Capitulo 20

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Lauren estaba parada afuera de la gran compuerta del palacio viendo cómo el vehículo que transportaba a Camila aparecía escoltado por dos más siguiendo firmemente el protocolo, ella estaba esperándola para ingresar a la cena con sus abuelos, aunque había tenido un día más que agotado atendiendo sus asuntos como Princesa, el saber que vería a la morena en esos momentos solo provocaba cierta calma en su vida.

Podría tener miles de días agitados, pero si al final de esos días sabría que vería a la morena, valía la pena cada cosa que hiciera. Y tal vez eso era lo más romántico que podía decir en aquellos momentos además de todas las cosas que podía pensar.

Hubo tantos momentos en su vida donde simplemente se retuvo a aquellos pensamientos amorosos con Camila, el evitar conquistarla, ser romántica, detallista con la mujer directamente y aunque muchas veces actuó con impulso ante esas situaciones, siempre intentó mantenerse al límite, sabiendo que sus sentimientos debían contenerse porque la situación no era tan simple.

Siempre había observado a la morena como la mujer ideal para su vida, incluso la pretendiente ideal, más allá de todos los hombres con los que pudo haber salido, incluso mujeres en alguna aventura, nadie se comparaba a la sutileza, educación, forma de ser de Camila Edevane. Lo había confirmado una y otra vez, cada vez que estaba a su lado o la observaba a la distancia.

La manera que se desenvolvía con las personas, como seguía un protocolo perfectamente, como era minuciosa y cuidadosa con sus palabras, pero al mismo tiempo aguerrida, una mujer fuerte capaz de doblegarle la mano a su propia familia en sus decisiones de irse a estudiar lejos de ellos durante un periodo. Camila había roto con el machismo de los Edevane demostrando que una mujer también podía valerse por sí misma y eso era algo que Lauren admiraba completamente desde que aprendió a conocerla más profundamente hace unos años.

Sonrió ampliamente al verla bajar del vehículo con ayuda del guardia del palacio, reflejando sus vestimenta formal, colores claros que la hacían lucir hermosa en aquel vestido color coral, tacones provocando que se viera más alta, su cabello suelto en onda y el maquillaje sencillo que resaltaba las facciones de su rostro. Lauren la esperó cruzando sus miradas durante todo el momento, hasta tenerla a su lado.

-Un gusto verla Princesa Lauren.- Camila estrecho su mano haciendo la reverencia correspondiente.

-El gusto es mío Señorita Edevane, disculpe mi atrevimiento pero luce hermosa en ese vestido.- señaló con una sonrisa.

Camila evitó su mirada intensa por unos segundos.

-Usted también se ve hermosa Princesa Lauren, los colores claros resaltan su piel.- señaló la mujer.

-La invitó a pasar, los Reyes nos están esperando.- solícito, viendo cómo las compuertas ya estaban abierta para así juntas ingresar a aquel palacio.

Lauren caminaba a su lado, mirándola de reojo, con una sonrisa que no podía borrarse en su rostro, para Camila era tan irreal lo que estaba sucediendo en aquellos momentos y las especulaciones por lo que iba a acontecer en aquella cena con las máximas autoridades del país. El camino se hizo extenso en una conversación corta sobre cómo estuvo el día de la otra, hasta llegar al gran salón donde ambos Reyes se ponían de pie para recibirlo.

Luego de un saludo protocolar entre los cuatros, el Rey les solicito pasar a la mesa para comer en conjunto, un banquete les esperaba completamente y al menos la tensión no existía en aquellos momentos, y eso sí que se agradecía.

-Camila me comentó que hoy tenían una visita médica ambos, ¿como los encontraron?.- cuestionó al instante Lauren.

-Bien, tu abuela ha evolucionado bastante bien en cuanto al episodio que vivimos durante la gira, y bueno a mi balas no me entran.- respondió al instante el Rey. -Sabes como son los médicos, siempre haciendo exámenes por si acaso.- bromeó el hombre.

Contra la corriente Where stories live. Discover now