reconoció inmediatamente la habitación en la cual se encontraban.

Estaba en la habitación se izuku.

Allí recordó que fue a la última persona que vio antes de caer inconsciente era a el alfa peliverde, se sintió muy aliviado de saber que ya no estaba en las manos de aquella mujer, pero por dentro estaba hirviendo de irá, había estado tan cerca de matarla.

Suspiró de forma pesada mientras sentía que la frustración se apoderaba de el a cada segundo, había tenido oportunidades de matar a la perra esa pero las había perdido a primera de cambio, incluso pudo haber podido salir solo pero no lo hizo.

Había tenido la fuerte esperanza de que izuku lo fuera a salvar y la verdad no se equivocó, pero aún así no podía evitar sentirse culpable, cuántas malditas vidas tuvieron que pagar el precio por salvar su trasero omega.

De forma repentina sobresalto cuando la puerta fue abierta de una sola patada, al dirigir su mirada a la puerta se encontró con el causante de que la puerta se rompiera mirándolo fíjate.

Izuku estaba parado en la puerta con una cara de preocupación, este se iba a acercar a el pero un fuerte golpe en su cabeza lo hizo desistir de su acción, por la puerta apareció Aizawa con una cara de furia total.

── ¡Te dije que lo verías después mocoso el tiene que descansar!── Regaño a izuku que se sobaba la cabeza con afán.

El peliverde gruño en desacuerdo pero Aizawa le volvio a golpear en la cabeza.

── Oye viejo, tranquilo estoy bien.── Intervino.

Aizawa paso su mirada a él pasando de el enojo al alivio de verlo sano y Salvo, por la contusión y sus heridas había dormido al rededor de dos días seguidos, pero el no podía estar más alegre de que aquel   mocoso que le llegó a sacar canas verdes en tan poco tiempo estuviera bien.

Izuku por su parte no le dirigió la mirada si no hasta que Aizawa asintió y se retiró, cuando quedaron solo ellos la habitación se fundió en un gran silencio, katsuki miro atentamente al pecoso notando que este solo traía una camisa con unos pantalones cortos y unas pantuflas.

Este también traía vendajes en sus manos, brazos y cara, cosa que no le extraño después de todo lo último que recuerda fue haberlo visto ensangrentado.

Rápidamente su cabeza hizo click, haciendo que recordara lago muy importante, rápidamente intento levantarse pero sus heridas dolían mucho, Izuku al verlo hacer un esfuerzo por levantarse lo detuvo rápidamente acercándose a él y tomándolo por los hombros.

── ¿Que hacés? Por amor a Dios quédate quieto, o tus heridas se abrirán de nuevo.── Dijo con un deje de preocupación.

Pero katsuki no estaba dispuesto a ceder, quería levantarse y salir de la habitación, nesesitaba comprobar con sus propios ojos que el estaba bien.

── ¡Suéltame carajo!── Gruño mientras empujaba a izuku.

Este lo tomo de las manos y lo estampo nuevamente a la cama apresando sus manos sobre su cabeza, katsuki gruño frustrado y empezó a removerse cual gusano ocasionando un fuerte dolor en su abdomen y costillas pero no le importaba.

🍷⛓️♕𝐸𝑙 𝑀𝑎𝑓𝑖𝑎 𝑃𝑟𝑖𝑛𝑐𝑒♕⛓️🍷 ‹‹Dekukatsu››Where stories live. Discover now