Capitulo 19

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Estiró sus brazos, sintiendo su cuerpo algo adolorido pero relajado como hace días no se sentía, sonrió inconscientemente al saber todo lo que había sucedido la noche anterior, y al mismo tiempo de saber en el lugar que se encontraba en esos instantes. De algún modo se sentía completa, no por el hecho de haber hecho el amor la noche anterior, sino por saber que los sentimientos reprimidos finalmente podían salir a la luz y dejar de estar encarcelado en su corazón, en su mente, para poder entregarle lo que era mejor a la otra mujer, sabía que ya no iban a ver noches donde se quedara pensando en las decisiones que tomó de manera resignada.

Esa mañana simplemente despertaba con la sensación que aquellas noches y días donde trataba de no pensar en la mujer se habían terminado, de reprimir cualquier  sentimiento, de prohibirse así misma a anhelar más aunque mantenía ese trato formal, ese respeto, siempre por dentro quiso romper todo, pero cuando uno siente tanto por la otra persona es capaz de sacrificarse así mismo, sus sentimientos para protegerle, sabiendo que quizás estar con ella no era lo correcto y todo le traería más problema que soluciones en su vida.

No es que rechazara a Lauren porque deseaba hacerlo, lo hacía para cuidarla, por el futuro que la mujer tenía, por las responsabilidades que le embargaban, y porque sabía en esos momentos que algo entre ambas era casi imposible, más si Lauren nunca fue capaz de enfrentar a su familia directamente, y su mensaje era de "Quedarse sola", ni casándose con un hombre, pero tampoco era clara con hacerlo con una mujer. No le estaba atribuyendo la responsabilidad, solo que a veces cuando uno ama prefiere la felicidad y estabilidad del otro ante que la de uno mismo.

Camila no era la excepción, dejando sus sentimientos a un lado, para que Lauren pudiera cumplir sus metas, sus propósitos de manera tranquila, sin dramas ni enfrentar a toda una Corona por lo que era. El amor, podía haber pasado a segundo plano, pero nunca se le iba a pasar y eso era algo que ella había asumido desde el momento que supo que borrar a Lauren de su corazón siempre fue más difícil de lo que imaginó.

Pero ahora todo era diferente, de una forma que no esperaban, no imaginaban, pero ahí estaban, con la autorización del Rey para vivir su amor, con un montón de barreras, pero al menos contaban con esa presión de la mayor autoridad de la nación.

Estiró su pierna sintiendo la cama vacía a su lado, se giró mirando hacia el velador, observando cómo Lauren había traído su cartera al lugar, sacando su celular al instante reflejando la hora, eran más de las ocho de la mañana, y claramente había dormido demasiado.

Desbloqueo el celular, revisando los mensajes, pero sobre todo su correo electrónico leyendo el mensaje del Doctor, sus ojos se abrieron sorpresivamente soltando de inmediato un leve suspiro. Confirmó la asistencia al lugar al instante, dejando el celular el celular sobre el velador, mirando el techo de la habitación por un segundo.

Desde que descubrieron el cancer del Rey, fue el mismo que solicitó que lo mantuvieran en secreto o confidencialidad a cualquier miembro de la familia. Camila lo sabía y entendía porque el Rey estaba sometiendo a la presión excesiva a su nieta en aquellos momentos, sin embargo, el momento que lo descubrieron estaba en etapa 3 hace un par de meses cuando él se enfermó de Bronquitis supuestamente, era impresionante como ha ido avanzando y las decisiones que se tomarían iban a ser relevantes para la expectativa de vida del hombre.

-Despertaste.- Lauren irrumpió en la habitación con el cabello perfectamente arreglado, lista para cumplir sus funciones del día.

-Veo que tú lo has hecho hace horas.- comentó Camila. -Ya me dio vergüenza.- confesó.

Lauren río levemente.

-No te quise despertar, pero si me levanté a mi rutina diaria a las seis de la mañana.- anunció acercándose a la cama. -Despertarte no era una opción cuando te veías tan relajada.-

Contra la corriente Where stories live. Discover now