Capítulo XIII.

36.6K 2.4K 1.3K
                                    

Parte 1 | Es por el trato 

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Parte 1 | Es por el trato 

La primera vez que soñé con pisar un lugar como este tenía al menos unos diez años. 

Lo cual era tonto, pues ni siquiera tenía idea de las cosas. Se me hacía fácil, veía todas estas fiestas por televisión y me imaginé cómo sería yo si en algún momento de mi vida me encontrara escondiendo mi rostro de reporteros que quieren hacer un artículo incluso sobre cómo voy al baño.

A medida que crecí supe que eso no sería posible, que nunca estaría en una alfombra roja y que tampoco estaría criticando vestidos con personas importantes. Bueno, supongo que los sueños sí se hacen realidad, o en mi caso, las pesadillas.

Elliot puso su cuerpo frente al mío de manera que los reporteros no pusieran una cámara en mi rostro. Mi mano la apretó con fuerza y no la soltó en ningún momento ni cuando empezaron a hacer demasiadas preguntas. Sentí que era sofocante. El lado bueno, es que nos dejaron pasar gracias a un equipo de seguridad que rodeaba el edificio. 

Después de eso, solo nos adentramos por completo.

No solté su mano, me moví un poco de manera que pudiera respirar. 

Ojeé todo el espacio, encontrándome con un piso de mármol perfectamente pulido, lo que parecía ser oro por cada esquina de las paredes en forma de decoración, personas que no conocía ni había visto en toda mi vida también se encontraban allí, charlando entre ellas mientras un chico vestido como mesero repartía champaña con audacia.

La tomaría, sólo que no estaba en mis planes.

Elliot me soltó para arreglarse el traje, observando todo con el ceño fruncido. Al menos sentía que no era la única que no disfrutaba del todo estar en un sitio como estos

—¿Estás bien? —me preguntó

—¿Por qué no lo estaría? —mi respuesta a la defensiva era lo que él ya se esperaba. Apenas y asintió, soltando un suspiro

—¿Cuánta simpatía puedes fingir? —cuestionó, más como una broma que como si hablara enserio

Me giré por completo, cruzando mis brazos

—Bastante —sonreí forzadamente, dándole una muestra—. Tengo talentos ocultos; como la actuación.

—¿Ah sí? Déjame ver.

No caigo en provocaciones y menos cuando un idiota me las dice. Por lo tanto, no caería en las suyas, sin embargo, pude notar que estaba buscando algo para olvidarse un poco de todas las personas a nuestro alrededor, y también del hecho de que la mayoría de las cámaras afuera solo se centraron en nosotros.

Solté un suspiro, girándome hacia una mujer que encontré

—Ah, hola —me uní a la conversación, captando su mirada—. Sé que no nos conocemos, solo quería decirte que tienes un vestido encantador.

El brillo de las estrellas✓Where stories live. Discover now