Mi lobo. [MinSung, ChanLix]

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~ ¿Lo sabías?

~ La verdad no... Apenas presente síntomas, pero quería esperar para poder hacerme una prueba.

La pantera ronroneo y besó la frente de su amado, acariciando su vientre con cariño... Estaba tan feliz, su manada comenzaba a crecer y eso lo hacía sentir orgulloso, pero sobretodo alegría.

~ ¿Escuchaste Donggie? - consultó el antiguo Lee a su cachorro-Tendremos un nuevo integrante... Tendrás un hermanito.

~ ¿Henito?

~ Si... Un hermanito, serás quien guíe a tu menor, tendrás alguien con quien jugar - río el alfa y explicó a su hijo quien asintió con un brillo en los ojos.

~ ¡Un nito!

ChangBin río nuevamente y tomó al pequeño en brazos, despidiéndose de su amado, debía dejarlo descansar.

Y ¿por qué no?

Aprovechar él también ese momento, se debía preparar para lo que debían acabar, logró hablar con la esposa del líder de Seúl, y ya tenían ellos su plan y su alianza; debían descansar todos para lo que se aproximaba en un futuro...

No muy lejano.

~ Lix - sollozó el lobo al escuchar la voz tan ronca del felino.

Había esperado eso por años, quería volver a escuchar esa voz, y al tener ese resultado, rompió a llorar.

~ Perdón... Perdóname - se disculpó el mayor. - Nunca te deje hablar, nunca me puse en tu lugar... Solo pensé en mi, no me importaba si eso te lastimaba o no, solo quería enfocarme en sanar.

~ N-No - jadeo Felix antes de intentar hablar nuevamente- F-Fue m-mi culpa...

Felix tosió, su garganta quemaba... Cada palabra le costaba pronunciar, era como si estas rasparan su ser al intentar salir... Y era comprensible... El pobre gatito rubio, había quedado sin voz por dos años seguidos. Volver a hablar correctamente sería cuestión de tiempo. Sabían que era un proceso que les tocaría volver a pasar.

~ No digas nada... Tranquilo - afianzó el contacto entre sus manos y cerró los ojos disfrutando el aroma de su destinado.- Estás en esto... Por favor, resiste... Tienes que guardar fuerza, nuestra cachorra... Nuestra nena va a nacer. Y yo estaré con ustedes, contigo, con ella y con Kyung, siempre estaré para ustedes.

El grito desgarrado del australiano resonó en todo el pasillo del hospital, enfermeros y médicos entraron, separándolo de Bang dándole ejemplos para poder controlar su respiración por el dolor que sentía debido a las contracciones.