Dulce Aroma (GoYuu)

08

Yuuji estaba sentado en una banca, habían quedado en verse en un parque no muy lejano del departamento de Satoru. El pelirosa estaba muy nervioso, y el movimiento de su pierna demostraba eso, aunque para tratar de distraerse un poco miraba a los niños que estaban en la zona jugando; recordó una vez cuando eran niños en la que Sukuna casi le rompía la nariz de un balonazo mientras jugaban en un parque, esa vez el abuelo casi los mata a los dos.

—Lamento la demora— en eso una voz lo sacó de sus pensamientos —Sé que vivo cerca pero mantener una belleza como la mía no es sencillo— el omega no pudo evitar ver con suma atención al mayor.

<¡Es injustamente apuesto!> Gojo llevaba un cuello de tortuga color gris junto a un pantalon de vestir negro y una gabardina del mismo color.

—Adelante, puedes admirar todo el tiempo que quieras— dijo sentándose junto al más bajo.

—Parece que tomaste dedicación en tu ropa— miró hacia otro lado —Ahora siento que debí de haberme esforzado más— Satoru colocó una mano en la rodilla contrario, Yuuji regresó su mirada hacia él.

—A mi me parece que te ves muy bien, algodoncito— sonrió haciendo que el más bajo se sonrojara —Bueno, ¿Y qué quieres hacer?— Yuuji lo miró con confusión —¿Quieres que vayamos directo al grano o te gustaría hacer otra cosa antes?

—Veamos…— se agarró el mentón pensativo y cerró los ojos —Yo creo que lo mejor es ir al grano— volvió a ver al albino y esté asintió.

—En ese caso, vayamos a mi casa— se levantó de la banca y extendió la mano para ayudar a Yuuji a hacer lo mismo, aunque no sostuvo la mano ajena por mucho tiempo.

No tardaron en llegar al edificio departamental, entraron en el elevador para llegar al último piso. El corazón de Yuuji estaba comenzando a latir muy rápido y sus manos estaban sudando. Ya dentro del departamento Gojo se quitó la gabardina.

—¿Quieres tomar vino?— preguntó casualmente dejando la prenda sobre el respaldo del sofá.

—Uhm, no gracias— a pesar de lo que dijo estaba considerando emborracharse para quitarse la pena.

—¿No te gusta? Debí haber preguntado antes para no comprarlo, a decir verdad a mi no me gusta el alcohol…— comenzó a dejar su celular, su cartera y sus llaves en la mesita —Bueno, siempre se lo puedo regalar a Nanamin— miró a Yuuji que se había quedado parado en todo momento sin realizar ni un solo movimiento —Relajate un poco, te ves bastante tenso— se rió levemente.

—Lo lamento…— se pasó una mano detrás del cuello —¿Iremos a tu habitación?

—Si te sientes más cómodo allí, por supuesto— se quitó las gafas y las colocó junto a sus demás cosas.

—Muy bien…— el omega comenzó a caminar en dirección al cuarto ajeno siendo seguido por el albino, al entrar a la habitación tragó saliva. Gojo pasó a su lado y se sentó en la orilla de la cama.

—Ven— dijo palmeando sus piernas, Yuuji se acercó quedando frente al alfa —Desnudate— el pelirosa se mordió el labio un tanto pensativo, para luego comenzar a levantar su camisa hasta quitársela por completó. Satoru lo miro con mucha atención —Oh, eres bastante musculoso para ser un omega— Yuuji se desconcertó ante ese comentario.

—¿Te molesta?

—Para nada— colocó un dedo en el pecho y comenzó a deslizarlo hacia abajo hasta llegar al borde de su pantalón —Quitatelo— jalo un poco del resorte del pantalón, las mejillas de Yuuji estaban ardiendo, lentamente empezó a hacer lo que le indico el mayor.

Se quitó el pantalón, y de paso los calcetines, quedando únicamente en ropa interior.

—No es justo que yo sea el único que se está desnudando…— tiro levemente del cuello de la camisa de Satoru, esté sonrió coquetamente.