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Mientras los dos sonreian bobamente, dejándose así abrazar por los brazos de morfeo.
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Luego de un par de horas
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El primero en despertar fue Gustabo, quien con delicadeza de no despertar a Horacio que seguía abrazado a él, se movió un poco para tomar su móvil de la mesilla de noche, para fijarse que hora era.

Comprobando que eran las 3 de la tarde, a dos horas que pasara Segismundo a traerlos para ir a las practicas de tiro que hacían cada domingo.

Haciendo que Gustabo resoplara con tristeza, ya que quería permanecer más tiempo con su tierno osito entre sus brazos, y si fuera posible para siempre.
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Gustabo quedo por un momento recordando y analizando lo ocurrido horas atrás, sintiendo como subía el calor a su rostro, mientras le daba una agradable sensación de paz y felicidad.

Haciendo que abrazara a Horacio un poco más fuerte a él, y acercara su rostro a sus castaños y suaves cabellos, dejando un dulce y amoroso beso,mientras absorbía el delicioso aroma a fresas del Shampo de Horacio.

Lo cual hizo que Horacio esbozara una tierna sonrisa y abriera sus ojitos, dirigiendolos con amor a los bellos zafiros de Gustabo.

-Tus ojos, son normales ahora, ya no esta Pogo?, pregunto con dulzura y un poco confuso Horacio.

-No, parece que ahora duerme, es la primera vez que recuerdo lo que hago cuando el me controla, la primera vez que congéniamos en algo y que lo siento tan en paz, ya que siempre anda tocándome los cojones, pero ahora ni lo siento, confeso Gustabo un poco confuso también, mientras le hacia tiernas caricias en la espalda y curvilínea cintura a Horacio.

-Me alegra que ya se lleven bien, y no peleen, me hacia sentir tan triste e impotente verte sufrir cuando peleabas con el en tu interior y no poder hacer nada, confeso Horacio dejando tiernas caricias del pecho al abdomen de Gustabo con la yema de sus dedos.

-Sabes a mi que me alegra?,dijo Gustabo con una dulce sonrisa juguetona.

Horacio quedo un momento analizandolo y negó con su cabeza, pues no se le ocurría nada.

-Que eres mio y yo soy tuyo, dijo en un tierno tono, acercándose a dejarle un dulce y casto beso en la frente a Horacio.

El cual se sonrojo completamente, escondiendo su rostro en el pecho de Gustabo, mientras lo abrazaba con un poco más de fuerza.

-Y......y que pasara ahora?.... que seremos?...... lo guardaremos en secreto?, o se lo diremos a todo el que nos pregunte?, pregunto Horacio confuso, volviendo a su maraña de pensamientos e inseguridades.

-Shhh bb, tranquilo, aremos lo que tu quieras y seremos lo que tu quieras, no te mortifiques pensando tanto, tu sabes que te amo, y are lo que tu digas, dijo Gustabo con voz suave y relajante, mientras seguia dándole tiernas caricias a Horacio.

-Bu...Bueno a mi gustaría que todo el mundo supiera lo nuestro, que somos pareja, dijo Horacio con sus mejias sonrojadas.

Causando que a Gustabo también se le sonrojaran por completo.

-Pero, no sería conveniente que en el trabajo, si es que pasamos las oposiciones  y gente que no conocemos lo sepan.

-Pues ahora que trabajaremos de policías creo que estaremos con más peligro, y pueden utilizar eso a nuestra contra.

-Además de que no sabemos si permiten este tipo de relaciones dentro de la maya.

-Ya....ya sabes, un hombre con otro hombre, dijo Horacio con un tono un tanto triste y amargo.

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