Telarañas

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Annie estaba en la azotea de la escuela atrapada en una telaraña gigante, ya había caído la noche y ella estaba tratando de mantener la calma respirando y concentrándose en otra cosa, aunque se le hacía cada vez más complicado al sentir como los hilos la presionaban, Aracné estaba sentada en la telaraña esperando que Kitsune apareciera para atraparlo

–¿Estás tratando de mantener la calma para que no venga? ¿Estás preocupada por él? Deberías hacerlo porque su fuego mágico no podrá contra mi telaraña modificada– Aracné se colgó de cabeza para hablar con Annie– debo admitir que en el mundo mágico fue un zorro muy problemático, pero aquí se ha vuelto un zorro muy dócil y eso es gracias a ti– Aracne le acaricio el rostro a Annie que podía sentir sus manos algo peludas con el tacto

–¿Para qué quieren la magia de Kitsune si ya tienen la suya? –

–Yo no quiero su magia, mi ama lo necesita y los deseos de mi ama, son mis deseos–

–¿Tu ama? Ella fue atrapada por culpa de su magia negra, de nada les va a servir la magia de Kitsune, déjenlo en paz de una vez – Aracne se rio

–Mi ama no murió, cuando su tonta amiga uso el hechizo para salvarla solo la mando al mundo humano para que reviviera y así salvar su alma, pero ella conserva parte de su poder, así nos trajo aquí cuando sintió que el zorro había llegado, yo solo vivo para complacer sus deseos y si ella quiere al zorro yo se lo voy a dar– Annie se asusto un poco al escuchar aquellas palabras e intento no pensar en el peligro para no alertar a Kitsune

–¿Y qué obtendrás tu a cambio? –

–Yo me alimentare de su magia y me volveré la araña más fuerte de todas– Aracne bajo de la telaraña y se paro frente a Annie que intento forzar una sonrisa

–¿Ese es todo tu objetivo? ¿Ser fuerte? ¿Para qué? Me parece un objetivo muy banal si quieres mi opinión, ya eres fuerte– Aracné la vio molesta

–Tú no sabes las dificultades por las que pasa una araña como yo en el mundo mágico, constantemente nos quieren usar para hechizos y brebajes–

–Eres una tonta, ayudas a una bruja que usa magia negra y usa a los tuyos para lograr sus objetivos, solo te está usando–

–¡Cállate! – Aracné cacheteo a Annie –Llama a tu zorro–

–No lo voy a llamar– Annie apretaba los dientes, aunque el miedo la estaba invadiendo intentaba mantenerse en calma, sabia que la magia de Kitsune no seria suficiente para acabar con Aracne y no quería ponerlo en peligro por haber sido tan descuidada

–Entonces tendremos que hacer que venga– Aracné mordió a Annie en el cuello y ella sintió como si le ardiera la herida, empezó a ver todo borroso, ella solo escuchaba la risa de Aracné de fondo, su respiración se volvió acelerada y empezó a sudar rápidamente, mientras trataba de aclarar su vista se fijó en que los hilos de la telaraña se prendieron en fuego azul y se asustó más

–¿Kitsune? –

–Cuando su ama este en peligro, él vendrá a salvarla –De un anillo de fuego azul en el aire apareció Kitsune molesto, viendo a Aracné lleno de furia, tenía las garras listas para atacar y le gruñía incontrolablemente

–Sabía que vendrías, quiero negociar contigo zorrito–

–Yo no tengo nada que negociar– Kitsune se puso en posición de ataque entre Aracné y Annie

–Yo creo que sí tienes algo que negociar– Aracné le mostró un pequeño frasco en su cuello –Esto es lo que queda del antídoto de mi veneno, si no se lo das pronto a tu ama, la perderás de nuevo ¿quieres volver a pasar por el dolor de perder un amo? – Kitsune vio a Annie preocupado, ella intentaba articular palabras para decirle que no se preocupara y que huyera del lugar, pero perdía fuerzas rápidamente –Dame el cascabel y yo te daré el antídoto, si por el contrario te niegas me comeré a esta pequeña bruja para aumentar mi poder– Kitsune la veía molesto y gruñía sin saber que opción tomar, Annie tomo todas las fuerzas que le quedaban para gritarle a Kitsune

Zorro amaestradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora