Capitulo 3

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Revisaba su correo electrónico, viendo los correos de su madre anunciando la celebración de su cumpleaños, su madre como una destacada princesa por la ciudadanía, estaba a cargo no solo de los eventos benéficos, ayudar a las mujeres, ligadas a causas sociales, acompañar al príncipe Adam en cada oportunidad posible, además de trabajar y ser socia de varias galerías de artes de la nación, sino también ligada a planificar los cumpleaños de mayor relevancia en la realeza.

El suyo no era la excepción, aunque su madre básicamente era quien tomaba las decisiones y las demás personas eran quienes trabajan, si ponía todo su esfuerzo para que cada detalle fuera Perfecto, más si era uno de los eventos más importantes del año. Lauren en esos momentos pensaba que estaban exagerando levemente en tanta formalidad, cada hora del día tenía asignada una situación diferente.

Ese día se le sumaría un nuevo título como Princesa Real heredera al trono, al cumplir treinta años sabía que sus facultades se iban elevando como también inculcando en la nación que ella sería la futura reina luego de su padre, aunque eso era algo de conocimiento general desde el momento que nació, pero había un protocolo que se debía seguir, y las ceremonias, la prensa, todo estaba siendo organizado para aquel día especial.

Como también era esperado el momento que ella contrajera matrimonio, o que se le viera con un hombre para tener esos planes a futuro, sabía lo importante que era para su familia que ella se casara con alguien de su mismo círculo social, y si era alguien ligado con la realeza era aún mejor, un hombre intachable, con una buena genética para que sus hijos fueran perfectos no solo en los valores, sino también físicamente para la sucesión del trono.

Además de ser una mujer llena de poder, y de planes al corto tiempo, Lauren era una princesa hermosa, digna de dedicarse a ser modelo, su metro setenta y tres, además de su cabello negro, ojos verdes y una figura envidiable que es plenamente cuidada provocaba que no solo se hablara de ella por ser de la realeza, sino también por su belleza.

Lauren entendía que la presión de su padre no era en vano, hace años que era una conversación constante con ella, cada vez que se acercaba su cumpleaños o alguno de sus hermanos se casó el tema era tocado. No es que durante su vida no se le hayan acercado hombres, claramente habían muchos interesados en ella, no solo por su belleza sino también por la mujer que era, sin embargo, no podía, no era capaz de poder abrir su corazón a un hombre.

Hay cosas que en la vida uno no busca, no planea, no quiere incluso, sin embargo, solo suceden por más que trates de negártelo, evitarlo, reprimirlo durante años cuando salió por primera vez ese sentimiento. Si ya era difícil para cualquier persona en el mundo exterior sentirse así, para alguien que había crecido con la imagen del hombre y la mujer, con cada día escuchando el rol que iba a cumplir cuando contrajera matrimonio con un hombre, siendo educada para aquello, las formas de comportarse, cada uno de los detalles, era mil veces más complicado.

Era una princesa, y como toda princesa su deber era casarse con un varón, seguir con el protocolo de mujer que le habían enseñado, tener hijos y cumplir en un futuro como una Reina intachable, madre de herederos siguiendo la línea de sucesión.

Pero en toda esa historia y planes, había un gran problema, uno que no sabía cómo solucionar, cómo enfrentar su realidad ante su familia, porque en toda esa historia fantástica el género de la persona con la cual deseaba casarse no era el masculino, jamás lo fue.

Ella era lesbiana, con todas sus palabras y letras.

Era su mayor secreto, y al mismo tiempo lo que más reprimía durante toda su vida. No se dio cuenta cuando era una adolescente porque creyó que solo era una confusión, sin embargo, cuando fue a la universidad lejos de su casa, supo que sus sentimientos no eran algo que iba a pasar, no cuando la ansiedad comenzó a aumentar, menos cuando comenzó a mirar a las mujeres con otros ojos distintos a lo que lo haría una amiga.

Contra la corriente Where stories live. Discover now