Capítulo 5

1.4K 65 27
                                    

Años atrás...

Maggie y yo nos conocimos en el antiguo pueblo donde vivía con las personas que se hacían llamar mis abuelos, era mi vecina, su madre era una camarera del pueblo. Su la dejaba por horas en esa casa sin ningún tipo de cuidado. Siempre que podía trataba de darle comida, ella era una buena persona, de las pocas que conocía en ese momento, nunca lloraba o por la situación en la que se encontraba, ella era feliz y sonreía o al menos era lo que ella quería reflejar. Ahora se que muy en el fondo ella hacía lo mismo que yo «fingir» Pero todo eso cambió el día en que el seguro social descubrió el estado en el que estaba por los vecinos que notificaron a las autoridades. Ella pateaba y lloraba queriendo soltarse y llegar a mi, su máscara había caído ese día, y había caído por mi.

Hicieron la respectiva investigación a su madre y llegaron a la conclusión de que ella no tenía la capacidad de tener a Maggie en mejores condiciones. El seguro social le quitó la custodia a su madre. Según lo que  entendí, si ella quería recuperarla debía pasar por un proceso de terapia conjunta y demostrarle al gobierno que podía hacerse cargo de ella. No lo hizo, le pudo importar menos cambiar por Maggie, por estas razones ella fue entregada al gobierno y acogida en un orfanato, lo último que supe de ella por murmullos de las vecinas era que la habían recluido en un psiquiátrico por problemas mentales, ella realmente estaba mal y lo había descubierto. Con los años desarrollo problemas con la comida, un TCA que estaba ya muy avanzado que urgentemente debía ser tratado por expertos, fue internada en un hospital donde estuvo conectada a intravenosas y medicamentos, según lo que en cuenta ella se sentía atrapada en ella misma, no encontraba salida de su propia mente y cuerpo. Quería cambiar, quería poder comer sin sentir todo aquello malo. Años más tarde nos volvimos a encontrar en el mismo sitio.

Un día en la noche me escapé de mi cuarto y entré al de Maggie

- Algodón de azúcar- eran nuestros códigos secretos de niñas- algodón de azúcar, soy yo.

-¿Niña demonio raro?-pregunta, puse los ojos en blanco era obvio quien había puesto los códigos, después de un rato por fin abrió

La vi con los ojos entre cerrados, sabía que había algo mal, su rostro me lo gritaba, al igual que el sudor de su cuerpo. No quise decir nada por que entonces me sacaría a patadas de su cuarto, ella sin que nadie la viere hacia ejercicio por los cuales terminaba llorando junto a mi horas después pidiendo disculpas. No tenía que pedirlas, sabia que para ella era algo que simplemente no lograba controlar, pero que con más ayuda lo lograría.

Luego de un rato nos acostamos en su cama ella siempre colocaba su cabeza en mi abdomen mientras yo le acariciaba su hermoso cabello rubio, el mío igual lo es pero lo odiaba.

- Algodón de azúcar- la llame y ella volteo a verme con sus hermosos ojos azules - promete que lucharás y saldremos juntas de este sitio, seremos personas  normales. Tu obviamente serás la popular y yo seré la mejor amiga de la chica más bonita de la escuela, prometeme que lo harás y aprenderemos a vivir en esta jodida vida que nos tocó — le digo mientras tanto ella ve el techo — Promete que no me dejaras — lo último salió en un tono más de suplica.

No quería perder a la única persona en la que confiaba, amaba a Maggie y aún que el sentimiento está muy distorsionado en mi cabeza era algo que me hacía sentir bien, ella me hacía sentir como si cada vez que tomaba mi mano estuviera en ese sitio que no conozco pero que cerca de ella sentir que podía estar. Casa.

Ella me veía con lágrimas en los ojos

— Lo prometo, prometo que ambas saldremos de aquí y aprenderemos a vivir, aún que no sepamos por donde comenzar.

Dos años después, dos años de trabajo duro departe de Maggie amabas superamos nuestros problemas, al menos Maggie, yo al menos ya no intentaba nada malo en contra de mi, iba mantener mi promesa, aprendería a vivir como una adolescente normal. Era algo que necesitaba saber, necesitaba saber que era la vida o al menos alguna parte buena de ella ¿No podía ser del todo mala, o si? Al menos debe haber algo bueno para mí allá afuera. Al menos una cosa.

Aprendiendo a vivir Where stories live. Discover now