2. Un Cafe movido

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De poco a poco, pasando el tiempo el Cafe, esqueletos venían y salían, varios platicaban entre sí, jugaban en una mesa de billar, otros cartas, Brook iba de ligón con algunas calaveras chicas pero estás le ignoraban o lo reciben con un fuerte golpe, claro que no sentía un dolor intenso, solo giraba su cabeza, Jack hablaba sobre lo emocionado que estaba sobre el Halloween, y Manolo limpiaba las mesas desocupadas, Lewis en agradecimiento lo ayudaba a limpiar.

—Déjame ayudarte —Lewis tomaba los platos y vasos en la charola que tenía Manolo.
—No te preocupes, relájate un momento —respondió Manolo sonriendo gentilmente.
—¡Insisto! Por invitarme esa malteada —contestó Lewis decidido.

Manolo entonces aceptó, le dio su delantal, indicando lo que debería hacer, limpiar la mesas desocupadas y los espacios de la barra, llenar los vasos de café y preguntar si gustan de algo más, Lewis asintió, y empezó a realizar su labor, Lewis sentía que volvía hacer algo que le gustaba cuando estaba con vida, pero ahora en la muerte, antes atendía como camarero en el "Pepper Paradise" el restaurante de sus padres adoptivos, se relajaba más su mente estaba ocupada en atender a los clientes del cafe, e incluso estos mismos esqueletos eran agradables con él, Manolo observaba feliz mientras entregaba las bebidas y la comida, hasta que Manny le llamó la atención diciéndole "Ya es la hora" a lo que Manolo asintió y se acomodo su chaquetilla de torero, tomó su guitarra de madera y subía al escenario que pronto bajó la intensidad de luz del ambiente, Lewis se sorprendió y miraba alrededor como la gente animaba, silbaba con entusiasmó, aplaudían, y golpeaban con un pie al piso animando, entre toda la multitud sonaba una guitarra y una luz se posó sobre Manolo quien continuaba con su solo de guitarra mientras tocaba.

—¡Buenas noches Boneheads! ¡Vamos a cantar!.

Los esqueletos se emocionaban y se agitaban, Lewis se sorprendió como Manolo tenía la atención del público con su canto, no había imaginado que tendría ese talento, junto a él se uno Brook con su violín, y en conjunto el público cantó, Lewis presencia a sin quitar su atención del cantante torero, sus alamares de calavera, dorados reflejando la luz, un show espectacular, al terminar la canción la gente aplaudía al igual que Lewis que gritaba <<Bravo>>.

—Ufff, me quedo casi sin aliento —dijo Brook.
—Si, como siempre casa llena —Manolo dejaba su guitarra y se aligeraba la corbata.
—¡Manolo eso fue genial! —Lewis se acercó y de su relicario de corazón salieron sus Deadbeats curiosos a ver a Manolo —¡Oigan no se amontonen! ¡Comportense!.
—¡WOW! Nunca vi algo como esto, es fantástico.
—Lo siento son mis Deadbeats.
—Está bien, no te preocupes, son muy agradables como tú.

Lewis y Manolo se la pasaron hablando sobre el show, que canciones le gustaba cantar, el estilo y como el público se animaba, y que como era impresionante la voz de Manolo, tanta era su plática en la que perdieron el tiempo y la gente ya se había ido solo quedándose Brook y Manny quien estaba fumando un cigarrillo.

—Parece que los chicos se quedaron muy entretenidos en su plática —comentó Brook.
—Si —contestó secó Manny mientras le daba una pitada a sacar el humo de su cigarro —Manolo, apúrate, ya la gente se marchó.
—¡Ah! ¡sí! Lo siento Manny —respondió Manolo.
—Te ayudo, así terminarás rápido —le dijo Lewis.
—Muchas Gracias.

Entre ambos limpiaron las mesas, dejándolas relucientes, barriendo y trapeado el piso, junto con ayuda de los Deadbeats, Brook se despidió primero y se marchó, Manny se terminó su cigarro y fue por su sombrero, y antes de salir del cafe dijo "Bueno ya es hora de irnos, Manolo ya sabes que hacer, en cuanto tu amigo se valla, hasta mañana" y se fue después, entonces fue que Lewis se sintió incómodo, ya que no tenía un lugar al cuál volver, y no quería solo volver al bosque pensó <<¿Qué pasa si vuelvo y no vuelvo a verlos?>> Así que, para distraerse un rato le pregunto a Manolo.

—Si quieres te acompaño a casa, no tengo nada que hacer ahora —dijo intentando sonar agradable sin que notará sus intenciones.
—¡Oh! Eso, bueno en realidad, Manny me deja quedarme aquí, es bueno, mi "hogar" por llamarlo así —dijo Manolo tratando de sonreír.
—Ouh… Amm —La situación se tornó algo incómoda entre ambos, hasta que Manolo preguntó.
—Tu… ¿Tienes algún lugar a dónde ir?
—Agh —suspiro Lewis —. En realidad, no lo tengo, ya no —los Deadbeats veían preocupado a su amo, al igual que Manolo, pues una vez estuvo en ese lugar, y entre un silencio que parecía durar más de lo que marcaba el tiempo, Manolo tomó valor y dijo.
—Puedes quedarte.
—¿QUÉ? ¡AH, no, no de verdad, no quiero ser una molestia! ¡No me lo tomes mal! ¡Es que ah… bueno es que no quiero ser un aprovechado! —Manolo al escucharlo se rió de la actitud de Lewis.
—Tranquilo, solo será como una pijamada, además Manny lo entenderá, es mejor pedir perdón que pedir permiso.
—Bueno… es que, no me gustaría meterte en problemas —Lewis vio como Manolo trajo unas mantas más y se acomodo en uno de los sillones de la sala de star.
—Descuida, no pasa nada, además ayudaste al Cafe muy bien, ¿Habías trabajado en esto antes?.
—Si, algo asi —Lewis se acomodo en el sillón que estaba frente a Manolo.
—Ya veo, yo aún admito que se me da mejor hacer el espectáculo, me gusta mucho la música, es mi pasión.
—Hummm… entiendo —Lewis entonces quiso hacer una pregunta, ya que hablaban un poco entre confianza —. Oye… Manolo, disculpa que lo pregunté, pero… ¿Por qué hay... Solo...?.
—¿Esqueletos? —lo interrumpió Manolo.
—Ahhh... Si —contestó mirando de lado algo apenado.
—Bueno, es un café para calaveras, por eso Ca-fé Ca-la-ve-ra —termino la frase con unas risitas.
—Eh... Si, vi el nombre allá afuera, es que se me hace extraño este lugar.
—Bueno, la verdad es que no lo sabemos, solo un día, Manny empezó a recibir a diferentes esqueletos, cada uno en un propio mundo con muchas historias interesantes que vienen a contar aquí —los Deadbeats se acomodan junto a Manolo —. Son lindos tus amiguitos, ¿Qué son?.
—Son, Deadbeats.
—¿Son solo tres?.
—No, tengo más pero... A veces salen, solo a ellos tres necesito, como mis hermanas... —Lewis al terminar esas palabras recordó a sus pequeñas hermanas, Paprika, Cayenne y Belle, bajando la mirada.
—¿Dije algo que no debía?, Lewis.
—No, es solo que... Extraño a mis hermanas, hace mucho que no las veo.
—Lo siento, no lo sabía, disculpa en verdad.
—No, no lo sientas, Agh, quisiera saber como están ellas y mis padres.
—Te entiendo, también me gustaría saber como está mi padre y mi abuelita, de mi madre... Bueno, ella murió cuando era pequeño.
—Lo siento —Lewis volvió a mirar a Manolo.
—No te preocupes —le contestó—, ellos han de estar bien aun sin mi.

Lewis cambió de tema para no poner incómoda la situación, gracias a sus Deadbeats él acudió  hacer un pequeño truco con estos para alegrar a Manolo, cosa que funcionó sorprendiendolo y haciéndolo sonreír, habia algo en la presencia de Manolo que hacia sentir a Lewis mas tranquilo, podia sentir sus pequeños ojos de color dorados calamaban esa llama rosada purpura que probocaba un malestar en él. Charlaron durante un gran rato hablando de cosas triviales del Cafe de Manny, Manolo le hablaba sobre todos sus amigos y clientes que venían a tomar una taza de café o pasar tiempo en el bar con una cerveza bien fria, tambien le contó sobre el faro que tenía el lugar y como le gustaba subir hasta la cima para observar por la ventana el amanecer, y con esto último ambos algo cansados terminaron de hablar, quien después de un bostezo de Manolo, le deseo buenas noches a Lewis, y este le devolvió el gesto deseándole lo mismo.

El amor no desaparece [Lewis Pepper × Manolo Sanchez]Where stories live. Discover now