A un nuevo inicio

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  Lucas Blake es un adolescente que estaba en último año de secundaria cuando comenzó a trabajar por su cuenta con un emprendimiento virtual vendiendo buzos de muy buena calidad y con buenos diseños a un bajo precio. Eso es lo que en ese último año lo llevo al éxito económico para al finalizar el año poder mudarse de la casa de sus padres a un departamento por su propia cuenta.

  Ese nuevo año comenzaría la universidad, por lo que el departamento en la ciudad cerca de esta le hizo un gran cambio. Algo que para el facilitaba las cosas. Es así como en febrero de ese año entrante, luego de volver de las vacaciones, sus padres lo ayudaron con la mudanza al departamento a una hora de la casa. 

  Luego de la nostalgia y los abrazos sus padres subieron a su camioneta rumbo a su casa, dejando a su hijo en su nuevo departamento en la ciudad.

  El pelinegro se encontraba contento, ya tenía los muebles y todo en su lugar, solamente quedaban todas las cajas por vaciar y comenzar a acomodar, lo cual haría el proximo día. Y así fue, al despertar y luego de desayunar comenzo vaciando caja por caja para ir acomodando todas las cosas en sus respectivos lugares; dio el primer lugar al baño de la planta alta que ya había quedado completamente en perfectas condiciones, continuo con la cocina que fue lo que más trabajo le costo para luego iniciar en el living.

  Algo no estaba bien, o algo se sentía extraño. Observo toda la habitación en busca de que era lo que le provocaba ese sentimiento, y al no encontrar nada extraño imagino que tal vez era la sensación de estar por primera vez en un nuevo lugar sin la compañia de sus padres.

  Al finalizar de acomodar el living, ordeno las pocas cosas que iban al balcón para seguir con la habitación, terminando de arreglarla pasada las tres de la tarde. No se había dado cuenta de la hora, por lo que decidió salir a recorrer lo más cercano a la ciudad en busca de algo rápido para comer. 

  El lugar indicado fue "HotPoz" un local que vendía comidas rápidas de todos los tipos, desde ensaladas preparadas con sus salsas hasta pizzas y hamburguesas enormes. 

  -Buenas tardes, para ordenar una ensalada cesar, por favor-. Ordeno amablemente luego de ser atendido por un empleado. 

  Este tomo la orden y procedió a agarrar el contenedor que traía dentro la ensalada sin dejar de mirar al pelinegro con una sonrisa. -¿Le agregó la salsa o es para llevar?-. El pelinegro solamente le aviso que era para llevar y procedió a guardar las cosas en una bolsa papel marrón con la marca del negocio. -¿Eres nuevo por aquí?-.

  -Si, acabo de mudarme al departamento principal en Twin, es por eso que vine a comprar algo rápido para continuar ordenando-. Sonrió amablemente mientras le entregaba la tarjeta al empleado para que este le cobrara.

  -Salgo en media hora, si quieres puedo ayudarte-. Al oir eso, Lucas se sintió extraño pero continuo con una sonrisa amable para no quedar mal, e iba a decir alguna excusa pero el chico continuo. -Yo también soy nuevo y no conozco a nadie aún. Hace una semana empecé a vivir cerca para comenzar la universidad aquí-.

  Ambos estaban en la misma situación por lo que Lucas se sintió más tranquilo. -Claro, agenda mi número y te envio la dirección por mensaje-. 

  Y posterior a agendar sus números Lucas se despidió para encaminarse a comer a su departamento mientras escuchaba un nuevo capítulo de su podcast favorito. Obsevando el departamento se veía dentro de todo muy bien. La habitación en el piso superior estaba ya casi perfecta, el baño también de la planta alta ya estaba en perfectas condiciones; en la planta baja la cocina ya estaba lista y el living aún tenía varias cosas por terminar. La habitación que usaría para estudiar y como "oficina" cuando debiera trabajar en casa aún tenía demasiadas cajas, al igual que la computadora de escritorio que debía armar. El pasillo de la planta baja que daba al baño principal tenia cosas en el camino y aún quedaba ese baño por acomodar, al igual que el comedor donde debía instalar el televisor y acomodar lo demás. Luego de eso el departamento ya estaría listo para vivir tranquilamente. 

  Cuando termino de comer y escuchar el podcast ya había recibido el mensaje de Martin, el empleado del HotPoz, diciendole que se encontraba en camino hacia el departamento. Por lo que Lucas se empeño en mostrar un poco más presentable el lugar a pesar del desorden que había allí por las cajas.

