| Capítulo 1: Parte III

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1. Orientation (Parte 3)

Win salió de trabajar un poco después de las seis, pero había decidido familiarizarse un poco con su nueva ciudad. Primero fue al centro y rezó por no perderse. Su padre no saldría de trabajar hasta más o menos las diez y simplemente no podría salirse de su nuevo trabajo para ir a buscarlo.

Visitó algunas tiendas. Había una boutique de Channel justo al lado de un concesionario de Gucci y Win sintió como si se fuera a desmayar cuando lo descubrió. Por lo menos ya sabía a donde ir cuando recibiera su primer cheque de pago.

Después caminó al borde de la playa y notó lo hermoso que era el océano. Había gente surfeando, bronceándose, jugando vóley o frisbee. Había varios chicos sin camisa que Win no pudo evitar mirar, hasta que casi choca con un carrito de algodón de azúcar, volviendo a concentrarse en lo que hacía.

Vivir ahí tal vez no sería tan malo.

Por suerte, no se perdió. Win tomó asiento en una mesa afuera cerca de su trabajo, ordenando algo de tomar y llamando a June de vuelta. Su conversación era básicamente acerca del club de canto y su camino hasta la competencia nacional y lo mucho que apestaba que Win no pudiera estar ahí. También hablaron de un drama acerca de JJ (novio de June) a lo que Win rodó los ojos. Nada nuevo ahí. Cuando ya había oscurecido, Win se despidió y decidió volver a casa. De todos modos tenía un turno por la mañana para el cual tenía que levantarse temprano. Después de pagar por la bebida, Win se levantó y caminó a través del parque, un atajo que Moo le había enseñado. Mientras caminaba, también veía su celular, disfrutando de la fresca brisa del océano sobre su piel.

— Mañana a la una, Bright. No vayas a llegar tarde.

— Llegaré cuando tenga que llegar, Sunancito.

Sunan soltó una mirada feroz hacia sus amigos mientras Bright se despedía de todos. Ellos fueron camino a la playa a pasar el rato hasta la media noche como solían hacerlo. Desafortunadamente, él no podía esa noche. Su mamá lo mataría si llegaba tarde a casa y los trastes seguían en el lavadero.

Ella era una aguafiestas.

Bright montó en su bicicleta hacia la salida del parque hasta el malecón. Fue a través de todo el tráfico de personas, saludaba a todo aquel que le decía 'Hola' y les daba sonrisas coquetas a todas las chicas que lo miraban. Le tomó mucho esfuerzo no darse la vuelta para seguirles el juego. Trastes, se recordó a sí mismo.

La parte favorita de Bright del malecón eran las barandas que llevaban a hasta una parte más baja. Había hecho tantos trucos sobre ellas que probablemente los récord Guinness lo podrían reconocer. Se paró sobre su bicicleta y le dio al pedal un poco más fuerte, en preparación para bajar por uno de los tubos y terminar con un 360. Su velocidad había incrementado gradualmente a lo que la gente a su alrededor le habría campo, algunos incluso le daban gritos de apoyo. No contaba con que un gran perro negro se atravesara en su camino.

Bright maldijo en el aire justo al doblar su timón para no estamparse con el terrier, sabiendo que si apretaba los frenos saldría volando de la bicicleta. Su única opción era esquivarlo y esperar que nada malo pasara.

En el momento en que la bicicleta de Bright dejó el malecón; sabía que no terminaría bien. Debido a la falta de estabilidad que tenía cuando saltó en el aire, su equilibrio estaba completamente perdido. Trató de ajustarse en el aire, pero terminó girando solo la mitad de su cuerpo antes de hacer contacto con el suelo: su bicicleta iba en la dirección opuesta.

Bright gritó con dolor, apretando su brazo. Escuchó los ladridos del perro hacerse más lejanos mientras él solo lo maldecía queriendo pararse y a la misma vez queriendo mantenerse en esa posición. Mientras más tiempo se mantenía ahí acostado se daba cuenta que no solo era su brazo lo que le dolía. De ahí escuchó pasos acercándose y se dio cuenta que probablemente alguien lo venía a ayudar. Por lo menos eso esperaba.

Ride | BrightWin | Adaptación Where stories live. Discover now