-.Capítulo 5.-

501 81 10
                                    

-¡Vamos, Señor Jin!- se escuchaba en las gradas.

-¡Usted puede, señor Jin!

Dios, ya basta, lameculos

Xiao Zhan presentó su mejor sonrisa y dijo coquetamente.

-Por favor, Señor Jin, no soy muy bueno en esto, no sea muy duro conmigo – dijo Xiao Zhan haciendo un puchero, y con voz de niño malcriado.

Al señor Jin –apenas entrando en los cuarenta - sintió que se le subía la sangre a la cabeza y bajaba a cierta parte de su cuerpo. Conocía la fama de Xiao Zhan, y reconoce que ha fantaseado en más de una ocasión con tenerlo en su cama, fantasía que murió cuando vio el intercambio de anillos y el beso sincero en su matrimonio. Pero ahora... ahí estaba de nuevo.

Las manos le picaban por querer tocar el rostro del chico, pero de reojo vio a Wang Yibo en las gradas, con una cara de pocos amigos.

-No se preocupe, señor Xiao, seré gentil – dijo mirándolo directamente a los ojos.

Xiao Zhan acostumbrado al lenguaje en la cama, advirtió un destello de lujuria en los ojos de este hombre.

Empezaron a jugar, y claramente esto era para divertirse. No había competencia, solo el deseo de Xiao Zhan de lograr por algún lado, una alianza con la empresa publicitaria más prestigiosas de la ciudad.

El sistema de puntuación del bádminton es bastante sencillo. Se juegan tres sets y gana quien gane dos, sin necesidad de jugar el tercero. En cada set se jugarán un mínimo de 15 puntos, ya que gana el set quien obtenga 15 puntos y 2 de diferencia (15 y 13 por ejemplo).

El partido empezó, y claramente todos apoyaban al señor Jin. Yibo ni siquiera estaba viendo el partido, estaba más preocupado de responder sus correos electrónicos.

A los pocos minutos, todo iba muy parejo, como si Xiao Zhan fuera un principiante que solo buscaba animar la fiesta. El primer set fue ganado por el señor Jin, porque por razones obvias tenía que darle algo de cara, no se atrevía a humillar a uno de los hombres más poderosos.

Xiao Zhan actuaba como tonto, pero claramente no lo era. Jugó un poco coqueto, unas miradas por aquí, una sonrisa por allá, uno que otro guiño, limpiándose el sudor con la parte inferior de su camiseta, que dejaron ver al público un naciente sixpack. Ni tan marcado, ni completamente suave. Perfecto. Y fue esta acción la que hizo que los ojos de Yibo volviera a lo importante.

La segunda parte del segundo set, Xiao Zhan empezó a actuar diferente. Ya no había coquetería, había atrevimiento y fuego. No dejó pasar nada y ganó ampliamente el segundo set, por lo tanto, forzaría a jugar un tercero.

La osadía de Xiao Zhan brotaba por sus poros, y terminó por acabar con el señor Jin, ganó el tercer set como si estuviera jugando con un niño. Fue tanto el desgaste físico que provocó, que el señor Jin terminó cayendo de culo en el piso y jadeando.

Xiao Zhan se rio inocentemente y se acercó al señor Jin para tenderle la mano.

-¿Fantaseaba con follarme y ni siquiera aguanta tres sets de bádminton? - dijo Xiao Zhan. Esto fue casi como un susurro, nadie excepto ellos dos escucharon. El resto solo veía como Xiao Zhan con una sonrisa inocente, tendía la mano al señor Jin para que se levantara.

El señor Jin repasó el cuerpo de Xiao Zhan de pies a cabeza. Poniendo especial atención a sus largas piernas, al paquete marcado entre sus piernas, recordando el abdomen que vio hace unos minutos atrás y terminando finalmente con esos dientes de conejo y ese lunar que antojaba morderlo.

Este hijo de puta me tiene a sus pies – pensó el señor Jin.

-Espero que cumpla su promesa, señor Jin. Estaré muy feliz de trabajar con usted.- dijo Xiao Zhan felizmente.

Atado a tiWhere stories live. Discover now