Capitulo 37

862 43 23
                                    

Elle-

Camino por las calles de Londres sintiendo su usual brisa fría por mi rostro, la lluvia comienza a caer haciendo que la gente de mi alrededor saque sus paraguas lo que copio y sigo caminando.

Han pasado dos años y medio desde que me fui de Estados Unidos, ha sido un camino difícil, estuve en un centro de rehabilitación, luego fui internada en un psiquiátrico, muchas veces sentí que ya no podía que era hora de rendirme. Pero no lo hice, ahora ya no había nadie que me hiciera daño, pero tampoco estarían las personas que amaba.

Aun lo pienso, lo pienso mucho más de lo que debería, los primeros días solo quería llamarlo y escuchar su voz pero no lo hice, no era justo, yo lo había dejado. Poco después Maggie me dijo que había despertado del coma, no supo más, ya que solo se recupero y se fue del pueblo sin despedirce de nadie.

Maggie paso mucho tiempo molesta por no haberle dicho que me iría, pero al final me perdono, a venido un par de veces a verme y también me llama mucho al igual que chase, el lleva una relación seria con un chico de Kansas, no le creí al principio porque siempre era lo mismo con los demás chicos pero ya llevan siete meses saliendo y se nota feliz, el también a venido un par de veces.

Josh, el estaba un poco distante ya que su condición empeoro, no quería a nadie cerca, mucho menos a Maggie, y tal cosa los llevo a que terminaran, ahora Maggie a tratado de mi interferir tanto en ello, ya él recibe la ayuda necesaria.

Amo a Maggie y cuando amas a alguien de esa forma no importa cuanto daño te hagas a ti mismo con tal de que esa persona no sufra a tu lado y eso hará Maggie sufrir por mi.

Lo entendí ya que eso era lo mismo que había hecho yo en el pasado.

Se distanciaron un tiempo hasta que él mejoro, claro esta que Maggie no lo perdono hasta que le hizo jurar que si un día volvía a sentirse a sí que se lo diría ya que ella no estaría con alguien que cada vez que viera el mundo negro huiria, ahora llevan una relación más madura, ambos son muy estables. En medio año los cuatro terminaríamos la universidad.

Termino de llegar a mi destino, un restaurante pequeño pero acogedor, veo a la persona que me está esperando.

Lo veo y el me sonrie, al parecer tambien se mojo ya que tiene su cabello negro algo húmedo cayendo por su frente.

Andrew

El ha estado en mi vida desde hace un año, al parecer le dieron una plaza de trabajo en el psiquiátrico donde yo estaba, claro esta que él no me atendió pero si me hacía compañía, hemos estado intentando algo el último año.

Dejo mi abrigo en la entrada y camino hacia él, que me recibe con un cálido beso.

— Creí que me dejarías plantado — abre la silla para mi, me siento y niego

— Solo fue una vez y fue por que estaba en una junta importante — me excuso

— La vida de una empresaria— me dice y hago una mueca

— Es horrible — el rie, llega un mesero a apuntar nuestra orden, vemos lo que hay y pedimos nuestros platillos

— ¿Y bien? — veo que se acomoda para verme — ¿Has considerado ir a la cena benéfica?

— No iré — es lo único que digo

— ¿Por él? — cuestiona y veo que parece algo molesto

— No quiero regresar a Estados unidos, no importa si esta o no. Solo no quiero ir — me molesta que aun crea que siento algo por él

— Bien ¿Y tu hermano que dijo a tu negativa? — pregunta, ruedo los ojos.

— Dice que tengo que dar una buena imagen a las empresas de mi padre y que eso ayudaría mucho — digo y si,  tal vez sea una exagerada.

Aprendiendo a vivir Where stories live. Discover now