Capitulo 4

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-¿Esta usted segura de conducir?.- pregunto su encargado de seguridad.

-Muy segura, ustedes irán detrás de mí en todo momentos de todas formas.- aclaró Lauren.

El hombre asintió, no muy convencido pero ante las órdenes de la Princesa no había mucho más que hacer. Lauren subió a su vehículo de máxima seguridad en esos momentos, mirándose por un segundo en el espejo retrovisor, sabiendo que lucia maravillosa y resplandeciente como siempre, para así ponerse en rumbo a la vivienda de la morena.

Había quedado con la mujer de pasarla a buscar, a pesar de que Camila se negó diciendo que ella podía llegar por sí sola al punto de encuentro, finalmente decidió aceptar la propuesta de la princesa de pasar por ella y así ambas andar con el mayor resguardo posible en esos momentos.

Camila era demasiado ajustada a la norma según Lauren, incluso más que ella, la morena procuraba respetar al máximo la figura de la realeza por sus propias tradiciones familiares, y más cuando por centenares de años los Edevane han sido ligados con la familia real, no de ser parte de la realeza, pero sí del círculo más cercano. Se caracterizaban por apoyar a la monarquia incluso en momentos complicados, respetarlos y aceptarlos como líderes de un país, que a pesar de tener un primer ministro, elecciones constantes, para los Edevane siempre iba a ver una profunda admiración por estas figuras, como todos los ciudadanos.

Pero al verse ligados con ellos, provocaba que Camila supiera algunos protocolos, y también siempre respetando el trato con ellos. Por esa razón fue en su momento la candidata perfecta para contraer matrimonio con el Príncipe Nicholas, incluso la madre de Lauren, Princesa Clarissa había mantenido conversaciones muy cercanas con ella, hasta la Reina había aceptado que su nieto Nicholas la cortejara por así decirlo, un matrimonio que tenía mucho más interés por parte de la familia que por ambos protagonistas.

Camila no se sentía a gusto cien por ciento por aquello, pero la presión familiar de algún modo influyó que ella aceptara esa cercanía, hasta que Nicholas apareció con esta chica librándola al instante. En el fondo lo agradeció, porque ella no quería casarse con alguien sin sentir amor real, por más allá de la realeza, creía que el amor era fundamental en la relación, y tampoco deseaba ser una nueva Princesa Diana de Gales, así que con Nicholas siguieron siendo buenos amigos, manteniendo la cordialidad en todo momento hasta ese día.

La única mujer de la familia real que no influyó en aquello fue Lauren, incluso en esos tiempos se notó más distante de cualquier relación que sus hermanos pudieran haber tenido, o cualquier mujer que los llevara a querer tener una relación. A pesar de que la Princesa Lauren siempre tuvo un rol fundamental opinando sobre las pretendientes de sus hermanos, al menos eso sabían las personas cercana a la familia real, cuando salió esta idea de Camila se mantuvo al margen en todo momento, y fue una de las que apoyó a Nicholas en su afán de casarse con esta mujer lejana a la monarquia, a pesar de que luego pasó un montón de molestias por el tema de que la chica debía aprenderse todo el protocolo desde cero.

Mujer dura, y a veces estrecha de mente. Otra característica que le han otorgado con los años a Lauren.

-Buenas noches señorita Edevane.- saludó formalmente Lauren parada en la acera.

Camila lucia perfecta esa noche, vestimenta semi formal, con un vestido que no reflejaba mucho junto con su abrigo encima, pero que de algún modo la hacía lucir preciosa, resaltando su figura, su cuerpo, el color celeste hacía juego con todo de ella.

-Buenas noches Princesa Lauren.- una leve reverencia se hacía presente.

Aunque Lauren le dijera que no lo hiciera Camila lo iba a hacer siempre.

Contra la corriente Where stories live. Discover now