Capítulo XXXVIII.

31.4K 2K 505
                                    

Capítulo 38 | No te abandonaré

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo 38 | No te abandonaré. 

28 de octubre

De: @elliot.Cox20

Para: Alan Clark

Asunto: Urgente.

Sé que puede ser raro que sea yo quien te escriba cuando nos vimos solo una vez, pero sé que sabes quien soy, y por eso mismo necesito que hablemos. Contáctame cuando puedas, estaré esperando tu respuesta lo más pronto posible.

Terminé de leer e inmediatamente bajé la pantalla de la laptop con algo de enfado. Me temblaban un poco las manos, y no sabía si era por el frío que hacía afuera, o por la impotencia de que ya habían pasado tres días y no había recibido respuesta. Era como si esa dirección de correo fuese nula.

Me pasé una mano por la cara

El asunto me tenía histérico, desesperado para ser más preciso. Había estado dispuesto a hacer lo que hiciera falta. Y de todas formas, hacerlo no garantizaría que Alisson obtuviera el trasplante que necesita.

La única persona que puede llegar a ser compatible es su padre, pues nadie le conoce más familiares y no hay tiempo como para ponerme a investigar.

Aunque no había dejado de hacerlo.

Es más, ni siquiera había podido dormir bien.

Las ojeras bajo mis ojos lo confirmaban.

¿Cómo hacerlo cuando el amor de tu vida peligra? No hay día que mi mente loca no me lo recuerde, no hay día que tema de que esa sea la última vez que la vea. Simplemente no podría, es algo para lo que no estoy preparado y jamás lo estaré.

Solté un suspiro. Preferí entonces dejar el aparato a un lado de mi cama. Saqué mis pies para tocar el suelo y rebusqué mis tenis bajo esta. Me los puse sin muchos ánimos, me levanté y entonces salí de la habitación, donde mi gemelo se encontraba sentado en el sofá.

Me miró, curioso

—¿Por qué estás listo tan temprano?

—Iré a ver a Alisson —caminé hasta la cocina, buscando un poco de café

—¿A las siete de la mañana?

—Bueno, sí —me encogí de hombros, serví en una taza y luego salí directamente a la sala donde me tumbé a su lado—. ¿Por qué?

—¿El horario de visitas no empieza a las 8?

Analicé sus palabras internamente

—Puede que tengas razón —resoplé

—Entonces tendrás que esperar.

Bebí un sorbo, algo confuso por su sugerencia

—¿Cómo sabes lo del horario de visitas? —lo miré de reojo

El brillo de las estrellas✓Where stories live. Discover now