Capítulo XII.

35.2K 2.2K 1K
                                    

Capítulo 12 | Sonó real

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 12 | Sonó real

19 de marzo

Lo primero que hice al adentrarme al departamento fue quedarme completamente quieto. 

Bueno, sí tenía varias cosas qué hacer, pero digamos que lo que me encontré sentado en la sala de piernas cruzadas, en el suelo, frente a la mesita, con audífonos y lo que parecían ser unas tijeras en sus manos, podría decirse que me interesó más que todas las cosas que debía "estudiar"

Me quedé observándola un poco. Había cientos de algún tipo de fotografías esparcidas en el vidrio. Su cabello estaba atado en un moño bajo con mechones sueltos, tenía la música sonando tan fuerte que incluso reconocí la letra. De nuevo. Usaba un top negro de tirantes, unos jeans y estaba descalza. 

Lucía bastante concentrada como para ser desconcentrada

Esbocé una sonrisita, terminando de entrar

—¡Que lindo día es este! —hablé en voz demasiado alta, aunque ella no parecía escucharme—. ¡Un hermoso día para limpiar!

No obtuve respuesta. De acuerdo, tal vez debería intentar no molestarla para no recibir un buen golpe de su parte. Sin embargo, me agradaba la idea de verla enojada con ese mohín en sus labios que siempre quería besar.

¿En verdad dije tal cosa?

Sacudiendo mi cabeza, mejor di otro paso, luego otro y otro hasta que terminé de acercarme. Empecé a buscar diez mil maneras de desconcentrarla, a pesar de que ninguna se me ocurría. Tenía su musiquita por lo tanto dudaba que me hubiese oído o visto entrar. 

Debería hacer algo más para llamar su atención.

Encendí el televisor, aún de pie. Busqué youtube y puse cualquier canción. Tenía poquito volumen así que le subí al menos hasta el veinte. Se oía mucho, aun así, ella no reaccionó de ninguna manera.

Con algo de enfado seguí subiendo y subiendo hasta el cincuenta. Sentí que podría quedarme sordo, mientras tanto, ella no se movió y eso que literalmente los parlantes estaban a su lado.

Me agaché un poco para buscar sus ojos, y lo único que pude notar es que estaba recortando fotografías con su mano izquierda. Tenía una precisión que me hizo saber que esa es la mano que usa para todo. 

Bueno, otro dato que debo saber sobre la pelirroja.

Me encogí de hombros, poniendo el volumen hasta el sesenta y luego dejando el aparato a un lado. No, mejor lo puse sobre el televisor para que ella no pudiera tomarlo ya que es demasiado pequeña y no alcanza. Entonces, me encaminé hasta la cocina a hacer no se qué. Y al acercarme noté mis platos del desayuno completamente sucios en el fregadero. 

Se supone que ya es medio día. 

De acuerdo, quizás debería lavarlos.

No, creo que no.

El brillo de las estrellas✓Where stories live. Discover now