Capítulo XXXV.

25.7K 1.8K 348
                                    

Capítulo 35 | ¿Alisson?

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 35 | ¿Alisson?

20 de octubre

Por supuesto que tenía claridad de qué día era.

Era perfectamente consciente de ello.

A decir verdad, lo tenía claro desde hacía mucho tiempo, como si mi reloj automáticamente hubiese puesto una alarma para avisarme por qué era importante el 20 de octubre en mi calendario.

Cumpleaños de Elliot.

Siendo sincera, en un tiempo esperé poder celebrar este día como se lo merecía. Pensé, desde mi interior que sería algo especial tanto para mí como para el individuo de ojos grises. Pero ni en mis más malos sueños imaginé que sería así. Tan... distantes el uno del otro.

Me levanté pensando en ello.

Y por eso estaba planeando lo que estaba haciendo justo ahora.

Me eché un poco para atrás en el asiento, consiguiendo así una imagen más detallada de lo que llevaba hasta ahora.

Un atardecer, solo eso. Bueno, lo que lo hacía mágico era la perfecta mezcla de colores, amarillo, naranja, un poco de morado y negro, todo haciendo un contraste preciso.

Sostenía mi paleta de colores en mi mano derecha, en la izquierda sujetaba el pincel y fue el dorso de esta que usé para retirar un mechón molesto de mi frente, lo que causó, estaba segura, una mancha de algún color en específico.

Cuando pintaba no tenía cuidado de en dónde echaba la pintura, me hizo acordar la vez en casa de Elliot cuando pinté accidentalmente el pomo de la puerta de mi habitación por estar distraída.

U otras cosas más que me pasaron igual.

Suspiré.

Llevaba tres horas en la misma posición.

Tuve que levantarme del taburete, estirar mis piernas, brazos, cuello, todo con tal de no entumecerme. Aún tenía la mitad del lienzo en lápiz. Bueno, al menos había logrado captar la imagen adecuada que quería enseñar.

¿Por qué ese muñequito se me parecía tanto a Elliot?

Ah sí, porque estaba pintando para él.

Lo cual era ridículo considerando que nunca le entregaría esto. Mi obsequio de cumpleaños. Desde hace mucho compré los materiales para hacerlo, gasté tiempo pensando qué sería un buen escenario para retratar y, sobre todo, imaginé su expresión cuando se lo diera.

Cosa que ya no será posible.

Olvidé que primeramente debía pintar para mí.

Entonces, decidí sentarme y continuar. Me había levantado desde muy temprano, había descargado al menos unas diez canciones más en mi playlist del teléfono y había conectado los audífonos para distraerme.

El brillo de las estrellas✓Where stories live. Discover now