Contra la corriente

Capitulo 13

-Los parámetros están estables, necesitamos que se someta a un escáner para ver en qué condición se encuentra estos Micro infartos.- Lauren señalaba con el rostro serio, a las personas frente a ella.

Camila asentía, sabiendo que él área de Lauren era el neurológico, la vio estudiar durante en la universidad y como se destacaba en cada detalle o cada vez que fue a su salón a dar una leve charla para ayudar a los alumnos a pasar esas materias. Como fue también su propia ayudante en algún momento de dificultad, cuando no entendía muy bien al profesor que era lo suficiente mayor como para perderse, pero Lauren lo hacía ver todo más sencillo pasando tardes completa a su lado viendo más allá de la mujer formal que debía llamar Princesa, sino solo a una chica con aspiraciones que amaba lo que hacía en esos momentos.

Había aprendido mucho de Lauren durante aquellos años, la había conocido intensamente de una manera que jamás imaginó hacerlo, pero sobre todo jamás pudo borrar aquella marca que la Princesa dejó en su vida, luchando con su mente, sus pensamientos, sobre lo que era correcto, lo moral, su familia, sus deseos, pero también entregándose por completo ante los brazos de alguien que nunca tuvo malas intenciones, o malos sentimientos hacia ella, cada vez que pudo sentir a la mujer, sabía que era real.

Lauren no era el tipo de Princesa descuidada en su imagen, era intachable, prolija, sabía cada paso que daba y sobre todo con quien lo daba. Camila lo noto cuando hubo un punto de quiebre entre ellas en el pasado, las vinculaciones de Lauren siempre fueron muy secretas o muy bien cuidadas sin dejar que nadie pero absolutamente se enterara, más que Camila porque sabía que cuando la Princesa andaba mucho con una mujer y luego esa mujer desaparecía era por otros propósitos. Lo vio durante años después de que Lauren se graduara, y sobre todo cuando volvió a estar cerca de ella al trabajar en el mismo hospital, ser del círculo más privilegiado de su nación, y sobre todo al ser extremadamente vinculada con su hermano el Príncipe Nicholas.

-El helicóptero viene en camino, no durará más de una hora el trayecto.- anunció el encargado principal.

-¿Mi padre está al tanto de la situación?.- pregunto Lauren formalmente manteniendo su compostura ahora dura y fuerte.

-Se le ha comunicado el estado de salud de la Reina, él ha hablado con el Rey hace unos minutos, estamos como equipo siguiendo las instrucciones de ambas altezas.- señaló.

-De todas maneras, la Doctora Edevane junto con el equipo médico son los que medirán los tiempos para un regreso oportuno a la nación, no podemos exponer a la Reina a un evento más desafortunado que el vivido.- señaló sería.

-El Rey ha comentado lo mismo Princesa Lauren, la decisión la tomará el equipo médico encabezado por la Doctora, seguiremos las instrucciones tal como se nos ha sido entregada.-

-Le agradezco por aquello.- Lauren se giró, observando cómo su abuelo conversaba ahora con Camila quien se había apartado de su lado.

Sabía que el abrazó con la morena había sido algo espontáneo entre ambas, más aún como Camila se había alejado completamente del protocolo incluso llamándola por su nombre. Entendía que la situación era desesperante para ella, sintió su mundo tambalear como nunca antes lo había hecho en su vida, la desesperación, las ganas de hacer algo fueron tan grandes que quedarse de manos cruzadas le era imposible, más aún cuando la impotencia se hacía presente.

Seguía molesta con su abuelo, a pesar de las razones que el hombre le había dado por la insistencia de la compañía de Camila en su visita al hospital, no era una justificante mayor, no cuando ese tipo de situaciones se podían conversar y no exponerse a ambos de la manera que lo hicieron. Entendía que la imagen pública era importante en su familia, ella más que nadie siempre se encargó de proteger todo eso, incluso cuando sus hermanos más de alguna vez se vieron envueltos en algún escándalo por fiestas, salidas imprudentes y por el prototipo de mujer que se relacionaban.