6. Corazones entre cerrados

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Mientras la luz del faro daba vueltas, Manolo entre sus brazos sostenía a Lewis, los Deadbeats tomaron el corazón fragmentado azul de su amo y se lo dieron en mano al peli azabache, quien al abrirlo vio la foto de una chica de pelo azul con lentes siendo rodeada cariñosamente por quien era Lewis en vida, estaba impactado, y comprendía en parte porque actuó así en la mañana, le arrebataron su vida y su asunto pendiente era con esa persona especial. Manolo no dijo ni una palabra, ayudó a su amigo quien estaba agotado de sus emociones, a bajar por las escaleras, estando en la sala principal lo acostó al sillón, mientras este pidió disculpas.

—Perdona me, Manolo —aun entre lagrimas decía el esqueleto de traje negro purpurio.
—Está bien, debes descansar.
—Aun… no quiero hablar de eso —dijo Lewis acostándose de lado para evitar la mirada de su amigo.
—No tienes por qué, y no es necesario, si te hace sentir incómodo —un poco más relajado el ambiente, Manolo, lo tapo con una cobija —. Se que, lo que dije en la mañana habrá hecho sentirte mal, no fue mi intención, la persona apreciada para mí, nuestra historia no fue un cuento de rosa —escuchó atento Lewis estando de espaldas cuando Manolo se sentó a su lado —. La ame tanto, que hice muchas cosas locas por ella… no medí mis acciones, y solo pensaba por mi, en qué ella fuera… solo para mi, perdí a mi mejor amigo por una pelea sin sentido, y la trate sólo como un premio a ganar privando la de su persona, no le di importancia a lo que ella quería en su vida. Y cuando me di cuenta de esto, ya era tarde, la muerte me llamó antes de arreglar las cosas.

Fue entonces que Lewis asimiló y comprendió, que Manolo si amaba a María, pero fue tanto el desborde de su sentimiento que al final solo pensó en él, en ganar solo por el obtenerlo, y no vio más allá de su egoísmo, para que la vida lo castigará después en muerte, cargando una pesada roca de Sísifo, que no pararía de sostener por el resto de la otra vida, y que eso lo llevó a desahogarse en el alcohol y las canciones tristes de amor, que hablo Jack. El torero cantante seguía sentado a su lado mirando a Lewis, pero viendo que no había otra reacción suspiro estando por levantarse y el peli rosa, se volteó tomándolo de la mano.

—Lamento lo que sucedió.

Con esas palabras, ahora Manolo lloraba también, a ver dejado uno de sus problemas salir después de mucho tiempo, y no solo eso, sino entender lo que los hace sentir mal a ambos, después de ocultar y tratar de enterrarlo, lo hizo sentirse con una carga menos aparte de poder saber un poco de Lewis, aún si tardará tiempo en conocerlo, siente como esas lágrimas que brotaban ya no eran tanto por la tristeza, Lewis correspondiendo al acto anterior de su amigo, mutuamente lo abrazó, apoyando el cráneo de Manolo a sus hombros anchos, por más que quería ser el apoyo de su amigo, para que llorara todo lo que quisiera y se desahogara, siendo él, el único que no paraba de llorar. Antes de conocerlo, odiaba todo, odiaba a la gente, odiaba su propio regreso de la muerte, odiaba tanto a su mejor amigo, y estaba en parte odiando que Viví lo haya olvidado, pero, fue Manolo la primer persona que conoció quien le hizo darse cuenta de que el mundo no era tan malo, percatando se que no está listo para perdonar su pasado y sobre todo a Arthur, por lastimarlo pero tampoco tiene el valor de hablarle siendo que puede hacerlo y tener una explicación, por lo que aún el contar sus dilemas a Manolo para sentirse menos ahogado, va a ser guardado por un tiempo.
A la mañana, aún un poco de vergüenza en mirarse a los ojos, Lewis silbaba una canción a la cual el torero siguió con un tarareo, los Deadbeats al notarlos tomaron respaldo el violín de Brook y se lo dieron a su amo, quien lo afinaba para tocar las notas que deseaba, al lograr las indicadas, empezó a hacer una sonata, Manolo se animó e igual tomó su instrumento de cuerda de especialidad, se vieron por fin mutuamente retando se a cómo seguir la canción, Manolo rotaba bailando con su guitarra, mientras Lewis con sus poderes fantasmales flotaba alrededor de él, podían conectarse con la música, el más pequeño de los Deadbeats se percató al notar que deslumbraba un brillo amarillo y que algunas grietas del mismo se cerraban, alumbrado de tal suceso, en tanto en el clímax de la canción, ambos esqueletos dejaron fluir sus música con sus ojos cerrados, y sin darse cuenta quedaron frente a frente, fueron interrumpidos abruptamente al oir a Manny.

—Dejen de tocar y sigan trabajando.

El amor no desaparece [Lewis Pepper × Manolo Sanchez]Where stories live. Discover now