Cascabel mágico

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En una noche de luna llena, el lago que se encontraba en lo más profundo de las montañas en total calma reflejando perfectamente la silueta de aquella redonda y luminosa luna, se vio alterado por la presencia de un aura mágica. Tsuki estaba allí, había huido de su familia y de la celebración que estaba ocurriendo en la casa familiar, las tradiciones tan refinadas solo la aburrían al estar rodeada de gente que no mostraban su verdadero ser, sino que se preocupaban por lo que los demás asistentes dirían de ellos y se comportaban de una forma un tanto sobreactuada. Para ella la idea de tener que sonreír toda la noche era una pesadilla que prefería evadir. Al estar jugando en el lago escondida de la vista de todos los demás, pudo notar que en la orilla había un cachorro de zorro herido. Ella, curiosa cómo siempre, se acercó para ayudar.

El pequeño zorro al verla trató de alejarla gruñendo ante su presencia, ella se asustó al ver aquellos colmillos que, aunque eran pequeños, podían hacerle mucho daño si aquel zorro quería, ella acercó su mano lentamente mostrándole que no quería hacerle daño, el zorro la vió fijamente a los ojos y al sentir que solo quería ayudarlo se tranquilizó y le permitió acercarse a donde estaba, ella le acaricio la cabeza con cuidado para asegurarse que le dejaría revisar su herida. Su pata trasera estaba sangrando y aunque no era muy grave no lo dejaba caminar, preocupada por el bienestar de aquella criatura Tsuki sacó de su bolsillo un delicado pañuelo rojo con el que improvisó un vendaje rápido, en cuanto terminó de hacerlo le volvió a acariciar la cabeza al zorro y lo incitó a levantarse, al ver que podía colocar nuevamente su pata en el suelo, el zorro bajó la cabeza a modo de agradecimiento, Tsuki le dedicó una amable sonrisa que rápidamente fue sustituida por una expresión de asombro, al ver como aquel zorro dejaba ver nueve hermosas colas cubiertas de un pelaje blanco que se movían con el viento y resplandecían con la luz de la luna, su cuerpo, ahora como el de un humano, era delicadamente esbelto, aunque se notaba que aún era muy joven, llevaba puesto un kimono blanco con pequeños detalles dorados en las puntas, él extendió sus manos hacia Tsuki y depositó en ellas un pequeño cascabel junto a la promesa de volver por ella cuando creciera y luego desapareció sin darle tiempo a Tsuki de pronunciar alguna palabra.

Pasaron los años después de aquella promesa y una noche de luna llena, similar a la que estaba resplandeciendo en el cielo la noche de aquel mágico encuentro, mientras Tsuki admiraba aburrida la luna por su ventana un Zorro hizo acto de presencia ante ella, asustada ella corrió tratando de huir por la presencia de aquel animal frente a ella, al hacerlo tropezó con un alhajero y el cascabel que había recibido aquella noche rodó por el suelo, el zorro al tocarlo se transformó en un, ahora adulto, esbelto y reluciente zorro mágico, él le dijo a Tsuki que había ido por ella como lo había prometido, una vez que ella asumió la realidad de aquella situación, lo recibió en su casa y poco a poco se fueron enamorando, hasta que un día ella correspondió el amor que aquel zorro le ofrecía, los dioses al ver un amor tan puro entre un humano y un Zorro mágico le otorgaron a ambos regalos celestiales, para ella la habilidad de curar las heridas mágicas, para él un poder mágico infinito, así ambos se juraron amor eterno y cuando ella falleció él volvió al mundo mágico prometiendo que sin importar cuántas vidas pasaran él la volvería a encontrar.

Cuenta la leyenda que si suenas un cascabel y escuchas el sonido de regreso, es porque un zorro va a ir hacia ti, si lo ayudas a encontrar a su eterno amor, esté te va a conceder el deseo que más anhelas en el mundo.

–¿De nuevo estás contando esas tontas historias abuela? Ya no somos unas niñas pequeñas, tus cuentos de fantasía solo aburren.

–No son historias tontas–. gruñó aquella abuela regañando a su nieta

–Annie no tienes que creerle todo lo que te cuenta, cada dia esta más vieja y empieza a delirar cuentos sin sentido, solo ella cree que son verdad–. Iza veía molesta a su abuela mientras se recogía su largo cabello negro en una cola de caballo, su abuela ignorándola sacó de su bolsillo un pequeño cascabel atado en un hilo rojo y lo puso en las manos de la chica que la estaba escuchando con atenció.

Zorro amaestradoWhere stories live. Discover now