El encuentro

14 3 10
                                    

La noche había dado paso al día, dejando que la luz del sol se colara por la ventana del cuarto de Annie y llegara hasta su rostro despertándola de su profundo sueño, ella se estiro como siempre lo hacia y se dio cuenta que alrededor de su cadera estaban los brazos de Kitsune relajados por el sueño profundo en el que estaba, ella se sonrojo al pensar que habían pasado toda la noche juntos por segunda vez consecutiva, con cuidado de no despertarlo aparto sus manos y lo ayudo a recostarse de la almohada ya que seguía sentado contra la pared. Se bajo de la cama y levanto el pie de inmediato al sentir en el piso los cascabeles que seguían juntos en el suelo, ella sonrió al verlos, coloco el suyo en su teléfono y el de Kitsune a su lado, sabia que era algo que él apreciaba mucho y no querría perderlo.

Al terminar salió de la habitación sin hacer ruido y se encontró con la mirada de Mara y Shiril que la examinaban a la distancia desde la cocina, Hound y Mackenzie se estaban encargando de hacer la comida para todos mientras en los rostros de sus amigas se dibujaba una sonrisa de complicidad que hizo que Annie se sonrojara de inmediato.

–¿Qué sucede? – Annie tartamudeo un poco intentando hacer que no entendía la situación, sus amigas al verla de aquella forma solo se hicieron las desentendidas

–Nada, no queríamos interrumpir tu sueño– Mara sonaba algo juguetona, Annie esquivo su mirada, sabia a lo que se refería Mara, en ese punto ella podida deducir que todos se habían dado cuenta que ella y Kitsune habían pasado la noche juntos

–¿Te calentaste bien? – Shiril la veía de forma picarona, Annie suspiro al haber adivinado las miradas de sus amigas –Me refiero a los efectos de la flecha de hielo ¿ya no sientes frio? – Era tarde para cambiar la frase, aunque se notaba que Shiril lo había hecho a propósito, Annie se acerco hasta donde estaban ellas

–No es lo que piensan, no ocurrió nada en la noche, aunque es lo que parece, Kitsune solo se quedó a hacerme compañía–

–Nosotros no hemos dicho nada, si tú dices que eso paso entonces es la verdad– el tono de incredulidad de Mara hacía que Annie se frustrara más porque sus amigas no le creían, ellas solo siguieron comiendo sin permitir que Annie se explicará, ella resignada intento cambiar el tema

–Mejor díganme ¿Cómo se sienten? Ayer estaban en una situación muy complicada–

–Mucho mejor, dormir junto a Hound siempre hace que despierte, cómo decirlo, radiante– Shiril seguía viéndola de forma picarona, ella intercambio miradas con Mara que en un tono juguetón le contesto a Annie

–Mackenzie es una gran compañera de cama, no tengo ninguna queja, ella sabe cómo calentarme en las noches frías– Annie se sonrojó con los comentarios de Mara y Shiril, se sentó a comer ignorándolas al mismo tiempo que Kitsune salía del cuarto, parecía cansado y que a diferencia de Annie no había tenido buena noche, ellas al verlo volvieron a fijar la vista en Annie

–Ya sabemos quién durmió bien la noche y quién no– Mara y Shiril se rieron entre ellas

–¿Annie no te dejo dormir bien? Annie no puedes dejar al pobre Kitsune sin magia–

–Ya chicas, no es lo que parece– Annie seguía sonrojada y Kitsune que seguía medio dormido no entendía nada, él se restregaba los ojos y dejo escapar un bostezo al mismo tiempo que Mackenzie colocaba frente a él un plato con carne de primera, él se sorprendió por aquel desayuno ya que era el único que tenía un plato diferente

–De parte mía y de Hound por compartir tu magia ayer y evitar que nuestras amadas amas sufrieran por el daño de aquella flecha con hielo del infierno– él sonrió y empujo un poco el plato

–Entonces debes dividirlo entre tres, ustedes me han ayudado a salvar a Annie más veces de las que puedo contar– Hound y Mackenzie intercambiaron miradas y aceptaron el ofrecimiento de Kitsune, Mara, Shiril y Annie los veían con ternura al ver aquella escena. El desayuno de Annie fue interrumpido por el sonido de su teléfono sonando por una llamada, ella aparto el desayuno y al revisar vió que era Iza llamándola

Zorro amaestradoWhere stories live. Discover now