  Y como había dicho, en cuestion de minutos Lucas y Martin se encontraban hablando mientras acomodaban algunas cosas y sonaba música de fondo.

  Martin se abrió y conto sobre su vida. Tenía veinte años cumplidos el veinte de febrero, y estaba aún cursando el primer año de la universidad para la carrera de Derecho. Antes de mudarse a la ciudad vivía con su madre y su hermana menor, con las cuales no tenía mucha relación; confesando que desde que su padre murió la familia perdió la conexión que tenía. Habló sobre su departamento, que era más bien una habitación con un baño y una cocina, en los cuales pasaba poco tiempo debido a que si no estaba en la universidad estaba trabajando, y aunque no le gustaba demasiado trabajar tantas horas, debía hacerlo porque era su única fuente de ingresos. Para concluir agregó que se separo de su novia, que anteriormente era su mejor amiga, porque ella volvió con su anterior novio, que era el actual ex mejor amigo de Martin. Y aunque Lucas no sabía como responder a tanto, la expresión en el rostro de Martin le hizo saber que quería saber más sobre él.

  Cumplió diecinueve años el diciembre pasado, al mismo tiempo que finalizó la escuela secundaria, por lo que este año entraría al primer año de la carrera de Derecho en la universidad de la ciudad. El pueblo en el que vivía lo estaba hartando y se sentía ahogado poco a poco, y sabiendo que sus padres nunca se irían de allí a pesar de todo decidio irse por su cuenta. Las personas lo consideraban una persona destina al éxito por su alto grado de compromiso con sus metas y por su mente resiliente. Aún así tenía algunos temores y demás que no decidió compartir. Antes de finalizar comento que tuvo un solo novio, y el nivel de dependencia que desarrollo hacia este lo termino llevando a terapia donde aprendio a conocer su mejor version de si mismo. 

  -Eres admirable-. Susurro Martin cuando termino de oír como el menor contaba sobre su vida, viendolo actuar nervioso sin mirarlo a la cara. -Comenzaremos juntos la universidad, es lo único bueno de haber dejado la universidad estos dos años-. 

  Lucas rió. -Es bueno que veas algo positivo en eso-. Sonrió.

  Después de varias horas de risas, música y conversaciones sobre ambos, terminaron de acomodar cerca de las ocho de la noche, lo cual ya mostraba un cielo oscureciendo.

  -Si quieres te invito a comer, por haber ocupado tu tarde ayudandome-. Ofrecio Lucas pasando sus manos por su rostro cansado.

  -No podría haber tenido un plan mejor para esta tarde-. Sonrió Martin mirando al menor, que aparto la mirada ocultando la sonrisa en su rostro. -Si me ofreces una hamburguesa acepto tu propuesta-.

  Ambos rieron. -Dejame darme una ducha e iremos por comida, mi heladera esta vacia porque me la dejaron ayer en el departamento-. Confeso algo avergonzado.

  -Descuida, mi heladera esta igual y no justamente porque "me la dejaron ayer en mi departamento"-. Rió Martin causandole risa al menor para que no se sintiera mal. -¿Puedo bañarme aquí? Sino espera que vaya a bañarme a mi departamento y luego vuelvo-.

  -Por supuesto, la ducha de la planta baja necesita ser estrenada así que toda tuya-. Rió nuevamente el menor. -Iré a traerte algo de ropa y toallas-. Agregó yendo escaleras arriba para ir hacia su habitación a tomar una camisa blanca con una bermuda negra y dos toallones grises.

  Luego de entregarselos a Martin ambos se dirigieron a las duchas, y cuando ya estuvieron cambiados y listos partieron rumbo hacia un negocio local a dos cuadras del departamento que vendía hamburguesas muy ricas según el mayor. Una vez en la mesa continuaron hablando de ciertas cosas sobre la facultad, el rumbo que seguiría el negocio del menor ahora que estaba en otra distancia, entre otras cosas que se les cruzaban por la mente. Así hasta que se hicieron las nueve y media de la noche y salieron del negocio cada uno camino a sus departamentos, no sin antes Martin acompañar a Lucas hacia su hogar y una vez allí despedirse. 

  Al entrar Lucas estaba demasiado cansado como para hacer otra cosa, así que subió directamente a su dormitorio y se acostó en la cama a utilizar unos minutos su celular.

  -"He llegado a casa, gracias por este lindo día, espero se repita"-. Leyó en su celular el menor con una sonrisa en su rostro.

  -"Espero lo mismo, fue una hermosa tarde/noche. Descansa!"-. Escribió y envió para bloquear el celular y dejarlo en su mesa de noche.


Te observo, y te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora