13. Caracol

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Lewis ya había terminado su trabajo, Brook lo esperaba mientras jugaba en la mesa de billar, Manolo estaba ocupado en lavar y acomodar las vajillas ayudado por los traviesos Deadbeats, Lewis dejó el delantal sobre una silla y sirvió dos tazas de café.

—Aquí tienes.
—Gracias, Lewis —Brook golpeó la bola blanca desatando su tiro en meter la bola 4—. ¿A qué se debe tu invitación? No es por sonar descortés.
—No, no, para nada, es solo que… quiero preguntar sobre algo.
—¡Ah! Entiendo, está bien ¿Sobre que tienes curiosidad?.
—Bueno… la verdad tengo preguntas sobre todo, pero hay algo en especial que quiero saber, es sobre Manolo.
—Hummm ya veo… —Brook veía su siguiente tiro —, si te lo preguntas, si su color favorito es el rojo aunque también a veces también el amarillo, de hecho las rosas rojas le encantan mucho, aún que es una lastima que no pueda plantar aqui esas flores, aún que pensando lo bien, ¿Como podríamos olerlas si somos esqueletos? ¡HOHOHO! —Su tiro dio a la bola 8.
—Ah… okey, no era eso que quería preguntar, era más ¿Desde cuándo lo conoces?.
—¡Ohhh! Eso, bueno ya tiene bastante tiempo, no sabría cuánto.
—¿Y cómo llegó aquí Manolo?.
—Bueno él dice que solo cruzó el bosque, pero viendo su aspecto diría que es de la Tierra de los Recordados.
—Y esa tierra… ¿Qué es?.
—Es a dónde van a parar todas las almas de los muertos, ese lugar está lleno de fiesta, comida, brillantes colores con sus luces y pétalos de flores amarillas anaranjas, donde el camino y edificios se sostienen con pilares y si ves al abismo verás solo una niebla verde —Lewis recordaba que la descripción encajaba con el lugar al que fue con Manolo al visitar a los Rivera —. En su centro está el Castillo de La… a… Diosa Micte.
—¿La?... ¿Por qué hiciste una pausa? —Lewis lo miró detenidamente.
—¡Ah no, es que casi me confundí de nombre! ¡Ay que torpe ¡HOHOHOHO! —rio Brook nervioso —en fin, está en el centro el Castillo del Árbol de la Vida, puedes ir a verlo a lo lejos, ya que ya no se les permite ir a verlo sin papeleo.
—¿Y eso?.
—Ah… protocolos de seguridad. Eres nuevo, ya lo comprenderás después —Brook de nuevo se concentró en su tiro —. Volviendo a Manolo ¿Por qué preguntas?¿Pasó algo?.
—No, no, nada, Hum… solo es curiosidad ya que viendo que lo conocen solo quería saber un poco, de hecho ¿Ha hablado con alguno de ustedes sobre… alguna queja? No sé sobre el lugar o personal.
—Sabemos la mayoría que… o bueno al menos suponemos que no tuvo un amor correspondido, debido a sus canciones que cantaba, añorando días felices con esa persona que su corazón anhelaba, y como la muerte lo hacía sentir sin rumbo, era de lo que trataba más sus cantos.
—Comprendo… ¿Cómo llegó Manolo a Calavera Cafe?.
—¡Ah! Lo siento Lewis, no estuve el día que llegó, Jack puede decirte, no va a tener problemas en decirte.
—No te disculpes, está bien.
—Lo que sí recuerdo es como casi se iba de aquí.
—¿Ah? ¿Cómo?.
—Fue el único día de todo lo tiempo aquí, que vi al cielo llorara tanto como él, así como había llegado, se iba ir por el bosque, sin despedirse ni hablar con nadie, solo Manny fue el que se acercó para hablarle, aunque bueno no nos dijo exactamente que fue, solo que a partir de ese día, Manolo trabajaría en el Cafe, dijo que era más porque su cuenta era algo alta.
—Entiendo… así que Manny es quien más debe saber de él.
—Hasta cierto punto creo que sí —contestó Brook tomando un poco del café.
—Una última cosa.
—¿Si?.
—¿Han… sabido algo de su familia?.
—Veo que eres buena persona Lewis, pero Manolo nunca nos habla de ellos más allá de su madre o sus tíos Héctor e Imelda, no los ha podido presentar, supongo que… hay cosas que quiere mantener lejos de él.
—Hummm… —dejo a Lewis pensando — entiendo.
—Sabes, aquí con Manny uno puede perder la noción, pareciera que pasan días o años, pero, es la magia de este lugar, puede hacerte sentir que el tiempo "avanza" pero solo es un engaño para que vuelvas de dónde viniste.
—¿Cómo? Es decir… que solo te hace sentir que pasa el día y la noche… pero ¿no hay tiempo?.
—Podría decirse, a veces es más por la propia persona, una vez me ocurrió que me quedé aquí una semana cuando solo pasó un día, es muy extraño como saber el tiempo, ni los relojes funcionan.

Después de que se acabará el café Lewis fue por más, viendo que Manolo ya no estaba en la cocina trabajando preguntó a uno de sus Deadbeats, indicándo le que fue hacia arriba en el faro, el trajeado purpúreo pidió que lo cuidarán mientras tanto, cuando terminó la plática, Brook le pidió antes de irse, que no le contara a nadie sobre lo que hablaron, ya que no quería preocupar a los demás sobre el torero, Lewis aceptó la petición. Al subir por las escaleras de Caracol trato de recapacitar su mente, en cómo ayudar a su amigo, ya Manolo le confesó unas cosas, y con lo que platico con el esqueleto larguirucho, era tan raro que solo con él podía hablarle de sus problemas pero con los demás era reservado, ”¿Estoy haciendo bien en indagar sin preguntarle? ¿Por qué no se lo dijo a los demás también? ¿No eran sus amigos? ¿Qué pasa si digo algo que sea inadecuado? ¿Realmente puede considerar me un amigo?" Las preguntas invadían cada paso que daba, se escuchaban como eco en su mente, era una duda que se abría y sacaba más sobre cómo puede Manolo ser cercano a él, ser tan honesto, cuando él ni le ha contado lo que lo aqueja, solo lo distrae con bellos recuerdos que tratan de no volverlo loco, de un pasado que no puede volver ni retomar, cada escalón que subía parecía interminable, como dar vueltas infinitas en un mismo punto, era un efecto que sin importar cada pisada, parecía más y más pesadas, era estar atrapado, hasta que paró, quedando quieto por segundos que parecían ser minutos, su cuerpo solo dio la vuelta para dar marcha atrás y volver por dónde subió, hasta escuchar otros pasos que venían a prisa y su voz decirle.

—Perdoname por preocuparte.

El amor no desaparece [Lewis Pepper × Manolo Sanchez]Where stories live. Discover now