El amor no desaparece [Lewis Pepper × Manolo Sanchez]

16. Dulce de Cajeta

Pasaron cinco días y Jack ensayaba con sus amigos a hacer el Skelleton's Dance, a las afueras de Calavera Cafe, siendo el punto de encuentro adecuado, estando Sir Daniel quien daba a seguir los pasos, ya que tenía experiencia, invitaron también a Sans y Papyrus, sin embargo el hermano mayor de los esqueletos, se la pasaba durmiendo y comiendo, a diferencia de su hermano que se comprometía a realizar cada paso de manera excelente viéndolo como un deber de caballero, por otra parte, Lewis se adaptó al realizar los pasos sin problema alguno, a diferencia de Manolo quien tropezaba y sincronizaba con desfaz cuando debía ser el cambio de lugar, para él la musica la disfrutaba más al tocar que bailando, no quería defraudar a sus amigos por lo que no renunciaba y al acabar los ensayos subía al faro en su tiempo libre para ensayar, los Deadbeats de su amigo purpúreo lo seguían se quedaban con él acompañando, Lewis quería ser su coordinador para que mejorara con acompañamiento pero Manolo negaba gentilmente la ayuda, diciendo que debe "enseñarse solo" lo cual no pudo negar Lewis, creyendo que eso era lo que quería Manolo. Quizás eran sus mentes, o sus corazones, lo que los atormentaban, no querían quedarse anclados en la lentitud del pasado doloroso, pero al mismo tiempo sentían que iban rápido por obtener esa felicidad que podría desaparecer nuevamente, un miedo constante de no saber si están haciendo bien o no.

—Has practicado mucho, debes tomar un descanso —comentó Lewis levantándose de su asiento y quitando la música de la casetera—, ¿que te parece una malteada de fresa?.
—Eso me gustaría mucho —se estiró Manolo para relajar sus huesos.

Ambos bajaron por las escaleras yendo a la barra, donde Lewis y sus Deadbeats tomaban cada uno de los ingredientes y colocándolos en la licuadora a batir, dejando que Lewis lo decore al trasladar el dulce líquido batido a los vasos de vidrio con su basta crema batida y una fresa decorandola, Manolo tomaba su vaso y le daba un sorbo, disfrutando del gran sabor que tenia, no podia creer que había postres tan deliciosos como los que hacía Lewis, algo que él noto que Manolo estaba un tanto perdido en sus pensamientos así que le preguntó "¿Tienes algún dulce que te guste?. El torero cantante respondió que sí tenía un dulce favorito, y hace mucho que no volvía a probarlo, a lo que Lewis pedía detalles si eso no le molestaba, contando entonces su anécdota.

—Cuando era niño y podía escaparme a veces de las prácticas de torero —rió un poco Manolo—, iba a la plaza del pueblo a tocar la guitarra y la gente que me escuchaba me daba una que otra moneda, las guardaba y me compraba dulces de cajeta.
—¿Dulces de cajeta? ¿Qué es eso?.
—Es un dulce de México, se hace con leche de cabra y azúcar, tiene un sabor tan dulce aunque es espeso, es de un color café oscuro.
—Entiendo.
—Lo que me gustaba de ese dulce es que yo me lo comía con unas obleas, son como... —pensó Manolo como explicarlo —, algo así como un papelito comible, o una galleta muy muy ligera, tiene muchos colores, lo que hacía era agarrar una oblea y untarle la cajeta, era delicioso comerlo y solo me costaba ocho centavos todo.
—¡Eso es muy barato! —se sorprendió Lewis.
—¡Pfff! ¡Hahahaha! —Manolo se rió de la incredulidad de Lewis.
—Ahm... ¿Qué dije? —pregunto confundido Lewis.
—Disculpa... pfff haha... es solo que... no tienes idea de que tiempo hablo.
—Podría ser cerca de hace 10 años.
—Bueno no es algo que comente, pero ¿Cuánto tiempo crees que he estado muerto? —Lewis quedó un poco perplejo y no quiso comentar algo indebido.
—Hum... podría ser ¿3 o 5 años?.
—Te daré una pista, es cerca de una centena —Lewis quedó aún más congelado al escuchar eso.
—No... no sabría ¿50? —Lewis contestó encogiéndose de hombros.
—Bueno 88 para ser exactos —Lewis se quedó con las cuencas de sus ojos mucho más abiertos
—¡ESPERA, ESPERA! Ah... ¿A qué edad moriste?.
—A los 19 —Manolo dio el último sorbo a su malteada —nací antes de que estallara la Revolución Mexicana en 1907.

Lewis hacía las cuentas y no podía creer que solo llevaba 67 años de diferencia entre la muerte de Manolo y su nacimiento, aunque en la edad en la que murieron, se dio cuenta que solo era por 2 años, ya que él al morir había cumplido 21, antes que hubiera más preguntas, Brook llamó a los dos esqueletos queriendo meterse a la charla, preguntando sobre qué estaban tan cómodos hablando solo ellos dos, a lo que ambos ocultaron sobre lo que estaban charlando y solo cambiaron sobre lo que hablaban acerca de lo del baile, a lo que el esqueleto más grande continuará charlando con ellos sin parar, Lewis tenía un poco su cabello crispando pues su mente bloqueaba la conversación de Brook y un tanto sobre lo de Manolo, solo estaba presente. Más tarde continuó sus labores en el café con Manolo, se mantenía aún distraído, a lo que Manny se dio cuenta y fue a ponerle advertencia.

—Hoy no estás muy "vivo" que digamos.
—¡Manny! —sorprendió a Lewis sacándolo de sus pensamientos.
—No necesitas ser tan obvio, niño cerillo.
—¡No soy un niño!.
—Bueno entonces pon mucha atención, te ves muy perdido al vacío.
—¡Ah!... una disculpa.
—No es conmigo con quien debes disculparte —encendió su cigarrillo a lo que Lewis lo miro.
—No debería fumar tanto.
—Ah... ¿No me digas? —continuo con una pitada del humo.
—Es decir, fumar tanto podría... ¡Ah! —Lewis paró antes de terminar la frase y Manny lo miró incrédulo— ¡Ahm!.
—Vamos continua por favor, remata el chiste para que me pueda reír.
—¡N-No, no es nada! solo una tontería.
—Valla que la juventud de hoy no se presta a los chistes —Manny entonces le dio unos panfletos a Lewis—, Jack pidió que se repartieran en el cafe, cada vez que alguien te pida una bebida le das un de estos por cliente.
—S-si Manny, entendido —Lewis se sintió avergonzado, a pesar de no tener cabeza para pensar, veía los panfletos y veía que como invitados especiales vendrían "Lady Micte y Mictlan", ya sabia quien era Micte, pero el otro nombre no sabia a quien pertenecía, por lo que preguntaría más tarde, guardando uno en su saco negro purpureo.